Review The 100: The Face Behind the Glass

Review The 100: The Face Behind the Glass

Hemos visto un capítulo alucinante, lo cual es habitual en esta serie …. pero quizás es también uno de los episodios más brutales de la serie.

Empezamos analizando la llegada a Sanctum, ese planeta que los guionistas se esfuerzan en mostrar como algo muy diferente a lo que habíamos visto hasta ahora. Los filtros de colores son cálidos, nada que ver con los habituales grises y negros. El colorido es brillante, alegre y la decoración es vitalista y excesiva. Las vestimentas son sencillas y gráciles si las comparamos con esas armaduras de cuero y metal que usaban los grounders. La atmósfera es más parecida a una comuna jipi que a un universo distópico de tono ciber punk. Pero frente a esa apariencia de comunidad pacifista que practica tai chi se percibe un fantasma de extrañeza subyacente, algún tipo de terror sectario que vamos descubriendo conforme avanza el episodio y que llega a su apoteosis en los tres últimos minutos.

El trabajo de Eliza Taylor es admirable. La actitud de la actriz es diametralmente opuesta a la usual y logra hacernos creer que estamos ante otro personaje. Cuando Josephine vuelve en si poseyendo el cuerpo de Clarke, el espectador es consciente de que está ante otra persona con la misma apariencia que Clarke. El ser humano que se despierta no tiene ninguna relación con Clarke y la actriz lo manifiesta a la perfección.

La idea de suprimir temporalmente a Clarke me parece una decisión narrativa muy valiente. Además creo que todos sabemos que no hemos perdido al personaje, Clarke tomará el control de su cuerpo antes o después. Es más, sabemos que la víctima no es Clarke sino los primes que la han encerrado dentro de su cerebro. Esta pobre gente no conocen el monstruo que puede llegar a ser Clarke, estos “primes” creen que ellos son el peligro y aunque conocen las historias que les contó Jordan sobre los habitantes de la Tierra, parecen no ser conscientes de lo peligrosa e invencible que será Wanheda cuando despierte y logre tomar el control de su cuerpo y desbancar a Josephine.

Quizás exploren un paralelismo entre la lucha de Madi contra el peor de los comandantes y la lucha de Clarke por tomar el control de su propio cuerpo y deshacerse de la intrusa Josephine. E incluso la recién conocida Delilah se merece una segunda oportunidad con Jordan. Quizás también ella logre tomar el control sobre su cuerpo.

Por si a alguien se le ha escapado: estos Primes usan los cuerpos de las personas con la sangre negra para instarlales las conciencias de sus allegados. Es lo mismo que vimos con Lexa y el sistema de comandantes de los grounders, todo ese asunto de La Llama y tal. Transfieren una consciencia a una especie de pendrive súper dotado y lo insertan en los cerebros de aquellos que pueden aceptar el dispositivo sin morirse, que son las personas con la sangre negra. En la Tierra, los grounders usaban ese dispositivo para transmitir un legado que ellos entendían como algo mágico y las consciencias almacenadas convivían con el huésped elevándolo a otros niveles de conocimiento. En Sanctum lo usan para que los poderosos sean inmortales y suprimen la mente del cuerpo habitable.

Los cuatro desconocidos que abordaron la nave pertenecían a este selecto grupo y por eso la única superviviente estaba tan obsesionada con recuperar los cadáveres, quería extraerles el dispositivo y guardarlo para insertarlos en algún cuerpo digno en el futuro. Por eso los Hijos de Gabriel les cortaron la cabeza, para matarlos del todo, de cuerpo y mente.

Es muy interesante la construcción de un sistema de creencias que use las mismas bases que conocemos desde la primera temporada. Estamos ante un planeta nuevo, pero sigue siendo el mismo mundo.

En el segundo episodio de la temporada Red Sun Rising conocimos a una familia de pioneros colones de este planeta, recordad que el padre enloqueció a causa del eclipse y asesinó a la esposa y a la hija. El padre se llamaba Russel, la hija Josephine y la madre Simone. Es decir, esa familia es la que gobierna Sanctum y la joven que murió asesinada por su padre es quien ha poseído a Clarke.

Quizás los Hijos de Gabriel son los buenos y los habitantes de la zona segura son los malos. Pero en todo caso da igual, nuestro querido grupo de personajes van a matarlos a todos por igual. Por un lado, Bellamy y Madi conocen demasiado bien a Clarke para no percibir el cambio. Por otro tenemos a la pareja de locas genocidas formada por Diyoza y Octavia clamando venganza por la muerte de la pequeña Rose.

Ha sido preciosa la huída de Octavia con la pequeña Rose, de algún modo ha actuado como Bellamy actuaba con ella cuando aún la consideraba una hermana. Ese I’m not afraid que usa como mantra ha servido para mostrar un ángulo de ternura y compasión que nos enseña que aún hay esperanza para la redención en el caso de Blooderina.

Y… Diyoza y Octavia están juntas y van de cacería. Ha sido muy atrevido que los guionistas opten por asesinar a una niña pequeña, pero en cualquier caso la vida de Rose estaba destinada a ser corta, pues su sangre negra la hacía un recipiente útil para los primes.

Es muy importante considerar como la serie se ha reinventado comenzando una historia completamente nueva sin perder ni un ápice de su actitud. Sigue siendo The 100 de siempre, pero sobre esas raíces ha construido un nuevo universo.

Esperamos que la temporada continúe manteniendo este nivel.