Banshee: despedida y agradecimiento.

Banshee: despedida y agradecimiento.

 

Supongo que vi el piloto de esta serie porque llevaba el nombre de Alan Ball, el guionista y productor responsable de Six Feet Under y True Blood, entre otras joyitas, como el oscarizado guión de American Beauty (1999). O quizás alguien me la recomendase, sinceramente no lo recuerdo… pero sí que siguen en mi memoria esas primeras escenas en las que un ex convicto consigue echar un polvo nada más salir de la cárcel con una camarera…. y que ese tipo que hablaba muy poco entró en el local de una especie de hacker súper excéntrico, se lo destroza, termina sacándole algún tipo de información, se pelea con un gorila ucraniano por las calles de NY y termina llegando a Banshee en una moto robada. Todo eso con escenas de violencia y sexo explícito y un protagonista que parecía más que insensible.

No debería serme difícil escribir sobre Banshee, porque desde que vi el último episodio de la serie, no puedo pensar en otra cosa. Aún no he visto otro episodio de ninguna otra serie, pues no quiero que la belleza tan bestia y salvaje de Banshee le haga sombra y así, me deje indiferente o me disguste.

Cinemax estrenó la serie el once de enero de 2013. Emitió el último episodio, titulado Requiem el día 21 de mayo de 2016. Cuatro temporadas en Banshee, Pennsylvania. Tiempo de sobra para amar esa maldita ciudad, ese imán de problemas y desgracias en el que conviven la cultura amish, los nativos americanos, una amplia comunidad de supremacía blanca, pervertidos y dementes de toda índole y alguna gente corriente, entre los que no están quienes protagonizan la serie: un ladrón que tras quince años en prisión asume la identidad del que estaba llamado a ser sheriff del pueblo… pero a quien mataron; la hija de un mafioso ucraniano que intenta llevar una vida familiar tras casarse con el fiscal y renunciar a su pasado; un boxeador ex convicto que lleva un bar de mala muerte; un amish repudiado por los suyos y convertido de mafioso y… mucha más gente, ninguno normal, pero de algún modo extraño, todos son personajes a los que he llegado a querer mucho. No me olvido de Brock y su casi imposible evolución de hombre honesto que actúa según las reglas a hombre muchísimo más honesto que se las salta. Ni de Bunker y sus tatuajes, ni de Job y su inteligencia superior a la del resto de los mortales… inteligencia sólo comparable a su arrogancia y antipatía hacia cualquier ser viviente. Y está Rebeca, esa chica que se escapó de sus padres para convertirse en adulta siendo una niña y está Burton, ese hombre de pasado turbulento y sobrecogedor que sólo vive para servir a su amo. Y Siohban y su dulzura aderezada con rudeza, o la casi desconocida Veronika y su oscuridad interior. Y Chayton y su magia… y Nola y su perseverancia y todos… todos y cada uno de los más que brillantes personajes que han dado color a este drama.

Es una serie de acción, con muchísima violencia, cuyos personajes principales son criminales, y aún así, llega a tener un contenido dramático de gran altura. La evolución de sus personajes es coherente y lógica con los acontecimientos de los que son víctimas o ejecutores. La trama sigue un hilo natural, todas las cosas tienen consecuencias, el desarrollo de cada acción tiene un sentido propio dentro de la obra global. Los personajes no permanecen impermeables a las cosas que les pasan o hacen, todo lo contrario: crecen, sufren, pierden, se rompen, se recuperan o no lo hacen… pero evolucionan.

Y sí, es una serie cuyo contenido principal es la acción, la lucha y unas escenas con peleas que ya quisiera para sí el universo cinematográfico actual. Pero es tan buena, es una serie tan bien hecha, que Banshee consigue darle a esa violencia sobre la que giran los diferentes argumentos, una serie de historias tan bien hiladas, tan bien trabajadas y tan asquerosamente brillantes, que al final toda esa violencia excesiva y el sexo explicito sirven al argumento y no al revés y además adornan la serie con una belleza espeluznante, en lugar de resultar elementos superpuestos para satisfacer a quienes creen que muestran carne o sangre es moderno o artístico… en Banshee, es moderno, es muy artístico, es precioso siempre (en serio, las peleas son magníficas) y además se entrega a la trama.

No quiero reventaros la serie, sino animaros a verla, así que me niego a entrar en detalles… pero pasan muchas cosas y son todas muy interesantes. Es una serie de la que no vas a aburrirte, es una serie en la que no cesan de pasar cosas, nunca hay sólo una trama abierta. Los personajes son tan maravillosos como las historias que les rodean. La serie es visualmente espectacular, se recrea en cada secuencia y así, en cada episodio, hay al menos dos o tres escenas que te impactan por su estética.

No llega a tener un contenido específicamente gore,  pero la violencia es extremadamente explícita, eso está dicho y lo repito. También hay sexo, escenas con desnudos completos tanto femeninos como masculinos y escenas eróticas que no dejan espacio a la imaginación. Si eres sensible a esas cosillas, esta no es tu serie. Pero si te gustan los buenos thillers, las tramas complejas de mafiosos, los robos, los choques entre culturas, las coreografías de lucha hechas con actores y especialistas pero sin efectos visuales innecesarios. Esta es tu serie.

Si aprecias los episodios raros que te dejan totalmente a cuadros, los giros argumentales rompedores, la buena fotografía, las técnicas narrativas semi experimentales y una evolución de personajes coherente y lógica, cosa que, créanme o fíjense… no vemos casi nunca. Esta puede ser tu serie. Para mí, lo ha sido. Gracias Banshee, adiós y gracias.