Review Agents of SHIELD: World's End

Review Agents of SHIELD: World’s End

La noticia de la semana, en cuanto a esta serie se refiere, es la renovación por una quinta temporada, que veremos probablemente en el 2018, pues se emitirá después del fin de la primera temporada de Inhumans.

La cuarta de Agents of SHIELD, ha sido una temporada de una calidad descomunal, especialmente el último arco argumental. En mi opinión, en la season finale han sabido darle un cierre más que digno a este arco introduciendo, además, todos los elementos importantes de la temporada de forma fluida y coherente.

En este episodio hemos unido el Darkhold con el  Ghost Rider, AIDA, The Superior, la cruzada contra SHIELD, la estupidez manifiesta de Talbot, los LMD, alusiones al falso poder de Mace, las buenas intenciones de Radcliffe, el viaje autodestrutivo de Daisy y la despedida definitiva del Framework. Básicamente hemos hecho un repaso de toda la temporada en 43 minutos, y los guionistas lo han hecho bien. Creo que ha sido un episodio de cierre, que funciona perfectamente como final de temporada y que podría haber funcionado decentemente como series finale, pero afortunadamente, los personajes no pudieron terminar tranquilamente la cena y fueron secuestrados por unos desconocidos…

Y para colmo terminamos con un cliffhanger de infarto: Coulson despertándose en lo que parece ser una prisión intergaláctica.

En la cuarta temporada comenzamos introduciendo un elemento sobrenatural, que marcaba su punto álgido con Robbie Reyes y el demonio que habita en su interior. Conforme fueron avanzando los episodios, los guionistas mezclaron con éxito el elemento sobrenatural con el apocalipsis tecnológico, la rebelión de las máquinas o la maldita IA ideada por un científico loco que no ha aprendido la lección tras Ultrón.

En la season finale hemos asistido a la victoria del demonio sobre la tecnología, aunque la parte más negativa de esta tecnología nace precisamente del mismo material que conoce el demonio, de ahí que Ghost Rider quiera llevarse consigo tanto al libro como a Aida. Si Gabriel Luna ha sido una adquisión interesante, más lo ha sido Mallory Jensen, quien ha bordado su papel, su trabajo ha sido exquisito en la serie y es una pena haberle dicho adiós. Aunque, seamos sinceros, habernos desecho de Ophelia es un auténtico alivio.

Me lo he pasado muy bien con Ophelia y el framework, pero lo que más me ha gustado es la evolución de los personajes que llevamos cuatro años conociendo. Personalmente me ha encantado verlos en circunstancias completamente ajenas a las que viven en esta realidad. Además, a través de estas experiencias de autoconocimiento, especialmente de Fitz, hemos conocido mejor el alma de los personajes. Por otro lado, las reflexiones tanto de Aida como de la falsa May u otros personajes, nos han ayudado a indagar sobre las características que definen a un ser humano y sobre la importancia de la humanidad en cada persona.

Las relaciones entre los personajes se han explorado de una manera muy positiva, tanto las relaciones con tintes románticos como las de amistad o las paternofiliales en el caso de Fitz o incluso de Mack.

Me ha parecido especialmente emotivo el momento en el que Fitz ofrece sacrificarse por el equipo, quedándose solo y aceptando ser detenido, asumiendo las culpas, que realmente tiene, por la construcción de Aida y las culpas más dudosas por las muertes de Agnes y Mace… de hecho incluso se siente culpable por personas que realmente no mató en sentido estricto, aunque en su momento lo sintiera así, inhumans a los que asesinó mientras drenaba sus poderes. Inhumans que eran unos y ceros.

En todo caso, cuando Fitz ofrece un sacrificio, ninguno de sus compañeros lo acepta y Daisy le recuerda, que no hace tanto tiempo era ella quien vivía aplastada bajo el peso de la culpabilidad y que fue precisamente él, Fitz, quien la ayudó a volver a ser ella misma.

Hemos tenido escenas de acción impactantes y giros muy sorpresivos, pero creo que lo más importante es que no se ha descuidado ni un momento el contenido más emocional. Jemma  sigue amando a Fitz, quien parece que tardará mucho tiempo en perdonarse a si mismo, aunque todos sus compañeros ya lo han perdonado. May y Coulson admiten que tienen una botella de vino pendiente y es genial que Phil haya optado por poner al día a Melinda al respecto de la LMD. Yo-Yo y Mack  descubren que quieren formar una familia, juntos y aunque Mack sufre la perdida de Hope, es capaz de apreciar la belleza de haber convivido unos años con la ilusión de la hija que murió.

La despedida de Radcliffe y el Framework ha sido preciosa, una imagen perfecta del hombre que quiso conseguir la inmortalidad y que movido por el amor a Agnes y el progreso de la raza humana terminó asistiendo al asesinato de la mujer que amaba, días antes de contemplar el fin del mundo.