Review Titans: Barbara Gordon, Red Hood y Hank & Dove

Review Titans: Barbara Gordon, Red Hood y Hank & Dove

Volvemos con las reviews de Titans en Casa Spammer. Me encargué de redactar las de la decepcionante segunda entrega, y ahora regreso a analizar la ya serie de HBO Max, que se mudó tras la absorción de la plataforma streaming que había albergado a esta serie, DCUniverse, y ahora ya está oficialmente en el servicio bajo demanda de Warner. La primera ración ha llegado en forma de tres episodios, así que vamos a ello.

Puede que Titans sea la serie que más me desquicia de todas las que sigo actualmente, y veo unas cuantas. Me saca de quicio porque veo todo el potencial que tiene, y lo que podría llegar a ofrecer, y luego me planto delante de la pantalla para ver lo nuevo de la serie, y me encuentro con que me quieren timar, porque no me creo lo que estoy viendo. 

En otras ocasiones, analizar de golpe tres capítulos como en este caso podría resultar algo complicado, y más teniendo en cuenta lo que nos ofrecieron en la temporada anterior. Sin embargo, parece que una de las cosas que han aprendido (veremos cuánto les dura) es a coger un hilo argumental, y seguir con él, introduciendo cosas secundarias por aquí y por allá, como la mayoría de ficciones, pero con un solo foco de atención, que ha sido Red Hood. Esto, repito, es positivo, porque las miradas del grupo se han ido a este nuevo personaje que ha irrumpido en la serie, y me facilita el trabajo para comentar las dos horas aproximadas de metraje que han abarcado estos primeros episodios. ¿Qué pasa? Que no me lo creo, básicamente.

Yo no me considero una institución en el mundillo de los cómics. He leído cosas sueltas de DC y Marvel, quizá tenga más información que el espectador medio que simplemente se planta delante de la serie a verla y a pasar un rato sin más, pero no soy yo el que va a dar lecciones a nadie sobre el origen de los personajes y lo que hacen con ellos en acción real; simplemente me dedico a analizar series. En el caso que nos atañe, sabía del destino de Jason Todd en las viñetas, y su paso a Red Hood. Además, conforme fueron pasando los meses tras el cierre de la temporada anterior, e iban saliendo informaciones de fichajes o enfoques de la entrega en la que nos encontramos, como soy uno de los que se encargan de llevar esta web, y siempre estoy atento a noticias de ese estilo, porque me muevo en este mundillo, supe de antemano que este personaje iba a dar el salto ahora. ¿Por qué no me lo creo? Porque me da la sensación de que me están vendiendo un triciclo y lo quieren hacer pasar por moto.

Se desprende de este arranque que parece que hayan querido romper con lo emitido hasta ahora, con menciones justas a lo que pasó en la segunda, y pretendieran empezar casi de cero. El gran problema es que no puedes obviar dos temporadas y, sobre todo, con elementos tan precarios como el desarrollo de muchos de tus protagonistas, salvando a Dick, Hawk y Dawn; el resto, o recién llegados como Conner (que él y Krypto me parecieron de las cosas más rescatables de la temporada anterior), o gente que dio la sensación de ser más lastre que otra cosa, como Gar, Kory, Donna o Rachel (a los que, por cierto, conocemos casi desde el inicio de la ficción) y, por supuesto, a Jason. 

Jason Todd era un crío, que el traje de Robin le vino grande, que quiso buscar su lugar en el mundo, primero con Bruce en Gotham, y luego en San Francisco con los Titanes. Pero acabó siendo la falsa moneda, que pasaba de una mano a otra, y solo hacía que recibir por todos lados, en ocasiones, sin él pretenderlo. Todo eso, unido a que no era la mente más brillante del grupo, impulsivo, cabezota y inexperto, le convertían en un cóctel, cuanto menos, peligroso. Como vemos en un magnífico cold opening, Bruce pasa de él y, de nuevo, queriendo demostrar que es capaz de gestionar una amenaza del calibre del Joker, sale a buscarle y termina siendo asesinado de una forma cruel y violenta. Y aquí viene el gran punto de conflicto que tengo con este inicio: no me puedes hacer creer de verdad que, de la noche a la mañana, Jason Todd se convierte en Red Hood.

Para empezar, porque desde su muerte hasta que Red Hood entra en escena, qué pueden pasar, ¿días? Pongamos que transcurre una semana, o varias. Tampoco es creíble que, este chaval, con pocas luces, pase a ser un cerebro criminal capaz de someter a sus ex compañeros a una cacería contrarreloj, distrayéndoles con acertijos y pruebas que parecen más propias de otros villanos de Batman que de lo que realmente el Jason Todd de Titans podría ser capaz de elaborar y preparar. Que por mucho que intenten justificar que el muchacho estudiaba química y, al parecer, libros de ajedrez (o que se vio The Queen’s Gambit en la mansión de Bruce), es materialmente imposible, salvo que seas un súper dotado (y este Jason no lo es), que te conviertas en un genio criminal de este calibre. Por poner un ejemplo que sí que es completamente entendible, y que igual a muchos se os escapa ese detalle, porque lo contaron en la temporada anterior y no caísteis: Conner, Superboy, es un chico probeta, creado a partir del ADN combinado de Superman y Lex Luthor. Por lo tanto, todas esas escenas que tenemos durante este comienzo de entrega de charla técnica, o él creando ese dispositivo que pretendía salvar la vida de Hank, sabiendo que tiene esos genes, son perfectamente entendibles y encajan a la perfección con el Superboy de Titans. Pero este Red Hood no es creíble.

