Review She-Hulk: Ribbit and Rip It

Review She-Hulk: Ribbit and Rip It

El momento que muchos esperaban ha llegado por fin: She-Hulk ha tenido un buen episodio. Ah, no, perdonad, que no era eso lo que esperaban. Era la aparición de cierto personaje. Pero, curiosamente, las dos cosas están relacionadas. ¿Eso es bueno para la serie? Creo que no. Vamos a analizarlo.

Ayer mismo se mostraba un clip de este octavo episodio. Uno en el que se podía ver la aparición de Matt Murdock engalanado como Daredevil, e interactuando por primera vez con Jennifer, al menos, en sus correspondientes alter egos superheroicos. Las redes, como cabía esperar, se alegraron de la llegada prometida del personaje, tan ansiada por muchos. Yo puse un tuit en el que reflexionaba brevemente si promocionar una serie, supuestamente, centrada en un personaje, mediante la introducción de otro ajeno a la misma hablaba bien de ella y de su trayectoria. Evidentemente, mi postura era que no, porque una producción debería tener la suficiente entidad por sí sola, y, más en concreto, la trama alrededor de su protagonista, para sostenerse sin necesidad de cameos y apariciones estelares. A The Book of Boba Fett le falló prácticamente todo, y solo fue soportable cuando llegó otro personaje a apropiarse de su supuesta serie. Matt no se va a quedar más tiempo, pero la sensación de que ha robado un show que no ha sabido qué hacer exactamente desde el principio, está ahí.

El episodio es muy bueno; es el mejor de la serie, sin lugar a dudas. Y lo es, porque está Matt Murdock en él. De hecho, cuando la propia Jennifer dice en cierto punto del mismo que se debería haber acabado ya, estoy convencido de que, muchas personas, ya habrán cerrado sus reproductores y habrán pasado a otras cosas. Porque la serie ha abocado a muchos a hacer eso, porque, antes de esta llegada, no ha sabido vender su producto, porque no ha encontrado nunca su identidad propia. Ni siquiera ha funcionado como comedia legal que tanto se decía, porque el tipo de humor que ha gastado, a mí al menos, no me ha hecho gracia salvo contadas excepciones.

Los mejores capítulos de esta ficción son los que han contado con la presencia de gente conocida de otras piezas del UCM, y los que se han centrado totalmente en su protagonista, han sido un cero a la izquierda; quitando momentos puntuales, como la reflexión de Jen en el de la semana pasada, no hay casi nada rescatable. De hecho, la Finale la veré, evidentemente, pero el interés ha decaído notablemente con cada episodio que emitía She-Hulk. Cómo cierren su temporada me despierta curiosidad, sobre todo por la parte final tras la aportación de Matt, pero no es la que debería tener en la antesala del cierre de una temporada.

Ha sido el mejor episodio, de nuevo, porque ha hecho acto de presencia Matt Murdock. Volverle a ver en acción, con un traje renovado, me ha encantado. Cuando ha sonado el tema de su serie anterior he aplaudido el detalle. Su primera aparición, como abogado del sastre de héroes, creo que es la mejor forma de recuperarle, porque nos olvidamos muchas veces de su faceta como abogado, algo que, tengo que decir, en la serie de Netflix lo llevó un poco regulín siempre, porque una de las cuestiones recurrentes de esa ficción era, precisamente, el manejo de Murdock de sus dos vidas. La primera interacción entre ambos personajes he quedado genial, y las posteriores también, tanto en el bar ya en su tiempo personal, como luego cuando se han enfundado los trajes de superhéroes. Corregidme si me equivoco, pero ésta es la primera vez que vemos a Jen con su atuendo de Hulka. ¿Alguien habrá reparado en eso? Pues igual no, porque todos estábamos viendo a Daredevil hacer piruetas y robar el show.

Detalle: iluminación roja del lado de Matt, verde del lado de Jennifer. ¿Es tan difícil hacer las cosas bien?

La química entre ambos, tanto en sus perfiles personales, como en los profesionales (legales y heroicos), ha funcionado a la perfección. ¿Por qué? Porque Tatiana Maslany y Charlie Cox son dos grandes intérpretes, y el guion hoy sí acompaña. Alguien se quejará de que se han cargado el personaje de Matt Murdock con el tipo de enfoque que le han dado, y sinceramente, no estoy de acuerdo. Yo creo que han adaptado al personaje a la serie en la que ha participado; para juzgar qué hacen con su carácter, trasfondo y desarrollo, tendremos que esperar a Daredevil: Born Again, su serie propia. Su participación en She-Hulk ha salvado, literalmente, una serie que ya he comentado antes que no tenía rumbo fijo. Cuando se haga balance de esta ficción, me da que la mayoría de debates girarán en torno a este capítulo, y no a lo que ha aportado la llegada de Jennifer Walters al UCM, y eso es bastante triste.

¿Y sabéis qué es lo peor de todo? Que el año que viene estaremos en las mismas. La anunciada Echo, spin off de Hawkeye, va a contar con la presencia de Matt y de Wilson Fisk. Yo, al igual que mucha otra gente, la vamos a ver, no porque nos interese el personaje protagonista (que me pareció bastante flojo en la de Clint y Kate), sino porque aparecen estos dos, y eso considero que es un error de enfoque por parte de Marvel Studios. Porque una cosa es que haya cameos y apariciones, porque no deja de ser un universo compartido y con muchas ramificaciones, pero no puede ser que lleguen personajes, como en este caso Matt a She-Hulk, y acaparen todas las miradas, y sean la razón principal por la que la gente vea la serie en cuestión. Para el futuro, creo que es algo que debería cambiar, sobre todo si quieren seguir presentando a gente nueva con tal de revitalizar la franquicia.

La semana que viene concluirá la temporada y también lo harán las reviews. Espero, al menos, que el episodio sea entretenido, y me deje con buen sabor de boca. Aunque el balance global de la serie es claro: She-Hulk ha sido una serie fallida como concepto y ejecución. Veremos qué queda con el 1×09. Nos vemos en la próxima.

PD: vaya fantasía de escena de Daredevil yéndose de casa de Jen a la mañana siguiente con el traje puesto.