Review Arrow: Brothers in Arms

Review Arrow: Brothers in Arms

Hay varios fotogramas que podría haber escogido para encabezar esta review, pero quizá este sea el mejor, porque describe a la perfección lo que ha sucedido en el episodio. Hoy hemos tenido dosis de acción, como siempre, pero el foco principal ha estado en una escena que ha cambiado para siempre la dinámica en Arrow, y que es posterior a este momento, en el cual ya hemos visto todos que la cosa pintaba muy mal entre Oliver y Diggle. Con la tontería, nos hemos encontrado con otro muy buen episodio, y que nos hace afrontar la recta final de temporada con más pesimismo que optimismo.

Es importante tener presente que la relación entre ambos implicados en este conflicto es la que podrían compartir dos hermanos, tal y como se refiere Oliver en determinado momento en LA escena. Si la semana pasada hacía referencia a qué significaba la pérdida de Thea para la serie, teniendo en cuenta su relevancia durante estos años, la de John Diggle no se queda atrás, dado que él siempre ha estado con Oliver desde el minuto 1, incluso antes que Felicity si no recuerdo mal; no se va de la serie, pero sí del Team Arrow, por lo que es una pérdida cuanto menos, notable. Conoció su secreto en los comienzos de la serie y ha estado con nuestro protagonista en todo momento, en las duras y las maduras, como fiel escudero y buen amigo. La relación entre ambos ha sido uno de los pilares que ha ido construyendo Arrow durante seis temporadas, y John ha sido uno de los apoyos principales de Oliver durante su cruzada por hacer de Star City un lugar mejor. Pero en cuestión de cuarenta minutos, con el momento clave más o menos a la mitad de los mismos, esa relación se ha fragmentado en mil pedazos, y quizá sea uno de los momentos más tristes de toda la serie, incluso por encima de cualquier muerte que hayamos presenciado tras todos estos años.

Una de las cosas que más me molestaba en episodios atrás era precisamente que John le echara en cara a Oliver que el rol de Green Arrow lo estaba acaparando durante más tiempo del debido, y que ya era hora de que volviera a ser de Dig. Lo consideraba como un asunto menor, que estaba ocupando tiempo en pantalla y que tenía fácil solución: Oliver es Green Arrow y no hay discusión, y creo que eso lo ha explicado muy bien él cuando ha comentado el asunto con John al comienzo del capítulo, con lo que yo pensaba que quedaría zanjado el tema, porque no le veía mucho recorrido, pero ya de entrada vemos que Dig no queda muy convencido, y luego tenemos la prueba en que ya en acción, se le va la pinza y se descontrola. Al comienzo pensaba que era un problema menor, y que con una explicación clara y razonable de Oliver se resolvería todo, pero la forma de afrontar el problema me ha gustado mucho, y tras ver LA escena, es imposible que no quede conforme con cómo han afrontado todo esto.

Para empezar porque hemos recuperado a Lyla, sí, la mujer de Diggle que andaba un poco desaparecida de la ficción y que hoy ha sido un apoyo moral para su marido para ofrecerle claridad en todo el problema, y ha servido para John comprenda realmente lo que le molestaba, que es algo que ya hemos visto anteriormente esta temporada, con la marcha de René, Curtis y Dinah: el liderazgo de Oliver. Seamos sinceros: la forma en la que dirige a su equipo dista mucho de la manera en la que Kara Danvers o Barry Allen colaboran con sus compañeros, por poner ejemplos. El enfoque de Oliver es más similar a una cadena de mando militar que a una colaboración en equipo como podemos ver con Barry y los suyos; incluso la propia Kara perteneciendo al DEO y con J’onn como líder de la agencia no tiene esa actitud con el resto de personajes que la ayudan. De hecho, otra prueba es que Barry identifica la figura de The Flash incluyendo a Iris en ella, algo que por ejemplo a Oliver no hemos visto hacer nunca; él es Green Arrow, y cuando se viste como el justiciero de Star City se siente completo, de una forma en la que no se siente cuando es el alcalde de la ciudad, el marido de Felicity, o el padre de William. Esa división a la que alude John varias veces es palpable, de hecho, cualquier persona, siendo tan solo una de las personas que es Oliver, se sentiría realizado, pero no todos hemos vivido lo que ha experimentado nuestro protagonista en los últimos diez años, acontecimientos capaces de romperte en dos y no volver a unirte ni con toda la ayuda psiquiátrica del mundo. Por eso comprendo a Oliver en su posición, pero también comprendo a John; es imposible no simpatizar con algunos de los puntos que nombran cada uno, me resulta complicado no entender su postura y lo que defienden cada uno, y por eso no puedo enfadarme con Diggle por irse y tampoco con Oliver por intentar hacer ver a su hermano que no lleva razón. Stephen Amell y David Ramsey no son los mejores actores de la historia, pero el trabajo realizado por ambos en LA escena es cuanto menos encomiable. Transmiten a la perfección lo que sus personajes están sintiendo y hacen que el espectador simpatice con la situación, por lo que me quito el sombrero con ambos.

Realmente, recopilar toda la escena no es necesario. Basta con volver a verla y experimentar de nuevo lo que sucede. Puede que estemos ante uno de los momentos más relevantes de Arrow, por todo lo que supone y todo lo que puede suceder a continuación. Oliver se ha quedado solo, con el único apoyo de Felicity. Todo su equipo le ha abandonado, y su situación como alcalde y Green Arrow está en un momento crítico, por no hablar de que Díaz, como bien le dicen en varias ocasiones en el episodio, ya ha ganado, y él ni siquiera es consciente de ello. Algo que es palpable al ver cómo actúan el fiscal del distrito y la comisaria cuando Oliver les echa por colaborar con el villano, y la confirmación (por si alguien dudaba) de que Laurel está ayudándole también.

La situación es límite, y con seis episodios para concluir la temporada, el escenario que nos plantean creo que es uno de los más complicados que ha tenido que afrontar Oliver desde que empezó la serie, porque a diferencia de otros que le hemos visto superar, esta vez está solo, y me parece muy interesante ver cómo saldrá de esta antes de que acabe la temporada.