Review Ted Lasso: Man City

Review Ted Lasso: Man City

Ted Lasso es una comedia, repetid conmigo, Ted Lasso es una comedia. A ver, os estaréis preguntando porqué empiezo así la review y es que aunque esta no sea una sitcom de dejarte doblado en sofá de los ataque de risa pero si que por lo general es una ficción alegre que mejora el día; sin embargo nos hemos encontrado un episodio que podría dar el pego como uno de BoJack Horseman.

Desde el arranque no hace prisioneros, el coche que se lleva por delante a la doctora nada más empezar es un aviso de lo que va hacer el capítulo con espectador. Estos 40 minutos son propios de otra serie, un acoso y derribo al corazón de los fans en los cuales a duras penas tenemos una resolución feliz que llevarnos a la boca.

Posiblemente una de las pocas resoluciones felices es que pese al accidente Sharon está bien, aunque la toque soportar a Ted en toda su gloria pues quien se entera del percance y quien va a por ella al hospital. La serie poco a poco nos ha ido enseñando como tanto la psicóloga como el entrenador han ido acercándose y prácticamente toda esta primera parte de episodio sirve para ver cómo ambos van limando asperezas. Algo me hace pensar que vamos a tener una trama romántica entre los dos, cosas que tendría algo de sentido viendo por dónde ha tirado otra de las tramas, pero en lo personal no es algo que me gustaría especialmente pues considero que sería más acertado dejarlo en un relación normal entre doctora y paciente.

He mencionado otra trama y vayamos con ella, ya que la serie no se ha andado con tontería y les ha quitado la venda tanto a Rebecca como a Sam revelándose por fin con quien estaban hablando, vamos entre ellos. Aunque en un principio Rebecca se niega hasta permanecer en la cita, Sam termina convenciéndola llegando al culmen cuando él va casa de ella tras el partido de copa y ese beso con el portal. Tengo ganas de ver como evoluciona esta relación entre jugador y presidenta, aunque con la lógica por delante algo me hace pensar que bien esto no va a terminar.

Pero el episodio dura más de 40 minutos por algo y es porque llegó el gran día de Ritchmond, el día de la semifinal de la FA Cup contra el Manchester City, un David contra el Goliath que les envió a segunda en el final de temporada anterior. Un día especial en el imponente estadio de Wembley y un día en el que el resultado es lo de menos … pues ocurre lo normal cuando un grande se enfrenta a un segunda, que el equipo grande arrase al pequeño.

Obviamente todo el desarrollo del partido hunde al vestuario, pues aunque era un resultado previsible la ilusión de quienes no tienen nada que perder se rompe de mil maneras cuando se pierde de una manera incontestable, pero todo el tema del partido es secundario ya que todo esto se utiliza para profundizar en la relación de Jamie con su padre, quien a pesar del distanciamiento entre ambos se sigue comportando como una auténtica sanguijuela con su hijo: primero pidiéndole entradas para el partido (con intención de animar al rival) y después llegando a mofarse de un vestuario hundido tras el mismo para pedirle a Jamie que le ayude a poder entrar en el césped del estadio. Al final Jamie termina llegando a las manos con él, recibiendo el apoyo del resto del equipo.

En general aunque lo considero un capitulazo, si que es probablemente el episodio más gris de toda la temporada, que deja toda la trama en un punto en el que es tan fácil que todo vaya a peor o que tanto la plantilla como el staff se levanten de nuevo.