Alba y el éxito en diferido
El mundo actual de la televisión es complejo de analizar. Cuando crees que dominas el tema, o, al menos, te manejas bastante bien en la cuestión de turno, llega un nuevo operador, una forma diferente de consumir, y te rompe los esquemas. Alba está disponible en Netflix desde el sábado 16 de julio, y es su tercera emisión en poco más de un año, y voy a comentar su trayectoria y qué me pareció.
En marzo de 2021, os hablé en esta web del piloto, que se estrenó en AtresPlayer Premium, que es la plataforma de vídeo bajo demanda de Atresmedia. Desde que empezara a emitir series, la estrategia habitual es lanzarlas en este servicio, para, un tiempo después, reestrenarlas en Antena 3, una de las cadenas generalistas de nuestro país y accesible para la mayor parte de población. En el caso que nos atañe, Alba llegó aproximadamente un año después en abierto, y tras un paso que cosechó buenas opiniones por parte de la crítica, en Antena 3 ha dado un golpe sobre la mesa.
En la realidad española, es raro ver cómo una serie supera sus cifras de audiencia semana a semana, pero Alba lo logró durante los últimos meses mientras transcurrían los episodios que componían su entrega única. No obstante, no todas las ficciones que viven situaciones de emisión similares cosechan éxitos. Por citar alguno, Parot, de la que también os hablé el año pasado, producción conjunta de Prime Video y RTVE, se estrenó en 2021 en la plataforma, para llegar este año en abierto en la cadena pública española por antonomasia; no obstante, se la ha pegado contundentemente en La 1. Otra que fue trabajo conjunto de RTVE, Boomerang TV y Chilevisión, con Amazon como apoyo económico, y que comparte protagonista con Alba (Elena Rivera), fue Inés del Alma Mía, que cuando se lanzó en la primera cadena de nuestro país, perdió fuerza con el paso de las semanas y la audiencia se fue resintiendo.
¿Qué podemos extraer de todo esto? Quizá una de las reflexiones más sencillas de realizar es que más gente tiene acceso a Prime Video que a Atresplayer Premium. La gente que quiso ver en su momento Parot e Inés del Alma Mía ya las vio en la plataforma antes de que llegaran a la televisión pública. Luego entra el factor promoción, que para el caso de la última no recuerdo tan bien, porque han pasado casi dos años desde su lanzamiento, pero con Parot sí que puedo comentar que la propaganda lanzada para anunciar que llegaba a La 1 ha sido entre nula e inexistente. Eso, sumado a lo que he comentado de que, muchos de nosotros, ya habíamos usado Prime Video para verla, ha causado que el desplome de audiencias haya sido de proporciones épicas.
Por el contrario, Alba sí que ha gozado de una debida promoción en Antena 3. Otra cosa no, pero esta cadena, publicidad de sus productos hace, o, al menos, esa sensación me genera, y eso que yo no consumo apenas televisión actualmente. Pero mucho antes de que comenzara su emisión en abierto, la ficción encabezada por Elena Rivera ya estaba en muchos espacios publicitarios de la cadena, o en sus redes sociales o en plataformas relacionadas con la compañía. La gente que veía habitualmente Antena 3, directa o indirectamente, se había enterado de que llegaba una nueva serie, e, independientemente de que la trama les llamase la atención más o menos de entrada, muchos irían el día del estreno a comprobar de qué iba la cosa, y si les convencía o no.
En un mundo como el actual en el que el consumo en diferido es lo más cómodo, fácil y manejable de gestionar, con muchísima gente ocupadísima en su día a día, y con cargas familiares y laborales que les obligan a madrugar entre semana, Alba ha obtenido unos datos que, a mí, personalmente, me han sorprendido. Por eso comentaba que, cuando crees que conoces una realidad en televisión, llegan casos como estos y te trastocan tus esquemas. ¿Será la norma general a partir de ahora? Rotundamente no. Considero que habrá excepciones, como esta serie, que causen un impacto más o menos grande en la cadena en cuestión que se emitan, en función de múltiples factores, pero el visionado bajo demanda no se va a ninguna parte. Por ejemplo: La Casa de Papel tuvo más vidas extra porque en Netflix batió récords cuando empezó a estar disponible una vez concluida su etapa en Antena 3, y la compañía decidió repescarla y ponerla ya bajo su sello, obteniendo más y más relevancia a nivel mundial, al margen de lo que podamos pensar acerca de su calidad a nivel de guion, trama y demás cuestiones.
A pesar de todo esto, me agrada saber que una producción como Alba haya tenido repercusión en diferido, porque transmite un mensaje que es necesario lanzar en la sociedad actual: la historia de cómo una joven lucha por llevar ante la justicia a sus agresores, y cómo pelea día a día para sobreponerse de un trauma tan horrendo como es una violación múltiple. El trabajo del elenco, desde la protagonista hasta el secundario que no tiene demasiado peso en los acontecimientos de la trama, es digno de alabar, y aunque no la incluí en mi particular top 10 de producciones españolas en 2021, estuvo muy próxima a colarse. Hay que destacar que el anterior fue un año de mucho nivel en nuestro país, y la pugna por ganarse un puesto fue muy dura, mucho más de lo que me hubiese imaginado.
Como decía en el arranque, desde el pasado sábado la tenéis disponible en Netflix. A fecha de publicación de este artículo, ya es la serie más vista en España de la plataforma. No me sorprende que obtenga relevancia nuevamente, aunque habrá que seguir su evolución en las próximas semanas, ya que tras el impacto obtenido en Antena 3, igual eso causa el efecto contrario que he citado con los ejemplos de Prime Video. Sea como fuere, Alba es una de las producciones españolas recientes que vale la pena que veáis, porque, por desgracia, refleja una realidad muy cercana actualmente, y si consigue mínimamente concienciar y que la historia de esta joven sirva para como apoyo y ayuda a las víctimas de estos crímenes execrables, ya habrá cumplido con su función. Y, además, si no conocíais a uno de los jóvenes valores de la ficción nacional como Elena Rivera, pues eso que os lleváis también.