Review The Flash: Don't Run

Review The Flash: Don’t Run

Nos despedimos de The Flash, al menos hasta el próximo mes de enero en el que volverá la serie con la segunda mitad de esta cuarta temporada. Tras el primer cara a cara con DeVoe y el crossover, la serie nos deja con otro capítulo centrado en la trama principal como todos podíamos esperar dadas las circunstancias.

Tenemos una mid-season Finale en la que al Team Flash le llueven los secuestros, el de Barry a manos de DeVoe y el de Caitlin por parte de Amunet, esa nueva villana que conocimos en el quinto episodio de esta temporada y que durante meses fue la jefa de Killer Frost. Tras las que suponemos habrán sido unas cortas vacaciones con la luna de miel, poco ha tardado todo en venirse abajo en Star Labs.

Empecemos la parte principal, con esa partida de ajedrez que se preveía en el episodio anterior (nota mental, aquí me estoy saltando el capítulo del crossover) entre Clifford DeVoe y Barry Allen, en la que ha vuelto a ganar DeVoe de largo al velocista. Sinceramente no he entendido muy bien la finalidad del secuestro de Barry, solamente tendría sentido si hubiera sido para ganar tiempo mientras ejecutaba parte de su plan o si han conseguido alguna información de los poderes de Barry, porque a grandes rasgos casi se podría decir que la trama ha sido relleno, un enfrentamiento gratuito porque es necesario que el enemigo de la temporada aparezca en la mid-season finale. Entre el poco sentido del secuestro teniendo en cuenta los planes que tenía DeVoe al final del capítulo como la forma tan cutre de fugarse me han decepcionado bastante, espero que todo esto haya sido únicamente un test de DeVoe para saber de qué es capaz Flash y de qué formas podría sorprenderle en un futuro.

Aunque no lo parezca, buena parte del peso de la trama esta semana ha caído en el secuestro de Caitlin y esto es algo que yo creo que a la gran mayoría nos habrá sorprendido bastante teniendo en cuenta que es la despedida de The Flash en este 2017, pero al acabar el capítulo todo ha tenido sentido. Amunet la secuestra como Caitlin y no como Killer Frost porque necesita a una doctora para evitar que un meta-humano que quiere vender muera antes de la transacción; dicho meta-humano es un telépata llamado Dominic fruto de la salida de Barry de la Speedforce en la Season Premiere. Durante esta parte del episodio vemos como Caitlin lidia aparte con una pelea interna, al sentirse inútil ante su alter-ego, que empieza a mantener buenas relaciones con el resto del Team Flash tras los eventos del crossover.

Y en medio de estos dos secuestros tenemos al resto del equipo con Iris a la cabeza, intentando encontrar a sus dos compañeros sin ningún resultado, logrando únicamente que Cisco y Ralph choquen cada dos por tres por culpa de la frustración (y de lo insoportable que es Ralph). Wells le hace ver a Iris que si quiere liderar al equipo tendrá que tomar decisiones difíciles, una de ellas decidir en esa ocasión en quién centrar sus esfuerzos: en su marido o en su amiga. Al final ella opta por dar más importancia a Caitlin pensando que Barry puede valerse por sí mismo. Me parece muy bien que hayan querido dar la sensación de “qué buena líder que se deja llevar por su corazón en un momento tan importante”, pero es que el motivo que da me parece un poco absurdo cuando ella no tiene ni idea de que lo quieren DeVoe y Amunet de sus rehenes ni las circunstancias en las que están.

Con Caitlin rescatada por Cisco y Ralph (aunque siendo sinceros casi todo el trabajo lo había hecho la propia Caitlin) y con Barry habiendo logrado escapar de DeVoe tenemos la clásica escena navideña con todos los personajes en casa de Joe para cerrar esta primera mitad de temporada … pero suena la alarma de casa de Barry y es aquí donde pega un giro el episodio demostrando que el villano este año va siempre un par de pasos por delante de Flash. En casa se encuentra un cuchillo ensangrentado con sus huellas (era uno de los regalos de bodas que abrieron al comienzo del episodio), el cadáver de Clifford DeVoe y la policía derribando la puerta de su apartamento. ¿Un momento? ¿El cadáver de DeVoe? Sí amigos, el cliente que tenía Amunet era Marlize y para lo que querían al meta-humano era para meter la mente de DeVoe en su cuerpo y así poder esquivar la degeneración que sufría el suyo, por lo que ahora la nueva cara de Thinker será la de Dominic. Aunque me ha gustado el giro, debo decir que me pegaba mucho más el actor que estaba interpretando al villano en estos primeros episodios, aunque habrá que verle en acción el año que viene y si Dominic mantiene sus poderes telepáticos.

Nos vamos de parón con la revelación del cambio de cuerpo de DeVoe y con Barry permitiendo ser detenido por el asesinato de DeVoe. Personalmente aunque creo que el nivel de esta primera mitad de temporada ha sido muy superior al comienzo que tuvo la ficción hace un año, el exceso de autoconclusivos haciendo que la trama principal haya empezado a avanzar hace dos semanas y el abuso en muchas ocasiones del humor han deslucido bastante lo que podría ser una temporada para reconciliarse con los espectadores tras la decepción del pasado año. Nos vemos en enero con el regreso de The Flash.