Aquí seguimos una semana con The Flash, con un episodio que se sitúa a medio camino en el mata-human of the week y la Pre-Crisis de final de año; y algo me dice, que esta será la tónica habitual de esta primera mitad de temporada dejando la trama del doctor Rosso como algo residual que seguramente llegue a su apogeo en 2020 una vez pase el crossover.

Vayamos al grano empezando con la parte más atractiva: la pre-Crisis. Barry e Iris no se han tomado muy bien la revelación que les hizo Monitor la semana pasada de que si querían salvar el multiverso, Flash debía morir ¿Y qué hacen? Pues como cada vez que tiene problemas en la vida Barry decide viajar en el tiempo al día después de su desaparición en la crisis, solo que esta vez una barrera de antimateria le frustra el plan obligándolo a tirar por otros medios, pedirle ayuda a Jay Garrick.

«¿No puedo viajar en el tiempo? ¿Y esto cómo lo arreglo?¿Puedo viajar en el tiempo para ver cómo viajar en el tiempo?»

El Flash de Tierra-3, que resulta que mantiene una relación con la versión de ese universo de la difunta madre de Barry (así, como dato), le da la alternativa de hacer que viaje sólo su mente atravesando la dichosa barrera de antimateria. Al lograrlo, Barry se marca un Doctor Strange viendo millones de futuros posibles en los que sólo en uno ganan, en el que muere Barry, enseñándonos a los espectadores una escena que para quienes hayamos leído Crisis en Tierras Infinitas nos habrá puesto los pelos de punta. Al haber visto eso y con el cuerpo hecho escombro por la experiencia, Barry entiende que debe prepararse tanto él como el Team Flash para lo que viene, asumiendo que llegado el momento deberá sacrificarse para poder salvarlos a todos.

Turno de ver qué ha pasado con la parte procedimental, que no es gran cosa pero cumple como relleno mientras nos sueltan gotitas de información de lo realmente interesante de esta temporada: el crossover. Pues Cecile descubre que está procesando a una meta-humana inocente y contra viento y marea busca la manera de demostrar que no es culpable. Evidentemente no era ella, era su prima que estaba dada por muerta y comparten poderes, desvelando otra posible trama para el futuro: una asociación que hace desaparecer metas para transformarlos en asesinos.

Mucho jaja pero dibuja mejor que yo

Y cerremos con la sección de los dramitas personales, protagonizada por Killer Frost esta semana, que quiere plasmar sus sentimientos y no sabe cómo. También está que Cecile decide dejar de ser fiscal para encargarse de defender meta-humanos en los juzgados, pero esto estaba más dentro de la trama procedimental del capítulo.

¿No me he olvidado algo? Ostras las increíbles aventuras de Mohinder que se resumen en dos escenas: una en la que compra materia oscura a su camello de confianza matándolo en el proceso y otra en la que le hace la autopsia pero este se levanta y le golpea por la espalda en la escena más cliché que un guionista puede escribir.

Con todo esto tenemos un segundo episodio que parece que deja claro cuál será la tónica que va a seguir la serie durante este tramo, alternar la pre-Crisis con algún caso procedimental mientras de fondo Mohinder hace cosas. ¿Ganas de ver cómo nos acercamos al crossover?