Review Ahsoka: Part Three – Time to Fly
Un episodio breve pero intenso, apenas ha llegado a la media hora de metraje efectivo, con bastante acción, con una parte más de “diplomacia” (o mejor dicho, de burocracia), que nos deja a las puertas de un cuarto que apunta a ser bastante interesante. Vamos a comentarlo.
En la tercera entrega de The Mandalorian lo vimos, y en esta ya con el segundo y ahora en este queda más que patente: la Nueva República es un desastre; normal que apareciera la Primera Orden.
En los episodios iniciales me gustó Hera, aunque me ganó más Sabine, además de Ahsoka, claro está. Este tercero ha permitido que la ahora general tenga una parte del mismo con más presencia en pantalla, y nos ofrezca de primera mano el testimonio de cómo de tontos son los nuevos dirigentes del régimen galáctico actual.
Encabezados por la Canciller Mon Mothma, han hecho caso omiso de las advertencias de Hera, y parecen haber olvidado que Thrawn no es una amenaza vacía, no es una historia que contarle a los niños para que se asusten y no duerman. Es muy real, está vivo, y va a regresar. Claro, aquí jugamos con la ventaja de ser espectadores y saber que el Gran Almirante va a tener un papel relevante en Ahsoka, pero hay que ser corto de miras (por decirlo finamente) para desdeñar los consejos y peticiones de Hera tan alegremente, más sabiendo de sobra como saben que hay remanentes imperiales esparcidos por la galaxia, y que alguien como Thrawn podría reunirlos a todos bajo una misma bandera, como ya se nos advirtió en la recta final de la tercera de The Mandalorian.
Pese a sus esfuerzos, Hera no consigue que le hagan caso, y no les puede ofrecer ayuda adicional a Ahsoka y Sabine, que van en busca de Morgan. Antes de pasar a lo de ellas, sí quiero destacar que hemos conocido hoy a Jacen, el hijo de Kanan y Hera, y al que viéramos en el final de Rebels. En la serie de animación tenía la piel verdosa, y aquí han optado por ponerle simplemente el peinado de ese color. Me llama la atención esa decisión, dado que alguien como el mismo Thrawn, si habéis visto adelantos e imágenes, tiene el rostro totalmente azulado, y no han escatimado en eso. Para este chaval, que no sé qué importancia tendrá, ni cuánto más saldrá en la serie, han evitado hacerlo, y no diré que no me ha gustado, pero me extraña que no lo hayan mostrado lo más parecido posible a como era en la serie animada.
La otra parte del episodio ha sido protagonizada por Sabine y Ahsoka, como decía. Padawan y maestra buscaban el sistema Denab, y lo han encontrado, así como el anillo hiperespecial que permitiría viajar entre galaxias, como podíamos intuir tras ver los capítulos iniciales. Si hay algún fan de Stargate en la sala, semejante construcción no me digáis que no os recuerda a los mismos stargates, o incluso a una concreta que se utiliza llegado un punto de la trama, también de dimensiones similares. Si es un guiño intencionado, bien por Filoni, una vez más.
El entrenamiento jedi requiere su tiempo, y no parece que ninguna lo tenga en estos momentos. Es algo que me llama la atención, porque Huyang no pierde el tiempo en remarcar una y otra vez que Sabine no está a la altura, que no tiene las capacidades suficientes, que incluso en el Templo Jedi no la hubiesen admitido, pero la amenaza de Morgan y compañía está ahí, seguramente en el cuarto ya tengamos confrontación nuevamente, y la mandaloriana no parece haber mejorado demasiado, normal, por otra parte.
Lo destaco porque hay dos opciones: o que opten porque el desarrollo de las capacidades de Sabine se prolongue durante la entrega, es decir, que mejore paulatinamente, lo que respondería a un proceso lógico y más mundano; o que, por el “poder de la Fuerza” (vamos a llamarlo así), despierte en ella un espíritu indomable que le permita asimilar los conceptos de forma que, no digo que se ponga a la altura de Ahsoka, pero ya alcance niveles de competencia superiores; sencillamente, lo que sería una salida de guion facilona y floja. No quiero pensar que opten por lo segundo, pero viendo que en el primer capítulo Shin Hati, la discípula de Baylan, por poco se la carga, y que la trama ya les deja a las puertas de más peleas, y que esto es Star Wars, y muchas veces se cae en el recurso fácil del poder del guion (o no guion, directamente), pues me hace dudar.
