Review The Rings of Power: Udûn

Review The Rings of Power: Udûn

Llevamos toda la temporada esperando este momento, el momento en el que las tramas se empiezan a unir y en el que Los Anillos de Poder demuestre por qué es la serie más cara de la historia en algo más allá del episodio piloto. Pues sí amigos, la serie ha decidido darnos ese episodio que necesitaba urgentemente para despertar ese hype que se encontraba dormido tras unos episodios excesivamente tranquilos.

Nos encontramos ante un capítulo que tiene como único foco las tierras del sur, una trama que se había estado cocinando de cara a una batalla entre las hordas de orcos de Adar y los supervivientes del pueblo humano liderados por Arondin y Bronwyn. Desde el primer momento está claro que este capítulo va a ir de esto, sin distracciones ni otras tramas que ocupen minutos: para empezar pone el foco aquí y no lo aparta en los casi 70 minutos que dura (obviando una escena del viaje en barco de los habitantes de Númenor cuya función es servir de referencia para que tengas en cuenta a la distancia a la que están de la futura batalla).

El capítulo está dividido en dos partes bastante claras: la batalla (que tiene diferentes fases) y las consecuencias, con un soberano girito final que yo desde luego no lo esperaba tan pronto. Una estructura simple pero que en otros episodios de esta índole ha funcionado muy bien (un ejemplo claro podrían ser los capítulos exclusivamente de batalla que solía hacer Juego de Tronos).

Siguiendo esa estructura empecemos con lo que sería la primera fase de la batalla, que es el asalto de Adar al asentamiento humano, algo que teniendo en cuenta las cifras que mueve cada contendiente debería haber sido una carnicería, pero que en realidad es una trampa de Arondir para encerrar a buena parte del ejército de Adar y derribarles encima la torre de la fortificación. Todo esto lo hace el elfo él solo, porque evidentemente como nos enseñó la trilogía de Peter Jackson, los elfos son unos flipados.

Con esto el bando humano consigue uno de sus objetivos, el detener a las fuerzas invasoras para meter distancia entre ellos y poder volver al poblado para prepararse para el próximo encuentro, pues son conscientes de que, a pesar de esta primera mini victoria, lo que han logrado apenas sirve para ganar tiempo.

Así arranca lo que considero la segunda fase, que es la llegada de una primera horda de soldados de Adar en cuanto llega la noche, un enfrentamiento en el que los humanos se vuelven servir de la estrategia para volver a derrotar a las tropas de orcos … o lo que ellos creen que son orcos, pues en esta ocasión Adar ha enviado a un grupo de soldados formados en su mayoría por los humanos que decidieron abandonar la población y jurarle lealtad.

Es tras esa revelación el detonante de la tercera fase, en la cual Adar ataca de verdad con su segunda columna mientras la gente del pueblo celebraba a su manera la breve victoria que acababan de conseguir. Este ataque, aparte de herir de gravedad a Bronwyn, fuerza a los humanos a atrincherarse dentro de la taberna; sin embargo la caída de la taberna es bastante rápida, entrando Adar al poco tiempo con la intención de conseguir la empuñadura que necesita para lograr su objetivo.

Dentro de la taberna ocurre uno de esos momentos de decisiones imposibles en los que Adar pone a Arondir en la posición de tener que decidir si salva a la gente del poblado dándole la empuñadura o dejarles morir uno a uno, incluida Bronwyn, lo que hace que sea Theo quien tome la decisión de darle la reliquia a Adar con el fin de salvar a su madre. Debo decir que Theo es un personaje que me ha terminado sorprendiendo, pues aunque en un principio parecía que iba a ser el típico personaje adolescente “edgy” insoportable que en su tontería la iba a cagar (vamos, el niño de The Strain), pero aunque creo que al final el personaje no ha ido hasta el momento tanto por ese palo, bien es cierto que sigue pareciendo que va a estar una larga temporada debatiéndose entre la luz y la oscuridad, pero al menos las acciones que toma no son tan fruto de la estupidez de un personaje mal escrito como la de unas situaciones en las que tiene poco margen.

Posiblemente este sea el momento más oscuro de la batalla, en el que todo está perdido es en el que (literalmente, ya que amanece) llega la luz, pues las tropas de Númenor encabezadas por Galadriel hacen su aparición en la batalla dándole la vuelta en buena parte por el factor sorpresa y evitando la huida de Adar con la empuñadura.

Tras esta remontada toca ir a la post-batalla, donde aparte de celebraciones varias, nos deja una conversación muy interesante entre Galadriel y Adar en la cual él avisa que en poco tiempo las tierras en las que están serán propiedad de los orcos y admite haber matado a Sauron cansado de su búsqueda de poder cimentada en la sangre de su raza. Otra cosa que podemos sacar en claro también es que Adar es uno de los Uruk originales, lo cual explica su apariencia tan cercana a los elfos.

La conversación entre Galadriel y Adar tiene mucho que rascar, pues aparte de todo lo que descubrimos del villano, también es curioso ver todo lo que se puede sacar de la propia Galadriel, pues su postura tan extremista queriendo erradicar totalmente a la progenie de Adar es muy extraña de ver en obras como El señor de los anillos, en las cuales tenemos la clásica guerra entre luz y oscuridad contada de forma bastante maniquea. Estos momentos de Galadriel distan mucho de ser normales en la protagonista de una serie que se cimenta sobre estos ideales.

Otra cosa que me parece digna de mencionar es lo relativo a Halbrand, que toma por fin el puesto de ser el Rey prometido a los humanos de las tierras del sur, pero su forma de actuar ante Adar y esa reticencia que ha tenido siempre a lo que se supone que es destino me hace pensar que esta persona no es quien dice ser. Desde meses antes del estreno rondaba por internet la teoría de que Halbrand iba a ser Sauron, a mí me sigue pareciendo algo descabellada pero creo que hasta el momento la serie no ha hecho nada que la desmienta, aunque para mí la opción más probable es que para escapar de la región Halbrand asesinara al auténtico rey.

Bien, es turno de hablar del girito que comenté antes, ya que entre tanta celebración se revela el verdadero golpe maestro de Adar, que es cuando le capturaron no llevaba encima la empuñadura, sino que en algún momento se la dio a Waldreg para que este la utilizase como llave, desencadenando que un volcán entrase en erupción, arrasando con todo en un tramo final espectacular que concluye con Galadriel siendo engullida por la ceniza.  

Un episodio simplemente espectacular, poco más se puede decir, creo que es todo aquello que esperábamos ver cuando se anunció la idea de hacer una serie sobre el universo de El Señor de los Anillos. Esta semana no solo ha conseguido dejar a la serie en su punto más alto hasta la fecha, sino que me ha dejado con un hype bastante grande respecto a lo que está por llegar.