Review Doctor Who: The Timeless Child

Review Doctor Who: The Timeless Child

Toca decir adiós a Doctor Who por tiempo indefinido (a ver que sabemos que habrá episodio en Navidad o Año nuevo) y nos despedimos con el que se supone que debe ser el golpe maestro de Chibnall de cara a su era. Yo tenía cierta expectación, ahora ¿habrá estado a la alturo de lo esperado o de lo que ha sido la etapa del guionista hasta la fecha?

No me voy a molestar en recordar dónde estaba cada uno porque para eso está la review del episodio anterior y esta empieza a fuego con el cara a cara entre la Doctora y The Master. No es que se prodigue mucho la escena porque no básicamente The Master chantajea a la Doctora para que vaya a las ruinas de Gallifrey junto a él a solas. Algún malpensado puede intentar buscar flirteo como ocurría con Missy y Twelve, pero nada más alejado de la realidad por que las intenciones de Master son peores que querer llevarse a la doctora a un sótano oscuro … oh wait … hace eso pero con otra intención: revelarla la verdad sobre Gallifrey y sobre ella misma.

¿Recordáis cuando la semana pasada lancé un montón de teorías? Pues bien no acerté ninguna. The Master nos descubre tanto a nosotros como a nuestra protagonista la verdad que le hizo volverse loco cuando era pequeño, que Gallifrey está cimentado sobre el niño atemporal, que era una niña que venía de otra dimensión que se encontró Tecteun, una exploradora de la Gallifrey primigenia y que al descubrir que su hija adoptiva tenía la habilidad de la regeneración decidió experimentar con ella hasta conseguir la forma de crear a los Señores del tiempo que hemos conocido hasta ahora. Pero ¿Qué fue de la niña? Que dando explicación no sólo a la doctora que conocimos en “Fugitive of the Judoon”, sino al vacío legal de que exista 13, se nos revela que es la propia Doctora. Ella ha sido la base en la que se cimentó lo que creía que era su especie y ha vivido una infinidad de vidas de las cuales no tiene recuerdos.

Antes de seguir, toca ver que pasa con los humanos, cuya función principal es que el episodio dure más de una hora. No muere nadie importante y el Team nave se escapa utilizando trajes de Cybermen y el Team Resistencia pues … pelea como puede contra ellos. Sinceramente, no aportan nada más a la trama de la finale.

Quién si aporta algo es The Master, que mientras tortura psicológicamente a la doctora con la verdad sobre su origen negocia con el Cybermen solitario para formar una alianza (queda ya claro que no era Brendan, esa es una de las vidas olvidadas de la doctora) y dominar juntos la galaxia a lo Lord Sith, pero todo es una estratagema para hacerse con Cyberium convirtiendo al Cyberman solitario en una bomba capaz de destruir toda vida orgánica con la forma de juguete.

Una vez a logrado su meta, nuestro villano se marca la del discursito clásico mostrándola a la Doctora su plan, formar un híbrido entre Señor del tiempo y Cybermen que arrase todo a su paso. Tras una emotiva escena en la que los recuerdos de la doctora la libran de su prisión, ella decide sola acabar con todo usando el cuerpo del Cybermen solitario para acabar con The Master y su ejército aunque para ello deba sacrificarse. El tener acceso al cuerpo del Cybermen con la partícula mortal era todo una prueba de The Master para ver si ella sería capaz de destruirlo todo, incluida ella misma, con tal de detenerse; pero aunque ella no es capaz (cosa que nos habría dejado sin serie) Ko Sharmus si lo es, siendo él quien arrasa definitivamente con Gallifrey (hasta que el próximo guionista de turno la necesite para algo).

Y cerramos con un cliffhanger en el cual, la doctora como superviviente, es atrapada por los Judoon y llevada a un prisión espacial. Supongo que en el especial que toque tendremos la más que segura fuga.

Como viene siendo tradición con cada final de temporada, toca un poco de retrospectiva a la misma. Creo que para quien me haya ido leyendo semana a semana, es bastante evidente que la sensaciones han sido mucho más positivas que en la temporada anterior, a la que la achaqué tener muy buenas ideas pero nefastamente llevadas. En esta ocasión no es que haya sido la panacea, pero sí que me parece haber visto una mejor mano y lo que es más importante, una idea clara de a dónde querían llevar la serie.

Esperaba más de este episodio, no lo voy a negar, me parece que tiene mucho giro relevante que va durar lo que dure Chibnall, pero pese a ello aplaudo que sin querer enrevesarlo todo como Moffat haya narrado bastante bien lo que quería para plantear este episodio sin terminar generando la sensación de Deus Ex Machina que tantas veces hemos visto en Doctor Who. Me gusta lo que plantea, pero aunque me haya dejado un buen sabor de boca si que ando un poco desconcertado por el hecho de que lo pintaran como un momento super-épico, cosa que podría haber sido si la BBC se dignara en volver a llamar a Murray Gold para la banda sonora.

Me despido de vosotros hasta el año que viene, al menos en lo que Doctor Who se refiere. Ojalá Chibnall sepa aprovechar bien la bomba que ha soltado en este arco.

Pd: Si nos seguís en twitter posiblemente ya lo habréis visto, pero si no es así, os recuerdo que esa red social estamos haciendo un sorteo de un maravilloso poster de la serie que os trajimos desde Londres con amor (más whovian imposible). El sorteo termina el jueves pero si estáis a tiempo y queréis participar seguid las instrucciones del tweet.