Review Legacies: Follow the Sound of My Voice

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La vuelta de Legacies con el episodio anterior fue bastante entretenida, y en este undécimo capítulo han bajado un poco las revoluciones y, aunque me ha gustado también, creo que está por debajo de lo visto en el décimo. Creo que lo podríamos llamar de transición, porque no ha habido acontecimientos tremendos, ni revelaciones o momentos que nos hayan volado la cabeza, o al menos a mí. Aun así, vamos con lo que ha pasado.

Nuevamente, tenemos tres frentes distintos, como viéramos en el 4×10: Hope y Lizzie por una parte, lo que pasa en la escuela por otra, y hemos cambiado al trío del limbo por MG y Kaleb y su particular misión de traer de vuelta a Ethan.

Vamos a empezar por la última, porque creo que es la que menos cola traerá, y tampoco es que sea la más emocionante de este episodio. El dúo de vampiros viaja hasta la ciudad en la que vive actualmente la familia de Ethan, al que no veíamos desde antes del parón, cuando estaba bajo la influencia de la maldición que afecta a Ben, y pone en alerta a todos los monstruos o los que tienen parte monstruo, como el caso de Kaleb y él, y les obliga a cazarle. MG va en busca de su amigo, al que tras varias escenas logra convencer de que regresar a Mystic Falls es lo más adecuado, y terminan volviendo. La relación de estos dos ya he comentado en más de una ocasión que fue de lo más reseñable de la tercera temporada, y todo el conflicto que generaron por darle a Ethan, de repente, un interés sentimental hacia Lizzie, no me gustó. No sé hasta qué punto lo seguirán explotando, pero por mi parte, prefiero que no minen una amistad bastante bien construida, teniendo en cuenta que nació en una temporada en el que la mayor parte de elementos de la trama no tuvieron un desarrollo demasiado adecuado.

La otra parte menos interesante para mí ha acabado siendo la de las dos más protagonistas que tenemos en estos momentos, Hope y Lizzie. Hemos visto cómo su relación sigue progresando, ahora que han dado un paso más todavía al estar la hija de Alaric vinculada por sangre a la hija de Klaus. No sé hasta qué punto buscarán desde la sala de guionistas hacer que la ausencia de Josie la compense la presencia de Hope; no digo que la sustituya, porque no puedes sustituir a una hermana, y menos con la conexión existente entre las Saltzman, sino que precisamente esas conversaciones que mantienen ambas a raíz del encuentro con esa niña y lo que supone para Lizzie ayudarla, me da pie a pensar todo esto. No obstante, teniendo en cuenta que la relación entre estas dos ha dado tantos vaivenes, yo me espero alguno más en el futuro cercano, y quizá nos muestren algún distanciamiento, además sabiendo que Hope sigue con su humanidad desactivada. Recordemos también que Lizzie se puso en contacto con MG mediante proyección astral, y solo nos mostraron lo que le comentó en su regreso a Hope, no cómo dialogaban ambos. No me extrañaría que hubiera puesto en alerta a sus amigos de la situación, o les dijera algo que pueden aprovechar en futuros episodios. Veremos cómo siguen ambas.

Lo más relevante ha tenido lugar en la Escuela Salvatore. Ante el vacío de poder del lugar, lo lógico es pensar que alguien sustituiría a Alaric, dado que es un centro en el cual no hay director o directora que lleve las riendas, y casi se podría considerar que son alumnos autosuficientes. Así que cuando anuncian que hay una sustituta en camino, sentía curiosidad por ver quién era la elegida, y al ver que hacía acto de presencia Aurora, no diré que me lo esperara, pero tampoco me sorprendió demasiado. Evidentemente, lo único que pretende es obtener más conocimientos acerca de cómo matar a Hope, así que su misión no es didáctica ni mucho menos. Aunque, sinceramente, la información que consigue extraerle a Ben preocupa bastante como bien dice él, porque ya lo comentamos en la review anterior: parece que los dioses van a entrar en escena. Que alguien como Aurora sea la que los despierte como dice Prometeo/Ben, no me inspira ninguna confianza, y veremos las consecuencias. Encima, en el proceso de conseguir la información, ha afectado a la capacidad de Cleo de inspirar a la gente, demostrando una vez más que no es un personaje que se ande con muchos rodeos ni contemplaciones. Supongo que acabará recuperando su poder, pero de momento, me imagino que pasarán algunos capítulos en los que la veamos perjudicada por esa acción de Aurora.

En cuanto a Jed y sus sentimientos hacia Ben, sinceramente, tampoco diré que me haya sorprendido mucho. Con lo que nos habían mostrado en estos episodios, creo que se notaba cierto feeling entre ambos, y el generar shippeos y relaciones casi de la nada es marca de la casa de la cadena The CW, y ya he comentado antes que con Ethan y Lizzie fue así, de la noche a la mañana crearon un vínculo donde no había nada, porque encima juraría que no habían compartido ni una escena juntos. Que ahora a Jed le guste Ben, pues lo compro completamente y no me parece mal. Al final, es una forma de darle protagonismo a este personaje, que siempre ha estado al margen de los principales y creo que no han sabido nunca darle sitio ni cómo hacerlo. Como parece que Ben y su relación con los dioses va a ser lo que marcará el devenir de esta parte de entrega, pues igual así dan más relevancia a Jed. De entrada, no me parece mal en absoluto, y veremos dónde nos lleva todo esto.

Como decía al principio, este ha sido un episodio de transición, y el duodécimo espero que tenga algo más de movimiento, y conozcamos quizá más detalles sobre los dioses o qué pretende hacer Aurora. Nos vemos en la próxima review.