Review Star Trek Discovery: That Hope is You (Part 2)

Review Star Trek Discovery: That Hope is You (Part 2)

Toca despedirse de Star Trek Discovery, la cual seamos sinceros desde la entradilla, ha sido una temporada distinta a lo habitual más centrada en presentar el nuevo universo en el que están que en desarrollar una trama compleja como la anterior o buscar sorprendernos con giros de guión como en la primera. Puede que este aspecto haya llevado a la decepción a más de uno, pero personalmente no considero que haya sido una mala temporada, pues lo que querían hacer lo han logrado con creces y se han reservado una bala final con esta Season Finale épica como pocas.

Tocaba reconquista de la Discovery y eso hemos tenido, pero no como creíamos, pues el plan de recuperarla con los drones que se intuía con el final del episodio anterior se va al garete en el momento en el que Oshira los bloquea en las cubiertas inferiores y les va dejando sin oxígeno paulatinamente, dejándolo todo otra vez en manos de Michael para que se vuelva a marcar la de John McLane contra los reguladores del Cinturón Esmeralda.

Y es que sí, la base entera del episodio es completamente ver como Michael y Booker buscan la manera de volver a hacerse con el control de la Discovery en un episodio de acción puro y duro, que básicamente empieza con la tortura de Booker y termina con una doble pelea con Michael pelando contra Oshira en el núcleo de control de la nave y Booker haciendo lo propio con Zareh en una especie de ascensores bastante locos que hay repartido por nave … que me han hecho preguntarme cómo de grande es la nave para que ocurra toda esta pelea.

Por otra parte tenemos a la tripulación liderada por Tully intentando llegar a los motores de la nave para sacarla de curvatura y permitir que el resto de la federación los atrape en su huida tras las negociaciones fallidas. Si es un poco bajón respecto a lo que se está cociendo en otras partes de la nave, pero recordad que están sin oxígeno el llegar al motor se vuelve una misión casi imposible que solamente termina llevar a cabo Owosekun, el clásico miembro de la tripulación secundario que siempre vemos por ahí pero que casi nunca recordamos como se llama. Debo decir, que me ha gustado esta decisión, la de darle valor en un momento importante a uno de los personajes de fondo de la Discovery, le da una sensación más de que es más una familia que una de tripulación.

Obviamente terminan recuperando la nave matando por el proceso tanto Oshira como a Zareh y apresando al resto de reguladores de la cadena, pero hubo un punto importante que no apareció la semana pasada y que por narices se tenía que tocar aquí: lo que ocurre con Su’Kal y los miembros de la Discovery que se han quedado con él.

Toda la parte de Su’Kal se centra en Saru intentando inflarle el valor al Kelpiano para que este afronte la realidad y finalice el programa de simulación para que pueda ir al exterior evitando la posibilidad de una nueva quema. El culmen llega cuando se hace consciente que él fue el causante de la Quema y que por ello núnca nadie fue a rescatarle hasta tantos años después. Sinceramente he visto estas partes del episodio con un poco la calma entre las escenas de acción de la Discovery y para tener esa función, creo que ha sido un material sobresaliente por todo el peso argumental que tiene.

Y llegamos a los momento finales de la temporada, en la que nos cuentan que Saru ha dejado la Discovery para guiar a Su’Kal en el mundo real, dejando la capitanía de la nave en manos de Michael, opinión en la cual el propio almirante Vance coincide. 

Así que con Michael siendo la capitana de la Discovery despedimos una temporada que aunque como he dicho en la entradilla, no es tan impactante como la anteriores, pero que se ha centrado en explicar el nuevo mundo con la trama de la Quema y del Cinturón Esmeralda y en ver cómo afecta el cambio de época a la tripulación de la Discovery … y esto es algo que ha hecho a las mil maravillas.

Si tuviera que hacer un ranking personal no os voy a engañar, sería la última pero no porque hayamos estado ante una temporada mala, sino por lo absolutamente grandiosas que fueron las anteriores.