Review The Walking Dead: Warlords

Review The Walking Dead: Warlords

A veces en The Walking Dead y es una serie de terror, otra de supervivencia, pero a veces es (cada vez menos) se mete de lleno en episodios algo más experimentales que juegan con distintas líneas argumentales que terminan coincidiendo, con diferentes tiempos y con personajes que luchan distintas guerras. Warlords ha sido algo así, un episodio refrescante después de tanto rollo sentimentaloide con Eugene y las distintas versiones de Stephanie.

Esta temporada ha mantenido un ritmo irregular y aunque la mejora frente a las temporadas anteriores es más que evidente, aún cuesta retrotraerse a la serie buena de zombies que dejamos de ver hace más de un lustro. Cada arco argumental tiene sus episodios destacados, normalmente aquellos que abren o cierran una historia. Pasó con los Susurradores, vimos ese excelente episodio en el que muere Jesus tras una pelea en un neblinoso cementerio. Pasó con Negan, pasó con Alpha… es lo habitual en la serie. A veces también tenemos buenos episodios aislados, como Warlords donde vemos mucho del funcionamiento de ese mundo despiadado en el que sólo sobreviven los fuertes y a la vez asistimos a grandes momentos de nuestros personajes, todo coronado con un guión bastante decente y algún que otro giro sorpresivo.

Hay un tipo de personajes que habitualmente sirve de relleno y es lo que pensé al conocer a Toby Carlston, el típico idiota que quiere subir peldaños en el escalafón social y para ello se apunta a una misión diplomática de la que no saldrá mal parado. Al empezar el capitulo hubiera apostado a que Toby no era más que el red shirt que toma protagonismo durante dos minutos antes de morir y ser olvidado. Pero nada más lejos de la realidad, el tipo nos ha sabido engañar y en un momento se ha convertido en un villano con bastante carisma. Debo mencionar que el detalle de un ex alcohólico que moja los dedos en alcohol y se los lame es de las cosas más turbias e interesantes que nos han mostrado en la serie últimamente.

Por lo que The Walking Dead nos tiene acostumbrados, lo lógico sería pensar que mientras que Maggie y compañía salvarán el día, matarán al malo y todo volverá a la normalidad. Pero quiero pensar que no será así, una parte de mí se resiste a aceptar que se cargarán a un villano tan bueno de una forma tan rápida. Me gustaría que esta trama sirviera para estremecer las raíces de la Commonwealth y de la confianza que todos los personajes han puesto en ellos. Ojalá la trama no se resuelva completamente en el próximo episodio (lo que previsiblemente ocurrirá) y la alarguen lo suficiente como para crear un conflicto de interés, que ayude a crecer la desconfianza en Pamela Milton y que siembre estrías en los cimientos de la perfectísimamente bien organizada sociedad de la Commonwealth. No quiero creer que las culpas recaerán en Hornsby, que Carston simplemente morirá y que esta interesantísima trama sobre servirá al propósito de darle un punto a Pamela y de traer de nuevo a Negan al campo de juego.

Puede que a Maggie le de lo mismo ayudar a una comunidad necesitada, ella tiene sus propios problemas allá en Hilltop y Alexandria y es muy coherente que en un primer momento se niegue a asistir al joven necesitado y a su misteriosa comunidad. Creo que si el muchacho hubiera dicho el nombre de Maggie, algo que Negan le sugiere…. hubiese sido más lógico el cambio de parecer de La Viudad y a todos nos hubiera parecido mucho más verosímil que acudiera a ayudar a esos desconocidos empujada en parte por la curiosidad. Pero aceptaremos este detalle, porque es lo único que no me ha gustado del episodio y para un par de ideas buenas que tiene la serie tampoco vamos a ponernos a buscarles los defectos.

El inicio del episodio me ha parecido muy interesante, pasando por alto el detalle mencionado en el párrafo anterior, creo que situar a nuestros personajes en una misión misteriosa y que ésta se vea interrumpida por tres soldados de la Commonwealth zombificados y por un Aaron corriendo en medio de la nada … es una idea grandiosa. La estructura de compartimentos temporales que explicaban lo que habíamos visto (y deseablemente nos había sorprendido) en las escenas anteriores me ha gustado mucho, al igual que este nuevo grupo y la actitud de nuestros dos amigos de la Commonwealth al respecto.

Es improbable que la trama de este lugar se alargue, pero ya hemos conocido la corrupción que pudre las bases de la Commonwealth y somos conocedores, también, de que muchos de sus habitantes cargan con secretos mucho más oscuros de lo que creíamos hasta el momento. Ojalá sepan cerrar el arco de Carslton con buen criterio y sirva para empezar a desmantelar la tiránica sociedad de clases de la señora Milton.