En su motivación sí. Viéndolo con perspectiva, han estado preparándole para llegar a este punto, y creo que es una de las pocas cosas que, con el paso de las entregas, ha salido airosa, sabiendo que íbamos a llegar a Red Hood. Pero esa conversión tan repentina, tan abrupta y, sobre todo, convirtiéndole en alguien tan distinto al que era, no me la puedo creer. Ya lo siento, pero no la compro en absoluto. Este personaje puede molar mucho; de hecho, sus momentos durante el tercer capítulo me parecen estupendos, pero sabiendo de dónde viene, y que ha pasado tan poco tiempo de su transformación de un alter ego al otro, no puedo estar conforme en ningún caso. Todo apunta a que va a ser el villano de la entrega o, al menos, de este primer arco que hemos visto esta semana. No digo que vaya a ser mal enemigo del grupo; es más, ya con lo que le hace a Hank, ha hecho más que cualquiera de los otros rivales que hemos tenido en la serie. Pero es muy complicado construir un edificio con unos cimientos tan endebles como es ese cambio radical de uno a otro. Veremos en qué queda, pero viendo lo que ha pasado otros años, soy más escéptico que optimista. 

Luego está el tema de cómo despachan a Bruce Wayne. Entiendo que los protagonistas sean los Titanes, pero creo que han roto una regla fundamental del personaje: Batman no mata. A nadie. Ni siquiera a un sociópata como el Joker. Me parece una salida muy controvertida, porque rompen con la esencia de uno de los iconos de la franquicia. Tampoco creo que le vaya a echar mucho de menos, porque esta versión de Bruce, me convencía, pero no es mi favorita de lo que he visto en acción real. Pero saltarse esa norma me parece algo bastante extraño y fuera de lugar.

Otro que se va es Hank. Me da mucha pena, porque al actor le he visto en otras series que seguí en su momento a las que le tengo mucho cariño como Blue Mountain State y Blood Drive, pero, ya que le he dado palos a la serie con el arranque, aquí rompo una lanza a favor de los guionistas y su decisión. Ya en la temporada anterior, el dúo alado daba la sensación de estar más fuera que dentro. Sí, hacían acto de presencia en momentos determinados, pero se notaba que ya tenían un rol más secundario. Optar por cargárselo ahora creo que le da un subidón a Red Hood como amenaza para el grupo, supone un palo gordo para un grupo que nos muestran que ya estaba más cohesionado y funcionaba mejor que lo que habíamos visto hasta ahora y, sobre todo, destroza a Dawn. El principal responsable de la muerte de Hank es Jason, pero Dawn juega un papel crucial en el destino final de su compañero. Creo que todos tenemos claro que Conner hubiera llegado a tiempo y el dispositivo habría funcionado, pero la decisión de ella de intentar cargarse a Jason lo precipita todo y acaba con el peor resultado posible. Repito, éste es otro de los puntos que transmite que quieran cambiar la dinámica que arrastraban de otros años, porque cepillarse a este personaje en este punto de la entrega es una jugada valiente, por muy secundario que pudiera parecernos Hank a estas alturas; no deja de ser uno de los primeros personajes que conocimos, y, junto a Dick y Dawn, uno de los mejor construidos de esta serie. 

Otras cosas para cerrar. La llegada de Barbara Gordon me ha gustado mucho (esa conversación con Bruce y Dick en la mansión es magnífica), y la introducción de Tim, que supongo que los lectores de los cómics sabréis quién es, y al resto, simplemente deciros que prestéis atención al chaval. Luego, si me ha gustado lo que han hecho con Hank, me sigue pareciendo una broma lo que van a hacer con Donna. Solo con lo visto hasta ahora (o simplemente pegando un vistazo a los posters promocionales), podemos deducir que va a resucitar. ¿Me explicáis entonces a qué vino su muerte de mierda? Kory, de fondo, parece que tiene como visiones o algo así. Recordemos que tuvo otra de las sub tramas lamentables de la entrega anterior, y este año vamos a seguir su hilo; faltará ver cómo la gestionan, o si es un pegote infame que lastre la narración principal. Y Jonathan Crane, alias El Espantapájaros, me parece un Hannibal Lecter de pacotilla; o, al menos, las vibraciones que quieren transmitir con sus escenas. Porque, realmente, no es que aporte demasiado, la verdad; los indicios que le da a Dick los podrían haber sacado sin su intervención. Veremos a dónde van con él.

Aquí estaremos, para comentar la tercera entrega de Titans. Espero que mejore la de hace dos años, aunque tengo mis reticencias, como ya he expresado. En su mano está que el rumbo vire hacia algo más potable que lo emitido hasta ahora, o que descarrile definitivamente. Nos vemos la próxima semana.