Review Legends of Tomorrow: Beebo the God of War

Review Legends of Tomorrow: Beebo the God of War

Hoy toca despedirse de la serie hasta el próximo año, y lo hace con un episodio bastante bueno, que sirve para cerrar la etapa de uno de los miembros originales de la Waverider, que aunque podíamos preverlo, sigue siendo una pérdida destacada y no por ello menos triste; no obstante, esta no es tan dramática como la vivida en el crossover, por lo que algo es algo. Sin más dilación, vamos a ver qué ha deparado este noveno episodio.

La Waverider ya ha tenido muchos tripulantes a lo largo de estas tres temporadas de vida de Legends of Tomorrow, y muchos ya no están, como Snart (aunque ahora tengamos a su doppleganger de Tierra-X), los Hawks, el propio Rip que unió al equipo, y esta vez la última baja ha sido Firestorm al completo. A los personajes que conocimos en The Flash primero y que luego tomaron bastante protagonismo en el segundo spin-off del Arrowverse han dejado la nave temporal y uno de ellos no parece que vaya a volver (al menos interpretado por Victor Garber), y el otro está todavía abierto a la posibilidad de regresar en algún punto del futuro.

Está confirmada la salida de la serie de Franz Drameh, y lo cierto es que tiene lógica. Al morir el profesor Stein y haberse separado por lo tanto ambos de la matriz Firestorm, Jax por sí solo no tiene ningún súperpoder. Podía aportar conocimientos mecánicos a la Waverider, para el caso de que se vuelva a averiar o esté al borde del colapso como en otras ocasiones (raro me parecería que no viéramos un escenario similar en el futuro), pero en el momento de la acción, aparte de repartir tortas y algún chascarrillo suelto, Jax tiene poco que aportar cuando las cosas se pongan feas. Su salida es la que hubiera deseado para Martin, que pudiera estar con su familia y vivir en paz alejado de todas las movidas que van generando el propio Team Legends, pero los responsables de la serie han escogido que el muerto sea el profesor y el que abandone por su propio pie la nave sea Jefferson. Como dice la noticia que os he enlazado, la posibilidad de que le veamos en futuras ocasiones permanece abierta; es más, quién sabe si no intervendrá en la temporada de The Flash, al quedarse en Central City no lo descartaría por completo. Pero por ahora, tenemos que contar con que no vamos a ver a Jax en un tiempo.

En cuanto al episodio, seguimos ahondando en algo que mencioné como detalle suelto reviews atrás, pero que ya los miembros del Team Legends han empezado a atar cabos. Nuevamente, el anacronismo de este episodio es alguien relacionado con el equipo: el joven Martin Stein, que ha acabado en la época vikinga cuando estaba en el centro comercial comprándole a su hija un peluche de juguete llamado Beebo, que da nombre al capítulo. Parece que los tripulantes de la Waverider van viendo que hay un patrón en la mayor parte de casos que han afrontado desde el comienzo de la temporada, y aunque Jax quiere verlo como una señal de que las cosas pueden o deberían ser cambiadas, creo que lo que sucede tiene más que ver con Mallus y sus intenciones que con otra cosa.

Precisamente el hecho de que el anacronismo coincida con Martin y además siendo tan reciente, Sara recurre a la ayuda de la agente Sharpe para que aporte una visión alejada del estado emocional tan delicado que vive el Team Legends, que siguen lidiando con la muerte de su querido amigo, mientras Leo Snart trata de que se abran (inútilmente) y hablen de sus sentimientos; por cierto, me gusta mucho la personalidad que le han dado a este alter ego de Snart, cada escena con Mick es más divertida que la anterior y le aporta un toque fresco a la serie. A todo esto, ¿soy el único que ha detectado un posible interés de Sara hacia Sharpe? Esa frase diciendo «no me van los esposos» y esa cierta complicidad que ha crecido en este episodio entre ellas me da que pensar. Tras ver Crisis on Earth-X y lo rápido que juntaron (aunque fuera esporádico) a Sara con Alex Danvers, no descarto nada (aunque yo soy más fan del ship Alex-Sara).

El pequeño y abrazable Beebo se convierte en el nuevo dios vikingo, hasta que el Team Legends interviene y arruina la fiesta que tenían montada los nórdicos que pretendían colonizar América siguiendo los mandatos de un peluche (es tan ridículo todo que me hace gracia). Bueno, eso, y que aparecen los Darhk vestidos como Odín y una valquiria (tendrían que haber hecho caso a Ray desde el principio) y toman el control del campamento y obligan al equipo a hacer una retirada momentánea. Es un detalle que me ha llamado la atención, ver que Sara es consciente de los poderes de ambos y que la última vez que les hizo frente salió malparada, y prefiere idear una nueva estrategia que llevar a cabo una acción directa que podría salir muy mal. Por eso considera que ir sola es mejor que arriesgar las vidas de sus compañeros, encima tras lo sucedido con Martin. Cada episodio que pasa, siguen demostrando que Sara es mejor capitana de lo que lo fue nunca Rip, y yo que me alegro.

Diría que la aparición de los Darhk en este episodio es bastante gratuita y que hasta cierto punto sobraba, pero realmente tiene un propósito claro: que alguien del equipo entre en contacto con Mallus por primera vez en lo que llevamos de temporada. En mitad del contraataque del Team Legends ante los Darhk, Leo y Mick neutralizan (¿la llegan a matar?) a la hija de Damien, y justo cuando pretendían saltar nuevamente, Sara toca el colgante que el villano ha mostrado otras ocasiones y es trasladada a una dimensión paralela, con una brecha en ella que me ha recordado horrores a una que ya  hemos visto en anteriores episodios de Supernatural (quienes la sigan sabrán a qué me refiero). En este vacío como describe luego ella escuchamos a Mallus, como siempre, lanzando una amenaza terrible hacia el Team Legends y contando lo malo que es y blablabla. Esta maravillosa voz la pone John Noble, actor que si no os suena debo regañaros. Interpretó al gran Walter Bishop en Fringe, y que le hayan escogido para poner voz a este villano me parece una elección genial. A partir del regreso de la serie el próximo año volveremos a escucharle, y supongo que veremos la forma corpórea de Mallus. Pero la incorporación de este actor, aunque sea solo con su voz, ya es otro punto a favor para Legends of Tomorrow.

Tras intentar cambiar el destino de Martin, Jax se da cuenta de que debe tratar de pasar página y que permanecer en la Waverider no le va ayudar a superarlo, por lo que nos despedimos de él con la típica estampa navideña propia de estas fechas y que inunda las series en este mes de diciembre. Pero, las gallinas que entran por las que salen, a rey muerto rey puesto, o cualquier dicho popular o frase hecha que queráis escoger, porque tenemos un nuevo tripulante en la nave: John Constantine. Para los que no sepáis nada de este personaje, deciros que tuvo una aventura fugaz en NBC con su serie propia, para ser cancelada posteriormente. No obstante, el Arrowverse le acogió temporalmente para una tarea vital para el nacimiento de Legends of Tomorrow: la salvación del alma de Sara Lance en la cuarta temporada de Arrow, además de su aparición en varios flashbacks de Oliver. Matt Ryan vuelve a ponerse en la piel de Constantine y parece que le vamos a tener en la serie durante algunos episodios.

Nos toca despedirnos de Legends of Tomorrow hasta febrero, aún sin fecha concreta de regreso. Espero que en la segunda mitad de temporada suceda como en la anterior y tengamos un incremento en la intensidad de la historia, aunque dudo que pueda llegar a la altura de lo visto en la entrega anterior, pero confío en la serie y espero que así sea. ¡Nos vemos en febrero!