Otro apunte del capítulo. Huyang comenta que, según los registros históricos jedi, muy pocos mandalorianos han tenido las aptitudes suficientes para controlar la Fuerza. Inevitablemente, me ha venido a la cabeza Grogu, aunque, claro, no es mandaloriano de nacimiento como Sabine, sino que es adoptado, y poseía ya las habilidades previamente a cruzar sus caminos con Mando, y además residía en Coruscant cuando cayó la República. Pero a Filoni se nota que le gusta esta cultura, porque tenemos, en el mismo punto temporal, a dos mandalorianos que pueden emplear la Fuerza, o se están entrenando para ello. De hecho, Grogu tiene más aptitudes que Sabine ahora mismo, las cosas como son.
Más cosas. ¿Pero qué sobrada ha sido el paseo espacial de Ahsoka para repeler los disparos de las naves? En serio, Filoni, ya sabemos que este personaje es tu “hija”, pero tío, contrólate un poco porque ya va a alcanzar unos niveles de molar que no vamos a poder manejar.
No dije por cierto que el personaje de Morgan Elsbeth ya se nos presentó en el 2×05 de The Mandalorian, en el mismo que vimos a Ahsoka por primera vez en acción real. Era quien captura la jedi y a quien interroga por el paradero de Thrawn. Se me había pasado el detalle.
También hemos visto en acción real a los purrgils, de los que ya nos aportan la información que quienes habíamos visto Rebels sabíamos, pero por si hay espectadores que no, pues aquí está. Lucen de maravilla, pero como casi todo en la serie, tampoco es novedad.
Y último apunte. Al lanzarse Ahsoka, he visto algunas reacciones en redes sobre el tono de esta serie, y el de las otras de acción real del universo reciente de Star Wars. Por tono digo que, por comparar, Clone Wars y Rebels eran más “humorísticas”, vamos a decir, o, por expresarlo de otra forma, no todos los personajes tenían constantemente un palo metido por donde no sale el Sol. Sinceramente, creo que es un debate sin sentido.
Por quedarnos simplemente en esta serie, estamos ante una protagonista que ha vivido dos guerras galácticas, que quedó atrapada en… bueno, no lo diré por si nos lee alguien que no ha visto Rebels; que ha visto morir a sus amigos, convertirse en el villano por antonomasia de la saga a su maestro, y que ve como un conflicto que creía finalizado, ahora puede resurgir. ¿De verdad necesitamos que esté haciendo chascarrillos como en Clone Wars, cuando era una adolescente? De hecho, yo diría que este episodio ha sido algo más ligero, sobre todo gracias a las apreciaciones de Huyang, que casi lo consideraría el alivio cómico, además de Chopper, y creo que están ambos para eso.
De otros personajes, tampoco Sabine era la más dicharachera de la tripulación de la Ghost, o Hera mismamente, y, por seguir dando contexto, tanto Clone Wars como Rebels se emitieron en cadenas destinadas a un público infantil, aunque contuvieran momentos muy duros, a la altura de algunos de los vistos en los productos cinematográficos previos. Por lo tanto, el tono general de la serie, por fuerza, iba a ser más ligero que algo en carne y hueso, que está, normalmente, destinado a audiencias más adultas. El fandom de esta saga me cansa, porque parece buscar guerras donde no las hay, y esta es la última; porque no me pienso pronunciar sobre los “señoros” que acusan a esta serie por tener a tres protagonistas femeninas. Estos son los que defenderían a Rubiales, seguramente, pero no quiero entrar más en eso.
Al final, veo que me he extendido más de lo que esperaba, así que, vamos cerrando. La próxima semana llegamos al ecuador de la temporada, y espero un episodio que nos dé lo que promete este. Nos vemos en la siguiente review, y que la Fuerza os acompañe.