Review She-Hulk: Whose Show is This ?

Review She-Hulk: Whose Show is This ?

Hay momentos en la vida de aquellos que solemos escribir artículos de opinión (o hacemos programas y vídeos), que, sinceramente, no hay palabras para describir qué sientes cuando acabas de ver una serie, película o cualquier otro producto de entretenimiento o, simplemente, no sabes cómo expresar lo que sientes ante un tema que se supone que tienes que desarrollar. Cuando he acabado la Season Finale de She-Hulk, me he ido a Twitter, y, en mi cuenta personal, he puesto: “Pero… ¿qué acabo de ver?” Con esto resumo mis sensaciones ante el episodio; pero claro, aquí no puedo hacer eso, así que vamos a ver hacia dónde se dirige este texto.

Hay dos partes muy diferenciadas en esta finale: la “convencional”, por llamarla de alguna manera, y la “locura”.

Tras los acontecimientos vistos la semana pasada, a Jen la recluyen en el mismo centro penitenciario en el que vimos a Emil Blonsky encerrado. Para su liberación, acuerda usar el inhibidor, y no transformarse más en Hulka. Intenta sobrellevarlo como puede, pero Jen acaba pensando que lo mejor es acudir a Emil, a ese lugar de retiro que tiene, para ver si puede ayudarla a lidiar con su situación actual. Por su parte, Nikki busca infiltrarse en Inteligencia, el grupo detrás del hackeo a nuestra protagonista, y, con la ayuda de Pug lo consigue, destapando que Todd, el tipo que habíamos visto varias veces durante la temporada, es el Rey Hulk detrás de todos los ataques a Jen. Casualmente, están reunidos todos los “mononeuronales” que forman parte de este grupúsculo en las instalaciones de Emil, donde él da “discursos motivacionales”, por llamarlos de alguna manera, transformado en Abominación. Jen descubre el pastel, se hilan las tramas, y llega el momento del clímax… solo que no llega exactamente.

Y aquí el episodio descarrilla, y para muchos lo hará en el buen sentido, y para otros en el malo. Ya habíamos tenido la advertencia al inicio de que nos íbamos a encontrar un episodio un tanto peculiar, con ese homenaje a la serie clásica de Hulk de los 70, pero luego se acaba de desatar. Y lo hace porque Jennifer Walters no es que rompa la cuarta pared, es que destruye cualquier convencionalismo visto en televisión, o al menos, que yo haya visto, y va por su cuenta, siendo consciente que el hecho de que colisionen todas las tramas presentadas durante la temporada, y vuelvan personajes al tuntún, sin ningún contexto o sentido, no es lógico ni coherente para culminar la entrega actual.

El título del episodio se llama “¿De quién es esta serie?”, que es algo que he comentado y analizando durante estas semanas, porque daba la sensación de que estábamos asistiendo más a una fiesta de cameos que a una ficción protagonizada por un personaje en concreto, como es Jennifer. Y aquí viene mi opinión al respecto de todo esto.

Para mí, este episodio es el mejor de la temporada. Me decanto por el lado de la originalidad de la fórmula para resolver la entrega, y que realmente me parece una genialidad. Ahora bien, ¿compensa o salva toda la temporada? No. Salvo el episodio con Matt, el resto me han parecido, o correctos sin más, o directamente malos. Un episodio excelente, y solamente lo es por cómo me has querido contar esta conclusión, no salva todo el conjunto; al menos, no para mí.

Yo veo en esto una brillante manera de recoger cable, porque creo que no lo tenían concretado desde el comienzo, sino que, al ver cómo estructuraban la entrega, ellos mismos se dieron cuenta de todo lo que Jen expresa cuando ya toma las riendas, visita la sala de producción de la serie y luego acude a ver a K.E.V.I.N. Se percataron de que caían en patrones ya repetidos hasta la saciedad en el UCM, y buscaron ser originales, y lo han conseguido, de verdad, pero no compro que éste siempre fuera el plan; siento ser escéptico, pero me parece una salida demasiado genial como para haber sido planificada con antelación, y si estaba pensado de antemano, les aplaudo, pero hubiera preferido que me mostraran algo de este nivel en las semanas previas, porque la travesía hasta llegar a este punto ha sido ardua, y, en el proceso, ha acabado por cansar a mucha gente, y que dejaran la serie.

Todo lo que sucede con K.E.V.I.N. me parece absolutamente fantástico. Si hay alguien que no lo sabe, el CEO de Marvel Studios se llama Kevin Feige, y a él creo que todos pensábamos que se referían cuando lo mentaban. Pero que nos salgan con que es una IA, me ha roto todos los esquemas. Además, en los cómics, Jennifer hacía algo similar a lo visto hoy, visitando las oficinas de Marvel y comentando sus impresiones con el autor de turno, como por ejemplo John Byrne; en este caso, acude a K.E.V.I.N. Menciones directas a los X-Men, recuperas a Daredevil para un último cameo, te cargas todas las tramas creadas antes para adaptarlas al final que quiere ella, aludes a que igual tenemos una película sobre Hulk, para luego presentarnos ¡a su hijo!; e incluso una mención velada a que puede que veamos una segunda entrega. Todo en cuestión de pocos minutos que han supuesto una vorágine de sensaciones como no he tenido en toda la entrega. Y por eso me extraña tanto que los mismos guionistas que me han aburrido durante gran parte de la temporada, ahora se saquen de la chistera este gran truco, que es un gran homenaje a su estilo en las viñetas, sí, pero que no compensa los siete anteriores.

Estoy llegando al final, y aunque he comentado que me decanto por el lado de la genialidad más que por el del horror absoluto, todavía tengo sentimientos encontrados. Desde luego, si había una serie para hacer una locura semejante, era ésta. Otra de las cosas que refuerza mi argumento es que tengo la sensación de que sabían que, independientemente de por dónde tiraran con respecto al desarrollo de la serie, les iban a dar palos, unos merecidos y argumentados, y otros infundados y vertidos con más hate que razones; así que han optado por jugar con el formato de la ruptura de la cuarta pared, y salirse por la tangente, porque sabían que habría opiniones para todos los gustos con esto, desde los que lo amen, hasta los que lo pongan a caer de un burro.

Como he reiterado ya, para mí She-Hulk no se salva con este episodio, ni con el de Matt. Eso no quita para que me parezca fantástico, y, quizá, de los mejores finales de temporada, sino el mejor, que nos ha ofrecido Marvel Studios en Disney Plus hasta la fecha. Si tenemos segunda temporada de esta serie, no sé qué pensar, porque viendo cómo han actuado en este cierre, es evidente que seguirán su patrón de conducta, y harán lo que querrán, porque es su serie, al fin y al cabo. Pero me gustaría que, si sigue esto, tengamos una trama, y no una sucesión de cameos indiscriminados y escaso desarrollo de su personaje principal, porque Jen ha evolucionado a tirones. Y que ignores a tu protagonista y tenga ella que, literalmente, tomar cartas en el asunto, es gracioso de ver, pero igual transmite una idea equivocada de qué pasa en esta serie, también reflejada en el título del episodio, que es una cuestión que no tengo muy claro que hayan resuelto hasta ahora.

Si hay segunda temporada, y tras lo visto aquí, ¿ya sí será de Jen la serie? Para saber eso, tendremos que esperar un tiempo para ver si se confirma oficialmente su regreso a Disney Plus. Mientras tanto, agradezco a los que os hayáis pasado a leer las reviews, y os informo de que esta tarde, a las 18:30 horas, estaremos en nuestro canal de Twitch, debatiendo sobre la serie, y luego el programa se subirá a YouTube.