Review Legends of Tomorrow: I, Ava

Review Legends of Tomorrow: I, Ava

Tras un gran episodio la semana pasada, me siento algo decepcionado con lo visto en esta. He estado dando la tabarra con que la serie debería poner una marcha más de cara a su recta final, y tras haber dado un paso adelante en esa dirección con Necromancing the Stone, con I, Ava hemos dado dos para atrás, o esa es mi impresión.

Quizá la sensación que tuve cuando acabó la segunda temporada, y que tenía a medida que estaba viéndola, es que desde que regresaron en enero de 2017 apenas hubo un capítulo en el que tuviéramos descanso, y prácticamente en todos se tocaba la trama principal, además con episodios de calidad. En cambio, en la actual entrega, desde el regreso tras el parón invernal, parece que la cosa es distinta, porque de siete episodios emitidos hasta ahora, tan solo destacaría dos, y no con una nota altísima: el anterior y el 3×10. El resto, de notable bajo y alguno que en el global de la temporada no ha tenido una repercusión enorme (véase el del bucle temporal). Por lo tanto, me queda un sabor agridulce (a falta de los dos episodios finales), principalmente porque creo que han desperdiciado la oportunidad de hacer de la búsqueda de los tótems algo interesante, y en cambio hemos tenido capítulos en los que, casi sin querer, los obtienen (como cuando Wally robó en un descuido el tótem de fuego de los Darhk). Quizá lo más relevante que hemos visto durante este tramo en cuanto a estos artilugios haya sido la pérdida de Amaya del suyo a manos de Nora Darhk, o la posesión de Sara a través del de la Muerte. Y hoy, de nuevo, el Team Legends se hace con el tótem que le pertenecía a Vixen, casi sin quererlo.

Otra de las razones que me lleva a criticar este tramo de temporada la podemos ver en este episodio. Tenemos dos tramas separadas, y una terciaria de alivio cómico: la relacionada con Ava y la de Amaya y su tótem por una parte, y Zari con Rory por otra. Esta última es irrelevante, porque Mick no avanza en su entrenamiento y tan solo sirve para que nos riamos con algunas de sus escenas y nos sentamos identificados con el ladrón (sed sinceros, todos usaríais ese poder para haceros palomitas). Las otras dos, que podríamos llamarlas principales, en realidad solo una de ellas lo es, porque reúne a los dos miembros del cast más «protagonistas» por así decirlo, Caity Lotz y Brandon Routh (que si os fijáis son los primeros nombres en salir en los créditos cada semana desde que abandonó la serie Victor Garber). El problema es que esta trama, bajo mi punto de vista, es secundaria, sobre todo si en el mismo episodio me metes una que toca de lleno la trama de la temporada, la búsqueda de los tótems y la consecuente lucha contra Mallus. Hoy la tenemos eclipsada por el «gran misterio» entorno a Ava que, sinceramente, no me parece para tanto, cuando debería haber sido al contrario.

Siendo claros, Ava es un clon. O quizá la que hemos conocido esta temporada es la original, pero lo que se extrae del capítulo es que es una de las copias que se fabrican en el futuro en Vancouver, en 2213. Por cierto, yo no conozco esa ciudad, pero para mostrárnosla dentro de dos siglos, la veo demasiado actual y no muy futurista; me da que han sido un poco rácanos en este aspecto y no se han calentado mucho la cabeza (pese a tratarse de una serie de network, hay otras que cuidan estos aspectos más, y Legends la tenía como una de esas series). La búsqueda de la agente por parte de Sara, Ray y Gary les conduce a la ciudad en el futuro, bajo un despliegue de medios disuasorios para que nadie pudiera visitar la urbe canadiense, como si se estuviera custodiando un secreto sumamente peligroso o realmente interesante. Sí, obviamente para Ava tiene repercusiones enormes, dado que se entera que ha sido prefabricada, y puede que todos sus recuerdos hayan sido creados por otra persona, pero mirando hacia el global de la serie y el desenlace de la temporada, no creo que aporte nada tan relevante como para dedicarle gran parte del antepenúltimo episodio de la tercera entrega. Si este misterio se hubiera resuelto semanas atrás, no me hubiera chirriado tanto, pero para desvelarlo a falta de dos episodios, creo que ha sido muy light, y salvo que Rip la próxima semana o cuando se digne a aparecer nos cuente algo que sacuda los cimientos de la serie, lo seguiré considerando una trama de relleno que no aporta casi nada a la ficción. Además, que lo de los clones está bastante manido ya en televisión, teniendo ejemplos en Westworld, Orphan Black o Agents of SHIELD. Un poco de originalidad aquí no hubiera venido mal si querían hacer de este secreto algo más jugoso.

En cambio, con personajes más «secundarios» al frente, nos hemos topado con la parte más interesante del episodio, y sinceramente creo que esta trama debería haber sido tratada con más importancia, y haber dejado lo de Ava para cuatro ratos, porque esto sí que afecta al desenlace de la temporada. Nate y Wally viajan al Detroit actual tras ver que la línea temporal había sido afectada como consecuencia de que Amaya no es la portadora del tótem desde hace semanas. Allí se encuentran con Kuasa, y ¡oh! sorpresa sorpresa, está dispuesta a echarles una mano para que su abuela recupere el tótem. Si este giro os ha pillado desprevenidos, sinceramente, hacéroslo mirar. Había más señales de que íbamos a asistir a la redención de Kuasa desde que se supo que ella era portadora de uno de los seis tótems necesarios para derrotar a Mallus y claro, cómo iba a estar de parte de los malos; además de las constantes muestras por parte de Amaya de querer que su nieta se pasara al lado de los buenos, que nos las han repetido hasta la saciedad. Todo esto se podría haber hecho de muchas formas, pero han tirado por el camino fácil y casi diría que cutre. De entrada, porque Kuasa, de la nada, decide ayudarles; luego, de repente, se acuerda de que es mala y deja que los Darhk torturen a Nate; pero después le da a su abuela el tótem; y finalmente se interpone entre el Team Legends y los Darhk y ayuda a los buenos. Es un vaivén constante en todo el episodio, para que al final tengamos algo que sabíamos que iba a pasar: que les iba a ayudar y, casi con total seguridad, la iba a palmar. Repito, se podría haber hecho mucho mejor, pero esta redención roza lo absurdo, y todos estos giros que se supone deben impresionar e impactar, ni impresionan ni impactan, más bien te hacen llevarte las manos a la cabeza pensando «pero qué estáis haciendo«.

Con la muerte de Kuasa, tenemos que el tótem ha caído en manos de Mallus, que es ahora su custodio, mientras que el Team Legends posee cinco de ellos tras recuperar Amaya el suyo. Teniendo en cuenta cómo acaba el episodio, y que nos quedan tan solo dos para concluir la temporada, confío en que se dejen de bobadas y tramas absurdas y vayan con todo ya de una vez por todas, y si nos tienen que meter relleno, que tenga un mínimo de impacto en el desenlace, porque me quedará la impresión de que no saben qué hacer con los elementos que tienen en su poder, y Legends ha demostrado año tras año que se maneja mejor como para cometer fallos así. Hasta la próxima.