Conversations with Friends: repetir fórmula no siempre sale bien

Conversations with Friends: repetir fórmula no siempre sale bien

Nos hemos acostumbrado últimamente a ver productos derivados de otros previos. Que si precuelas, que si secuelas, que si spin offs, que si reboots… cuando algo sale bien, y la dueña de los derechos en cuestión quiere seguir obteniendo rédito de ello, busca aprovecharlo como sea. La serie de la que os hablaré hoy, Conversations with Friends, no es una creación secundaria de nada, pero se siente así, aunque esta vez no resulte un punto a favor.

NOTA: este artículo trata sobre los cinco primeros episodios de la serie, a los que hemos tenido acceso gracias a Warner Media España. NO contiene spoilers.

Como digo en el disclaimer, solo he visto cinco de los doce que compondrán la entrega, así que mi opinión no es completa, puesto que me queda por ver más de la mitad, con todo lo que puede implicar.

La serie nos presenta a Frances, una joven universitaria que vive en Dublín con su amiga Bobbi, con la que interpreta poesía. Pese a tener una buena relación, la misma comienza a ponerse a prueba cuando conocen al matrimonio que forman Melissa, una afamada escritora, y Nick, que es actor. A medida que comienzan a compartir juntos los cuatro, su punto de vista de las cosas cambia, empezando además Frances una aventura con Nick.

Con el párrafo inicial me estaba refiriendo a una serie de la que podría considerarse su producto secundario, Normal People. Esto es por dos motivos: tanto la que nos atañe como la estrenada en 2020 son producciones creadas mediante la colaboración entre el servicio streaming estadounidense Hulu y BBC3, una de las filiales de la popular cadena británica; y ambas son adaptaciones de novelas de la misma autora, Sally Rooney.

Fuente: Warner Media España.

Por lo tanto, ambas comparten recursos narrativos similares, temática, atmósfera, estilo y hasta en las interpretaciones de sendos repartos pueden verse similitudes. En Normal People la mayor parte del peso recaía sobre el tándem protagonista (por no decir su totalidad), mientras que en Conversations with Friends se duplica, aunque es innegable ver que, de los cuatro personajes principales, es en Frances y en Nick donde reposa la mayor parte de la trama.

El hecho de que haya tantos parecidos razonables lleva, en consecuencia, a las comparaciones; y ya sabéis lo que dicen sobre ellas, que son odiosas. Normal People fue un éxito entre crítica y público, y fue una de las mejores producciones de 2020, y la idea de adaptar Conversations with Friends nació meses después, bajo mi punto de vista, como consecuencia de ese resultado, queriendo aprovechar el rebufo dejado por la miniserie que encabezaron Daisy Edgar-Jones y Paul Mescal.

No obstante, palidece en comparación. La nueva producción de Hulu/BBC3 no me ha conseguido enganchar en estos cinco episodios, y algunos se me han hecho algo largos a pesar de su escasa duración (ninguno sobrepasa la media hora). Los personajes, a excepción de Frances, no me parecen atractivos ni demasiado interesantes, y tampoco ella resulta una protagonista carismática que sea un motivo suficiente como para que fiches la serie. Lo que he podido ver hasta ahora no me ha mostrado nada que no haya visto en otras ocasiones, ni su formato es tan novedoso o atrayente como podría haber resultado.

Quizá sin Normal People os estaría vendiendo las bondades de esta ficción, y la vería con otros ojos, pero teniéndola tan reciente, además de por los motivos expuestos previamente, se me hace difícil separarlas. Igual esto es un problema mío, y si lo consiguiera, la podría valorar sin estar tan condicionado por la otra, o puede que sea que, simplemente, Conversations with Friends no está a la altura de las expectativas. Tendremos a partir de mañana los capítulos en HBO Max, y podréis juzgar por vosotros mismos si realmente vale la pena, o se ha quedado en un intento fallido de acercarse a lo que consiguió Normal People dos años atrás.