Pilotos: Reverie

Pilotos: Reverie

Ya llegó la temporada veraniega y no se nota solo por la gran disminución de series en emisión, sino porque empiezan a ver la luz algunas de aquellas series anunciadas en los upfronts del año pasado pero que por alguna extraña razón han caído en el olvido hasta ahora, como ha sido el caso de Reverie.

Este nuevo estreno de NBC nos presenta una tecnología en desarrollo que le permite a quien pueda permitírselo, disponer de un mundo de realidad virtual únicamente ligado a la mente del sujeto en cuestión; el problema está en que algunos sujetos de prueba se han quedado con su mente atrapada en Reverie (el programa) y para ello recurren a Mara Kint, una negociadora cuya labor será conseguir que las personas atrapadas logren despertar.

Nos encontramos con un reparto con caras conocidas de la televisión como pueden ser Sarah Shahi (Person of Interest), Sendhil Ramamurthi (Heroes) y Dennis Haysbert (The Unit), un grupo de actores con muchos episodios a sus espaldas y que te hace preguntarte cómo una serie con un cast así en network ha sido relegada a esta época del año. De todos modos pese a la solera del reparto, los personajes durante este primer capítulo son un cúmulo de clichés a los que habrá que ver si llegan a evolucionar en algún momento.

¿Qué es lo que nos muestra este piloto? Una procedimental con un toque a lo Inception pero tecnológico que gracias a este punto tiene material para poder hacer algo interesante en un futuro, pero cuyo caso de presentación es terriblemente aburrido y falto de chispa. Puede que sea algo premeditado para centrarse más en Reverie en sí que en la persona atrapada, pero no quita que la imagen que da sea bastante pobre.

Reverie tiene armas con las que poder terminar siendo un producto muy bueno y una de esas procedimentales con trama que tanto les cuesta hacer a las cadenas, pero no dejan de ser armas de doble filo que son fáciles de terminar repercutiendo en la propia serie. Otras cosa es que las use, porque si Reverie va a ir cortada por el patrón de su piloto nos podemos terminar encontrando a una procedimental simplona con toques de ciencia-ficción.