Review Ted Lasso: Beard After Hours

Review Ted Lasso: Beard After Hours

El episodio se llama “Beard After Hours” pero bien podría haberse titulado “Noche de farra con Beard” y habría dado totalmente el pego porque el capítulo va literalmente sobre eso, la noche que se pega el segundo de Ted justo después de dejar el estadio de Wembley tras la derrota contra el City de la semana pasada.

Precisamente el punto de partida es la escena en la que Ted y Beard se despiden tras el partido, quedando para repasarlo al día siguiente por la mañana, a partir de ese momento seremos la sombra de Beard, un personaje que aunque siempre esté ahí hasta ahora la serie nunca se había decidido a darle algún tipo profundidad o desarrollo a diferencia del resto del staff (incluso Higgings ha llegado a ser más veces el foco de atención que el propio Beard).

El desencadenante de esta noche de desenfreno de Beard es una alucinación que tiene al llegar a casa con el ex-jugador Thierry Henry insultando y criticándolo por no haber evitado que el equipo saliera con una táctica ofensiva ante un equipo tan superior como el City, fruto de él es el primero que sabe que se equivocaron. Esto nos lleva a ver a Beard ya en la taberna de confianza con esos tres parroquianos de siempre bebiendo no solo para olvidar el partido, sino su vida privada pues la relación que mantiene con Jane va mal para no variar.

Querer distanciarse de ambos dramas lo lleva a irse fiesta con estos tres hinchas con el objetivo de colarse a un pub privado, cosa que consiguen y dónde Beard conoce a una mujer que después de ser descubierto, lo lleva a su casa con el pretexto de arreglar sus  pantalones (lo cual resulta ser su verdadera intención), pero todo empieza a venirse abajo para Beard cuando llega la pareja de ella a casa y resulta ser un armario empotrado que no se toma muy bien la presencia de él en la casa, llevando a nuestro protagonista hoy a una huida desesperada que va desde la azote, hasta un contenedor pasando por colarse en un bus.

Sin dinero, sin móvil y sin nada, Beard toca fondo cuando se encuentra con el padre de Jamie y sus amigos, quien fruto del encontronazo en el vestuario después del partido como no podía ser de otra manera termina en una pelea en la que Beard no tiene ninguna posibilidad de ganar y esto es así hasta que llega la pareja de la chica de antes y los tumba, pues únicamente quería devolverle la cartera y explicarle la situación de la relación que tiene con la mujer de antes.

Parece que todo ya va a mejor para Beard, recupera sus enseres personales y se encuentra al trío de fans que le acercan a su casa, pero el destino le tenía una mala sorpresa preparada: se le rompe la llave dentro de la cerradura justo antes de ponerse a llover. Desesperado y en su momento más bajo de la noche, termina en una iglesia que resulta ser la discoteca en la que estaba Jane, quien por mensaje le había admitido que también le quería a él.

Con Beard volviendo como si nada al repaso del partido cerramos un episodio extraño por el hecho de estar centrado exclusivamente en el personaje de Beard, pero que aún así me ha encantado pues como he comentado antes, si había un personaje que necesitaba de algo más de desarrollo era el suyo. Un buen descenso a los infiernos que nos hace conocer un poco mejor a la mano derecha del protagonista, esa persona callada que aunque no lo parezca, procesa mucho más de lo que cuenta.