Review Andor: One Way Out

Review Andor: One Way Out

Cada semana que pasa, me reafirmo en mi postura que el formato escogido para contar esta historia es el equivocado. Andor habría sido una buena película, una buena miniserie, o incluso una mejor serie, bajo mi punto de vista, si no se hubiese estructurado en dos entregas de doce episodios cada una. Esta primera temporada denota un claro interés en alargar demasiado unas tramas que, sinceramente, no tienen el contenido suficiente para ser estiradas durante doce capítulos. Y me fastidia especialmente porque, de tanto en tanto, veo cosas que me gustan, y lamento que sean momentos puntuales y no una sensación generalizada.

Previously on, las reviews de Daniel sobre la serie…

Nos vamos al 12 de octubre, día en que publiqué la review del 1×06, hace prácticamente un mes. En un párrafo, dije esto:

Lo que me lleva al siguiente punto, y la cuestión de fondo: la trama. ¿Qué va a pasar ahora? Diría que esto ahora va para arriba, pero temo que suceda lo que ha pasado durante muchos años en The Walking Dead: algunas cosas al principio de la temporada, en el episodio a mitad, y al final. Dicho de otra manera: que, desde la próxima semana hasta un episodio o dos antes del cierre, o incluso hasta la misma Season Finale, tengamos capítulos de transición como los ofrecidos hasta ahora. Ojalá me equivoque, pero viendo lo que ha pasado con los cinco iniciales, me mantengo escéptico hasta que se me pruebe lo contrario.

Nunca pensé que sería ese tipo de persona que se autocitaría para reforzar su postura, pero aquí estamos; tampoco imaginé que apoyaría abiertamente a un imperial en lugar de a un rebelde, pero a esto me ha llevado Andor.

Lamento emplear el famoso “te lo dije”, pero, me la suda, sinceramente: os lo dije. Además, clavé mi pronóstico en cuanto a número de episodios en los que no veríamos la más mínima acción. Ojalá me hubiese equivocado, pero aquí estamos.

Cassian se ha fugado de la prisión, al igual que mucha otra gente, excepto el personaje que tanto empeño han puesto en desarrollarnos y, resulta, que no sabe nadar, condición indispensable para escapar de allí. Diría que me frustra, pero es tan ridículo, que me he echado a reír; es que han repetido hasta el mismo patrón. De nuevo, me hallo en la necesidad de la autocita, esta vez, de la review del 1×08:

Y bueno, del grupito nuevo que nos presentan, es que no quiero aprenderme los nombres, porque temo que vayan a hacer la misma jugada que con los rebeldes de la primera parte de temporada, es decir, que palmen indiscriminadamente en un momento dado, y pasen sin pena ni gloria. No sé qué harán con ellos, pero paso de empatizar con esta gente, por si la semana que viene los eliminan a todos y habremos perdido más de media hora de nuestras vidas en ver cómo Andor trabaja forzosamente con ellos y “hace piña”.

Dicho y hecho. Era evidente que iban a palmar unos cuantos en el amotinamiento, que algunos iban a ser los que más habían interactuado con Cassian, pero lo más sangrante es el caso del personaje de Andy Serkis, que durante estas semanas no había mencionado el hecho de que salía en la serie, entre otras cosas, por el punto que acabo de remarcar. Ha tenido su minuto de gloria, sí, pero ese “no sé nadar” es como si lo hubieras matado de un disparo; es una muerte en diferido. Se han detenido a desarrollarnos un personaje que lo iban a condenar igualmente en esta huida. Puedo entender lo que han querido mostrar, que la vida es muy perra a veces, y aquello de morir en la orilla, literalmente, pero está tan mal hecho para mi gusto que me ha hecho hasta gracia, por no llorar.

¿De qué sirven todos esos minutos empleados en desarrollar personajes que son de usar y tirar? Esto no pasaría, o no sería tan exageradamente artificial, si esta serie tuviera menos episodios de los que nos está ofreciendo. Puedes transmitir las mismas ideas en un espacio de tiempo menor, y ser tan o más efectivo que lo que están haciendo. Hoy he visto a ese Andor que salía en Rogue One, creo que por primera vez se atisba algo de lo que es en la película; pero para eso no hacían falta diez episodios, ni doce, y mucho menos, veinticuatro.

Es tan absurdo el montaje de esta temporada en torno a su figura, que parece un trabajo hecho por alguien que no estuvo detrás de la brillante Rogue One, lo mejor de Star Wars en cine desde que Disney adquirió la marca, y de lo mejor producido durante esos años. Por ahora, van tres arcos en torno a él: presentación, mediante los tres primeros episodios (demasiados); lo de Aldhani, con otros tres (de nuevo, muchos); y ahora lo de Narkina 5, con cuatro (sabéis lo que voy a decir, ¿no?). Son tan distinguibles que me parece hasta burdo.

Mon Mothma es otro personaje que me han destrozado. De tenerla como una de las caras más destacadas de la Rebelión, ha pasado a ser una señora que me molesta cada vez que la veo en pantalla, en contraposición a cuando tengo minutos de Dedra Meero, que me parece de lo mejor de esta ficción. Toda su sub trama del conflicto interno, económico, político y familiar que está teniendo por sentirse dividida entre su parte que la impulsa a seguir a la Rebelión y la comodidad de dejarse llevar por el régimen autoritario en el que trabaja, me parece totalmente anodina, estirada y relleno del malo.

Y lo que he dicho al principio es cierto, ha habido cosas que me han gustado hoy; concretamente, una: la escena final con el otro mejor personaje de la serie bajo mi punto de vista: el de Stellan Skarsgard, que nos ha ofrecido una de las escenas más destacadas de Andor, como ya hiciera cuando compartió pantalla con Forest Whittaker, en el octavo. Me ha encantado el final, lo que hace que me repatee más todavía todo lo negativo que veo. Me parece alucinante tener, en el mismo episodio, en cuestión de minutos, una escena tan ridícula como la de “no sé nadar”, precedida de otra buena escena con la arenga del personaje de Andy Serkis, para luego cerrar con uno de los momentazos de esta ficción, con el monólogo de Luthen y su rol en toda la Rebelión emergente y cómo lo valora él. Soberbia interpretación que es un oasis en mitad del desierto que es Andor para mí.

Y diréis: ¿por qué sigues hablando de esta serie? Sinceramente, influye el hecho de mi completismo, parte de mi masoquismo empedernido, porque me gusta la saga, y porque comparto una web y otros medios en redes sociales con mis compañeros; quizá este último punto influye últimamente más, porque, de no tenerlo, probablemente la hubiera abandonado ya. Pero luego está la cuestión de que, al igual que yo, habrá otras personas que tampoco están disfrutándola, y si esto llega a una tan solo, que se sienta identificada con mis palabras, habrá valido la pena. Si eres de los que no les gusta Andor, házmelo saber en comentarios, y así seremos dos solitarias almas en pena en el purgatorio que es esta ficción; y si te gusta la serie, pues bueno, también eres libre de dejar tu opinión y comentarnos por qué te parece que sí vale la pena.

Sea como sea, aquí estaremos hasta el cierre de temporada, pero no prometo que regrese para la segunda. Mientras tanto, me despido hasta la semana que viene.