And then there were none: Diez negritos que viven eternamente

And then there were none: Diez negritos que viven eternamente

Pocas historias han marcado el género del misterio como “Diez negritos”. Agatha Christie está considerada como la reina del crimen y esa novela es posiblemente una de sus obras cumbre, con un planteamiento que ha servido de base en infinidad de plataformas, la mayoría de veces con buenos resultados. Con motivo de los 125 años del nacimiento de su autora (y también el cercano 40 aniversario de su muerte) la BBC ha decido hacer lo que no se hace la mayoría de las veces, adaptar la novela en sí misma.

Nos encontramos ante una miniserie de 3 episodios, emitidos consecutivamente desde el sábado hasta ayer, que son una representación fiel de la novela, respetando tanto los personajes como la trama. Ayuda que la BBC no ha escatimado a la hora de darle a la producción un reparto a la altura, en la que hay nombres como Charles Dance, Aiden Turner, Sam Neill, Toby Stephens y la que posiblemente sea la gran sorpresa de la miniserie, una impecable Maeve Dermody en el papel de Vera.

La serie nos lleva a los años 30, respetando la época de la historia de original, a una reunión de un grupo de desconocidos en una mansión apartada. Ante la ausencia del anfitrión y después de escuchar una grabación acusando de asesinato a cada habitante de la casa, los personajes empezarán a morir haciendo que los que siguen con vida caigan presos de la desconfianza y la paranoia. Como pueden leer es la sinopsis ya archiconocida de “Diez Negritos”, pero muy bien llevada consiguiendo que en todo momento el espectador note la tensión y que se quede absorto gracias al buen ritmo de los episodios.

Otro punto a su favor es la realización, en la que se nota que ha querido mimar mucho la obra original. Detalles como la fotografía o el sonido han sido cuidados de tal manera que hace evidente que estamos ante una producción en la que han querido darlo todo y lo han conseguido. Una belleza técnica más propia del cine que de la televisión y la enésima muestra del buen hacer británico.

Una curiosidad de la miniserie, es que tanto el título como la canción infantil, que es pieza fundamental en la trama, son de la versión censurada. Así que no se extrañen si no oyen hablar de los ya famosos diez negritos en ninguno de los 3 capítulos.

En definitiva estamos ante una serie imprescindible para aquellas personas que hayan leído la novela y un entretenimiento de lujo para aquellos que desconozcan el libro de Agatha Christie. Un producto muy a tener en cuenta durante este parón navideño.