Pilotos: The Blacklist Redemption
El pasado 20 de abril de 2016 vimos, en el 3×20 de The Blacklist, lo que luego supimos que resultaría ser el piloto encubierto que la NBC quería para un spinoff. La idea era centrarse en el personaje de Susan Hargrave, interpretada por Famke Janssen, que tuvo una pequeña aparición al final del episodio anterior, y que durante el episodio homónimo nos la presentaron como una especie de Reddington femenino y cuya sorpresa final fue que se revelaría como la madre de Tom Keen. Pero con un detalle muy importante, y es que ella no sabe, aparentemente, que Tom sea su hijo.
En mayo de ese año confirmaban que el spinoff saldría adelante, sería conocido como The Blacklist: Redemption y constaría de 8 episodios. Emplazada para midseason de 2017, aprovechando el parón de la serie principal. Estaría centrado de alguna forma en Susan Hargrave y Tom Keen, al que se les uniría el personaje de Matias Solomon.
Tras el estreno de la cuarta temporada de The Blacklist, y a medida que nos íbamos acercando a la fecha de estreno, nos iban dando algunos detalles más de la serie. Seguramente el más importante haya sido la introducción del padre de Tom Keen, Howard Hargrave, interpretado por Terry O’Quinn, donde lo descubríamos con la noticia de su “muerte” (¿En serio fichando a ese actor íbamos a pensar que estuviera realmente muerto?). Para terminar con el reparto, la inclusión de dos nuevos personajes: Dumont, el típico informático y Nez Rowan, una chica de armas tomar.
Tras haber visto el episodio piloto, mi primera impresión no ha sido muy buena. La premisa es bastante simple, el padre de Tom Keen regresa de entre los muertos (¿¡Sorpresa!?) y tras hacerle ir a New York bajo un bajo pretexto, se reúne con él. Allí le cuenta las malvadas intenciones de su madre, que debe infiltrase en su grupo y hacerlo caer desde dentro. Obviamente no nos podemos posicionar de ningún lado. A mi lo que me ha parecido es que al final el padre resulte ser peor de lo que nos cuentan, y acabe siendo el verdadero enemigo. En todo caso, Tom le sigue el juego y acepta participar en una misión, ya que además está relacionada con su pasado.
La primera misión, tras una somera presentación de personajes, trata sobre el secuestro de una agente de la CIA (Anna Copeland) y su hijo por parte de un antiguo activo que se sintió traicionado por el equipo que formaban. Tras un plan algo rebuscado, que constará de un secuestro, fuga fingida, robo de planos y asalto a mansión a través de unos túneles estratégicamente bien colocados (todo muy casual, vamos), llegamos a un desenlace rozando la vergüenza ajena. Al final del episodio vemos que, tras revelarle el padre de Tom los supuestos planes de su madre (menudo culebrón), decide hacerle caso y quedarse en el grupo para intentar abortar los planes.
Quitando lo absurdo del desarrollo de la misión, y la trama conspiranoica que enfrenta a los padres de Tom, la verdad es que queda poco destacable de mención. Tom Keen es un personaje que en The Blacklist tuvo sus altibajos, y el spinoff ha empezado cuando el personaje estaba algo gastado. Sin embargo, Matias Solomon me parece mucho más atractivo como personaje, y de lo que más me ha gustado del piloto. Susan Hargrave es otro personaje con pasado confuso, no a nivel de Reddington, pero se le intuye lo bastante enrevesado como para darnos algunas sorpresas, cosa que se ha intuido en alguna conversación del episodio.
En fin. Que sean sólo 8 episodios es un punto muy a su favor, y veremos si de alguna forma se relacionará lo que veamos durante esta temporada con el regreso de The Blacklist allá por el mes de abril. A priori parece que tendrá un desarrollo procedimental mientras se va desgranando la trama principal. Algo así como cuando empezó la serie de la que se deriva, pero más concentrado. Veremos si logra crecer tanto y tan bien como lo hizo ella.