Review She-Hulk: Just Jen
No sé si seré al único que le pasa, pero lo cierto es que, con el transcurso de las semanas, me interesa menos esta serie. La voy a ver, porque el formato no se me hace pesado; es otra más del Universo Cinematográfico Marvel (UCM en adelante); que quizá sea relevante para algo en el futuro (o no); y, bueno, solo quedan tres episodios más, y “parece” que va a pasar algo en lo que queda por ver. Esta semana, de nuevo, decepción.
Aunque no sé si es justo calificarlo así, porque Jen al comienzo ya advierte al espectador qué va a encontrarse. No sé si por la esperanza de que en la boda pasara algo, o nos dejaran alguna sorpresa, esperaba encontrarme con otra cosa, pero no, dan lo que prometen. ¿Cuál es el problema? Que a mí no me interesa en absoluto.
De hecho, a mí lo que me fastidia es algo que he venido defendiendo durante todas estas semanas en las reviews, que yo he venido a ver la historia de este nuevo personaje, y no estoy aquí por ver los cameos de gente conocida de este universo, como les pasa a muchos otros que empezaron la serie porque en cierto adelanto, aparecía Daredevil. De hecho, auguro una buena cantidad de hate hacia la serie y el episodio de esta semana precisamente por parte de este sector, y no les culparé, porque tras el gancho del final de la semana pasada, creo que todos esperábamos ver ya a Matt Murdock. No obstante, repito, a mí que no salga un personaje de Marvel u otro no me molesta; lo que me pasa es que, cada vez, creo que lo voy necesitando más para esta serie, porque la vida de este personaje me importa menos a cada episodio que pasa.
Encima, esta semana, su trama no es la más reseñable para la ficción. De hecho, hasta que no se pone en modo Hulka y se da de tortas con Titania, es que no pasa absolutamente nada. No hay nada que destacar más que la invitan como dama de honor a la boda de una amiga de la infancia, y la novia le pide que sea simplemente Jen y no su alter ego verde. Ahí lo tenéis, el resumen del episodio. La pelea, encima, tampoco es gran cosa, de las más olvidables de todo el UCM, aunque tampoco es una “pelea” como tal; no es el enfrentamiento con mayúsculas entre los dos rivales de turno; dudo que aquí lleguemos a ver algo así, porque Titania no sé ni siquiera si es la némesis principal de la historia. Así que toda esa sección del episodio me sobra, y el problema es que es más de la mitad de metraje “útil”, por así decirlo (obviando los créditos finales, el previously y el opening clásico de Marvel Studios, el cómputo ronda los veinticuatro minutos).
Lo más interesante para el devenir de la serie viene por la trama secundaria, la de Mallory y Nikki. En un caso de un tipo que es, literalmente, inmortal, y se llama así, descubren un hilo en un sitio web que se parece demasiado a Reddit, en el que descubren que hay una cantidad bastante considerable de posts amenazando de muerte a Jen, y buscando formas de acabar con ella. De hecho, por si pensábamos que era algo inocuo, el capítulo cierra con una escena en la que, en lo que parece ser un laboratorio, se está preparando algo relacionado con ella, quizá con el objetivo de atentar contra su vida. Veremos en qué deriva todo esto.
Poco más se puede extraer de esta semana en She-Hulk. Me gustaría poder decir que cada semana me convence más y más la serie, pero no es así. Abogaba por que la serie es de ella, y quería que me gustara lo que cuenta, pero he ido perdiendo progresivamente el interés, hasta el punto de que estoy por unirme al bando de aquellos que solo quieren ver cameos y conexiones con otras cosas del UCM. Y creo que eso habla mal de un producto que, sí, comparte un universo mayor con otras producciones, pero que debería poder sostenerse por sí solo sin necesidad de que venga a rescatarlo Wong, Abominación o, cuando llegue, Daredevil. Espero que las semanas finales salven un poco esto, porque, por ahora, pinta mal. Nos vemos en la siguiente review.