Camino a Infinity War: The Avengers (2012)

Camino a Infinity War: The Avengers (2012)

Cerramos la Fase 1 de Marvel con quizá la mejor película de la factoría emitida hasta la fecha, o desde luego entre las mejores. La primera vez que se reunían los diferentes personajes que habíamos ido conociendo individualmente en sus respectivas películas, y alguno con un rol más secundario, no dejó indiferente a nadie y nos ofreció un espectáculo digno de una superproducción de este calibre. Joss Whedon dirigió la cinta, estrenada en 2012.

El villano de la película está claro desde el principio de la misma, ya que no es otro que el hermano de Thor, Loki, al que conocimos en la película de los orígenes del asgardiano. Pero realmente, el que maneja los hilos desde las sombras no es otro que Thanos, que se nos muestra de pasada durante el largometraje y posteriormente le vemos directamente en la correspondiente escena post créditos. Thanos le concede a Loki el cetro que custodia toda la película y con el que genera estragos a lo largo de la cinta, así como un ejército alienígena integrado por una raza llamada chitauri, para atacar la Tierra, y cuyo ataque tendría lugar en Nueva York. La misión que le encomienda este villano a Loki es la de conseguir el teseracto, sustancia que ya vimos en Thor y Capitán América: El Primer Vengador, y que aquí aparece de nuevo y es la clave de toda la película y que, recordemos, es una de las gemas del infinito.

Tras asaltar Loki con cierta facilidad las instalaciones de SHIELD y hacerse con el teseracto, además de llevarse consigo a Clint Burton (Ojo de Halcón) y a Erik Selvig, Nick Furia pone en marcha la ansiada reunión que los fans de Marvel estaban deseando ver. Natasha Romanoff, Bruce Banner y Steve Rogers son los primeros en unirse al plan, mientras vamos conociendo un poco más al agente de SHIELD Phil Coulson, cuya importancia en esta película es mucho mayor que en las anteriores en las que había aparecido. Tony Stark es reticente al principio, pero finalmente termina uniéndose cuando una avanzadilla formada por el Capitán América y la Viuda Negra va a por Loki a Stuttgart, donde reaparece para causar estragos y llamar la atención de SHIELD para ser capturado, formando todo parte de su plan para obtener los artefactos necesarios y abrir el portal para los chitauri, aunque nuestros héroes no sospechen al principio. Con casi todos a bordo, el único que faltaba por unirse era Thor, y es quizá el que tiene la entrada más espectacular de todos y, como consecuencia de su llegada, tenemos el primer enfrentamiento entre Vengadores de la película, ya que él pretende llevarse a su hermano a Asgard, mientras que Stark quiere retenerle en la Tierra hasta que encuentren el teseracto. Esto lleva a una serie de escenas de acción donde las tortas, golpes, mamporros y leñazos varios abundan, aunque por el momento queda ahí la cosa.

El problema de reunir a tantos egos que individualmente funcionan bien, pero como equipo no habían coincidido nunca, es que cada uno tiene su punto de vista, su personalidad, su forma de hacer las cosas, y esas diferencias terminan chocando, y todo eso Loki lo sabía y lo tenía planeado para causar el caos entre las filas de los Vengadores. Un ataque comandado por Ojo de Halcón a las instalaciones de SHIELD, y las rencillas de los Vengadores entre ellos, así como lo que les oculta Furia y que no les cuenta terminan por facilitar la huida de Loki, que en el camino mata al agente Coulson, que curiosamente sería una de las causas que motivaría la acción final del grupo de Vengadores para acabar con el asgardiano. Mientras el dios huye, tenemos de todo en la nave, con las diferencias ya palpables entre Tony y Steve (quizá las primeras semillas de la futura Civil War), que dejan de lado momentáneamente para tratar de salvar la nave; Thor tratando de detener a un Hulk desatado que había estado a punto de hacer picadillo a Natasha; y Nick Furia y el resto de SHIELD neutralizando el ataque como pueden, mientras la Viuda Negra recupera a Ojo de Halcón para luego devolverle a su sano juicio y acabar con la influencia que Loki había ejercido sobre él. La huida del asgardiano termina con Coulson fallecido (no por mucho tiempo, como posteriormente veríamos en Agents of SHIELD y cuya vuelta a la vida sería uno de los mayores misterios que afrontó la serie en su parte inicial), Thor y Hulk dispersos en la superficie terrestre, y el resto del equipo abatido y desmoralizado por todo lo sucedido. No obstante, no hay tiempo para las lamentaciones porque Loki sigue con su plan y ya tiene todo lo que necesitaba, por lo que en la torre Stark abre un portal que permite a los chitauri invadir nuestro planeta.

He aquí, con total probabilidad, el mejor tramo de cualquier película de Marvel emitido hasta la fecha, la invasión chitauri y la unión definitiva de los Vengadores para detenerles en pleno Nueva York. La parte final de la película nos deja grandes momentos de acción, de humor, y algunos bastante épicos, todo sin disminuir un ápice de calidad de la espectacular batalla que presenciamos. Con la Tierra salvada y la esperanza de que volveríamos a ver a los Vengadores en el futuro si nuestro planeta los necesitaba, concluye la cinta, con todos desperdigados y de vuelta a sus respectivas películas, destacando el hecho de que Thor regresa a Asgard con Loki… y con el teseracto, la gema del infinito que no cae esta vez en manos del enemigo y retorna al planeta de natal del dios del trueno.

Semejante despliegue de medios sigue en la retina de los seguidores Marvel años después, y tras haber pasado seis años desde que viéramos la lucha entre los Vengadores y los chitauri, tengo que decir que no tiene que envidiar absolutamente nada a cualquier superproducción de la factoría que ha venido después, ni a otras semejantes de su género. Quizá su mayor rival en los próximos años sea la propia Infinity War, o la cuarta parte de Vengadores que veremos en 2019, pero mientras tanto, The Avengers es la película puntera de Marvel, tal vez rivalizando con las dos últimas películas del Capitán América.