Crítica: Jurassic World

Crítica: Jurassic World

La espera que hemos sufrido con “Jurassic World” ha sido cuanto menos extraña, cuando se confirmó la película la tónica general era el mayor de los pesimismos, pero a medida que han pasado los meses previos al estreno la opinión de muchas esas personas ha cambiado hasta un hype irracional. Pues la hora de la verdad ha llegado y toca saber a cuál de los 2 extremos se acerca más al final.

Decir si “Jurassic World” es buena o mala es imposible, va a depender mucho de quien sea el espectador, el filme hace funambulismo en una delgada línea sobre el homenaje y la copia descarada de “Jurassic Park”, es una de esas películas donde el ser objetivo está de más y la nostalgia (o ausencia de ella)  es la que te hace tener una opinión o la contraria, ya que no es un remake cualquiera intentando aprovechar una saga del pasado para traer nuevos espectadores, es una película para niños de 25 años que veneraban la original y se hacían los amos de la televisión de tubo familiar cada vez que alguna cadena la echaba en los 90’. Es mostrarle a toda esa generación el “¿Qué habría pasado si las cosas de la primera película hubieran pasado con un parque funcional?”.

La película como producto palomitero cumple, sin necesidad de tener un ritmo acelerado desde el minuto 1 (cosa a la que parece que los blockbusters veraniegos se han acostubrado) es capaz de mantener la atención del espectador durante 90 minutos alternando rapidez y lentitud en pequeñas dosis antes de llegar al gran apoteosis final de media hora. Los personajes cumplen con su cometido a pesar de tener evoluciones de manual, de todos modos Bruce Dallas Howard y Chris Pratt firman una buena actuación aunque en mi parecer la química entre ambos actores sea más bien escasa, sin embargo ha sido un acierto alejar sus personajes de los de Laura Dern y Sam Neil en “Jurassic Park”.

“Jurassic World” también tiene puntos negativos, en especial 2 que son muy destacables y que pueden hacer insoportable la película a más de un espectador que vaya con exigencias muy elevadas. El primero es  que bastantes giros de guión se pueden predecir si estás atento a las conversaciones, el espectador perspicaz estará un paso por delante de la trama en muchos momentos. El segundo es el exceso de CGI en algunas escenas, sobre todo en lo que es el recinto del parque ¿En realidad era necesario hacer por ordenador hasta la mítica puerta gigante? Fuera de la naturaleza e interiores los personajes parecen que se mueven por un decorado de videojuego futurista.

Es muy difícil poner una opinión general como suelo hacer siempre al final, será muy distinta según cada caso, pero en el mío casi se puede describir en el personaje de Gray: ese niño de 8 años obsesionado con el parque y los dinosaurios, si tú fuiste ese niño, “Jurassic World te da la oportunidad de volver a serlo.