Jessica Jones: más de lo mismo, pero peor

Jessica Jones: más de lo mismo, pero peor

En un día tan señalado como es el Día Internacional de la Mujer, Netflix decidió lanzar la segunda temporada de Jessica Jones, la antiheroína que ya se ha convertido en un símbolo para muchas fans en todo el mundo, tanto que la compañía usa campañas para promocionar la misma incentivando, entre otras cosas, a corregir micromachismos como el famoso manspreading (o despatarrarse en la lengua de Cervantes). Todas estas reivindicaciones y el mensaje que transmite la serie es digno de admiración, como el hecho de que todos y cada uno de los capítulos de esta temporada hayan sido dirigidos por mujeres, pero hay un problema: además de ser un símbolo feminista, también debería entretener mínimamente, algo que esta temporada, bajo mi punto de vista, no ha hecho tanto como en su predecesora.

Jessica Jones tenía el reto de afrontar su nueva temporada sin uno de sus baluartes, el enemigo de la investigadora, Kilgrave. El problema de eso es que estamos hablando de uno de los villanos más destacados, no solo de Marvel en televisión, sino que lo ampliaría a todo el Universo Cinematográfico. Tal vez solo es superado por Kingpin, el rival de Daredevil, y por esa razón creo que se deberían haber centrado en conseguir un personaje opuesto a la protagonista, al menos de un cierto nivel. Sin embargo, quien cumple el perfil para convertirse en la villana de la temporada, Alisa, bajo mi punto de vista no lo es. Es un personaje que nos introducen en esta entrega, y que rivaliza con Jessica en ciertos momentos, pero realmente considerarla como la villana me parece injusto. El pasado de esta mujer es la que desencadena lo que vemos en el presente, y muchas veces se ve superada por todo ello, dado que sufrió muchísimo y no pidió ser como es. Por lo tanto, ante la ausencia de un enemigo a batir, ¿en qué se podrían centrar los esfuerzos de la temporada?

Una buena respuesta podría ser monopolizar la entrega alrededor de Jessica, y creo que lo han intentado seriamente. Quizá sea uno de los mejores personajes femeninos que nos ha dado Marvel (si no el mejor), y ella es fantástica y Krysten Ritter lo hace fenomenal, y eso es palpable durante toda la temporada, al igual que lo fue en su año de estreno. Sin embargo, por mucho que me encante, no me pueden hacer creer que solo con ella la serie es capaz de salir adelante, sin ningún tipo de apoyo en el elenco que la complemente y destaque durante la temporada. Por poner un ejemplo, Luke Cage y Danny Rand son dos personajes a los que les pesa demasiado cargar con una serie a sus espaldas, ya que siendo ellos dos individualmente mínimamente interesantes, el resto de elementos a su alrededor no lo son, con la excepción del enemigo de Iron Fist, que era el mismo que nos habían introducido en Daredevil y luego vimos en The Defenders. Esta temporada de Jessica Jones, por desgracia, se acerca demasiado a las de esos dos defensores, con la salvedad de que ella es mucho mejor personaje que ellos y por ahí se consigue evitar un mayor descalabro. De hecho, quizá una de las cosas que más me ha gustado de esta entrega es ver la lucha interna de Jessica, sobre todo en cuanto a hasta qué punto es una asesina o si realmente ella puede aspirar a ser algo más que una detective. Ese proceso creo que ha sido de lo más interesante de la temporada, con su punto culminante en cierto episodio con un invitado especial, que si habéis visto la temporada sabréis a cuál me refiero, y si no lo habéis hecho no os voy a decir nada más. Solo esa dicotomía ya nos sirve (por si no lo habíais notado antes) para darnos cuenta de que Jessica Jones es un personaje mucho más complejo que Danny Rand y que Luke Cage, y solo por eso, sus temporadas ya serán, como mínimo, mejores que las de los otros dos.

Otra respuesta a la pregunta hecha anteriormente podría ser que los responsables de la serie han profundizado en los secundarios que nos ofrece la serie, Trish, Malcolm y Geri. Hemos conocido mejor la relación entre ambas hermanas, además de adentrarnos algo más en la personalidad de Patsy, que para mí es la que sale peor parada de toda esta temporada. Su trama me ha parecido poco interesante cuanto menos, y en ciertos momentos rozando lo absurdo. Valoro lo que han intentado hacer, dado que cualquier buena serie que se precie debe cuidar la evolución de sus secundarios, pero con Trish han fracasado estrepitosamente. Solo comprendería el viaje que ha realizado su personaje este año si en una hipotética tercera temporada ella es la villana. De hecho, creo que sería muy interesante explorar esta opción, dado que su evolución no se habría tirado a la basura y verla rivalizar con su hermana creo que sería uno de los grandes incentivos de la futura entrega. Sobre Malcolm y Geri, ambos me dejan una sensación parecida. Su camino ha sido cuanto menos tortuoso (sobre todo el de ella), pero al final se encauzan y nos dejan una conclusión que me parece cuanto menos satisfactoria. No obstante, hasta el final, hemos presenciado momentos de absoluto relleno, otros directamente innecesarios, y todo por tratar de darles interés y completar los trece episodios de turno.

Por lo tanto, ¿con qué nos deja este panorama? Con una gran protagonista, una trama que podría haber dado mucho más de sí, ausencia absoluta de villano, secundarios desaprovechados y una entrega demasiado extensa. Los típicos trece capítulos que integran todas las temporadas Marvel en Netflix en muchas ocasiones son más un lastre que una bendición. Quizá la que mejor lo ha sabido llevar ha sido Daredevil, y aún así podrían hacerse sus temporadas algo más breves y acabaría por mejorar el resultado. Que Iron Fist o Luke Cage tuvieran tantos capítulos no fue positivo, y la temporada debut de Jessica Jones quizá lo palió mejor gracias a que la trama era más interesante y tenía más incentivos atrayentes; esta vez les ha pesado demasiado, hasta el punto de que la mayor parte de los capítulos son bastante lentos y el global de la temporada se hace pesado. Si esta entrega hubiera tenido menos episodios habría facilitado que la valoración final fuera más positiva, tampoco en exceso, pero sí que creo que dejaría un mejor sabor de boca.

De cara al futuro, sinceramente creo que la pregunta que se deberían hacer en el seno de la serie y de Netflix es si se conforman con ser un icono feminista o se debería aspirar a algo más. Jessica Jones podría ser mucho mejor de lo que hemos visto este año; la prueba está en su primera temporada, en la que se jugó con la baza de que estábamos conociendo y construyendo el universo alrededor de la protagonista, todo ello acompañado por un villano del calibre de Kilgrave, que lo que logró precisamente es reforzar ese mensaje feminista que defiende la serie de forma tan loable. No obstante, creo que podría acompañarse esa reivindicación con una trama más digna que la que hemos tenido esta temporada. Lo único que han conseguido esta vez, bajo mi punto de vista, es lastrar el buen debut que tuvo hace unos años. Por mucho que ella sea un gran personaje, no ha sido capaz de sostener una temporada que se caía a pedazos a su alrededor, y solo con el mensaje feminista, para mí, no se salva esta entrega.