Review The Walking Dead: The Lucky Ones

Review The Walking Dead: The Lucky Ones

Los desacertados anuncios de innecesarios spin off están faltando el respeto a  The Walking Dead y ahora mismo accedemos al último tramo de la serie sabiendo que, al menos, cuatro de los personajes principales van a sobrevivir. Lo único que nos queda saber es cómo y por qué terminarán juntos, dos por un lado y dos por otro lado, viviendo aventuras en este raro mundo.

Dejando de lado que la emoción es escasa y que sabemos que algunos personajes sobrevivirán, que otros reaparecerán y que inevitablemente morirá alguno de los restantes, nos enfrentamos al futuro de la serie con más resignación que otra cosa. Parece que la AMC ha decidido rendirse con la serie insignia de su cadena y prefiere gastar energía en publicitar los innumerables spin off que seguirá generando la franquicia. Angela Kang no está haciendo un mal trabajo, pero la responsabilidad es enorme, los espectadores cada vez son menos y la capacidad de sorprendernos es casi nula. No sé qué puede hacer la pobre Kang para que el público se lleve las manos a la cabeza o salte del sillón, pero espero que deje de intentar hacerlo con rollos sentimentales aburridos como el de Eugene y tampoco me seduce la idea de los juegos de poder en la Commonwealth.

Sobre el particular juego de tronos que se traen la gobernadora y el portavoz de la Commonwealth, no tengo mucho qué decir. Simplemente es una trama que no me interesa en lo más mínimo y me molesta que se haya convertido en el foco principal de esta segunda parte de la última parte de la serie. Me gustaba la versión de The Walking Dead de supervivientes de un apocalipsis zombie que luchaban por hacerse un hueco en los escombros de un mundo destrozado. Las luchas de poder en ese contexto podían estar bien, pero lo que hacen Pamela y Hornsby es mucho menos interesante. Viven en un mundo civilizado, apuestan por la sociedad estratificada y ambos son políticos que actúan como políticos. Este tipo de duelos entre poderosos que aspiran a incrementar su poder lo hemos visto millones de veces. Si fue interesante verlo con Negan o el Gobernador es precisamente porque no estaban en una sociedad tan civilizada, es precisamente porque no vestían ropas tan elegantes. Tanto Negan como el Gobernador se ensuciaban las manos en un mundo difícil repleto de muertos vivientes. Para Pamela o Hornsby los zombies dan igual, la trama que ellos apuntan es totalmente independiente al hecho de que vivan en un mundo donde los muertos caminan. Y cuando vemos esta serie, lo que queremos ver es  The Walking Dead y no House of Cards.

Acepto que Maggie se resista a ser colonizada por Pamela, la nueva reina del lugar, tiene todo el sentido del mundo dentro del viaje personal de Maggie. Es lógico que se lo piense porque está rodeada de gente que ha caído seducida por las comodidades que vende la Commonwealth. Pero Maggie es más lista y sabe perfectamente que tendrán que pagar con algo más que con su libertad para entrar en ese status quo que le dibuja Hornsby. Lo que sigue sin tener sentido es que no mate a Negan… y siento ser tan repetitiva con este asunto, pero a la vista del nuevo spin off no puedo ignorar este tema que tanto me chirría. Analicemos esto: Maggie no quiso que su pueblo fuera esclavizado por Los Salvadores, es decir Negan; Maggie pagó un precio muy alto por negarse a obedecer y su marido fue asesinado a causa de eso, lo mató Negan; Maggie abandona a sus amigos y lucha contra el trauma de que su vida fuera destrozada por Negan; eventualmente termina en otra comunidad que es asaltada, robada y asesinada por un grupo de gente, Maggie convence a sus viejos amigos para recuperar el lugar y termina asesinando a quienes mataron a sus amigos, durante esta aventura es acompañada por Negan, que en todo momento demuestra no ser un tipo confiable y que incluso la deja tirada rodeada de zombies en una estación de metro, es decir… alguien intenta asesinarla, no alguien cualquiera… Negan; ahora, poco tiempo después la historia se repite y una líder de un grupo quiere subyugar a su gente, Maggie no cede, porque se sabe muy bien la lección, sabe que en estas cosas siempre se termina pagando un alto precio… sabe eso gracias a Negan. Y aunque ha demostrado repetidamente que es cruel y despiadada no mata a Negan. No puedo evitar preguntarme si la razón por la que no lo mata es porque es interpretado por Jeffrey Dean Morgan y a un gran grupo de espectadores le gusta el personaje.

Por lo demás, tal como he mencionado, es muy coherente que Maggie se niegue a caer en las redes de esta nueva sociedad de castas. Está bien que le exprese a Pamela lo que ella opina sobre el liderazgo. Es interesante ver a esas dos mujeres hablar de lo que significa tener gente a cargo. Pero claro, una es Maggie y la otra es una recién llegada de quien sólo sabemos que tiene gustos caros y que desprecia a su hijo. Parece como si fuera difícil creer que Pamela es capaz de algún tipo de liderazgo real, quizás es porque no la conocemos o porque no hemos sido testigos de su ascenso. Pero cuesta creer que alguien que partía de una posición privilegiada en el mundo previo a que se levantasen los muertos sea capaz de mantener ese poder. Nos creimos el liderazgo de Rick, Michonne o Maggie porque los hemos visto creciendo. Nos creímos el de Negan, Alpha o el Gobernador porque los pintaron como luchadores e incluso nos mostraron algunos detalles de sus luchas y muchas de las sombras que tenían sus respectivos liderazgos. Pero con Pamela Milton nos ponen a una señora bien vestida y bien peinada, que siempre ha sido rica y poderosa y que de repente es la reina absolutista y tiránica de una ciudad de cincuenta mil habitantes.  Parece como si el tema zombie les resultase ajeno y la sociedad de la Commonwealth no hubiera tenido que sufrir todo lo que han sufrido los otros grupos humanos que hemos ido conociendo.

La postura de Daryl es fácil de entender en la medida en la que respeta a Mercer y considera que la vida en la Commonwealth es la mejor para los hijos de Rick. Además, su querida amiga Carol y algunos otros parecen bastante establecidos en esa sociedad. Aún así, me chirría mucho la imagen que visto hace un par de episodios y considero que Daryl no se enfrentará a Maggie jamás. Daryl es un tipo solitario que no se lleva nada bien con la civilización, él es mucho más feliz en una cabaña solitaria en el bosque que en una ciudad bien estructurada y aunque eventualmente viva allí, no me creo que defienda esa sociedad de castas y mucho menos que la anteponga a lo que conseguido en Alejandria o Hilltop.

Otro tema del episodio alude a la operación de Ezekiel y de como se ha visto favorecido por las tejemanejes de Carol. Es interesante que la Commonwealth no sea un sistema justo y que se puedan hacer trampas y existan los favoritismos. Todo esto quiebra la idea del orden bien estructurado como forma de lograr una sociedad justa y muestra que la estratificación social sólo sirve para mantener subyugados a unos pocos y bien contentos a otros, para que así todos obedezcan.