White House Plumbers: el patetismo de las cloacas
HBO es una fábrica de producir buenas series. Cuando leí que íbamos a tener a Woody Harrelson (True Detective), Justin Theroux (The Leftovers) y Lena Headey (Game of Thrones) protagonizando una nueva miniserie, que trataría el escándalo del Watergate, con gente de los equipos de Succession y Veep detrás, supe que la tenía que ver. ¿Ha estado a la altura? Os lo cuento a continuación.
NOTA: el artículo trata sobre la miniserie al completo, a la que hemos accedido gracias a WarnerMedia España. NO contiene spoilers.
Bueno, realmente algo de spoilers sí habrá, dado que si conocéis todo lo que sucedió con el tema del Watergate en los setenta, y lo que supuso para Nixon y su mandato en la Casa Blanca, pues ya sabréis qué va a mostrar esta ficción, pero por si acaso, me abstendré de dar muchos detalles.
El próximo martes 2 llegará a HBO Max España esta miniserie que constará de cinco episodios, y son más que suficientes para contar lo que pasó con en ese infame episodio de la democracia estadounidense, y más concretamente, cómo lo orquestaron Howard Hunt y Gordon Liddy, a los que dan vida Harrelson y Theroux, respectivamente.
El estilo, dentro de que esto es un drama, tiene los tintes de humor y de esperpento necesarios para que sea más llevadero que si hubieran apostado por mostrar algo más serio y con pretensiones más elevadas. Teniendo en cuenta que ya he dicho que al cargo de esta producción hay creadores que formaron parte de dos series como Succession y Veep, y si las habéis visto, conocéis sus estilos, pues os podéis hacer una idea de por dónde van los tiros, aunque son diferentes métodos y formatos, eso sí. Pero todo parte de un tronco común, que es mostrar a esta gente como mamarrachos.
Porque, si te paras a analizarlos, son dos señores bastante patéticos. Obsesionados con una idea de país, nación, patria, o como lo queráis llamar, que está por encima del bien y del mal, y la noción de que el comunismo va a acabar con todos ellos, armaron un despropósito tal, que acabó saliéndoles tremendamente mal, y no supieron ver más allá de sus propias narices. La exploración del desastre de Hunt y Liddy me parece magnífica, y tanto los dos actores que les interpretan, como la actriz británica en el rol de la mujer de Hunt, se lucen, y si les nominaran en futuros certámenes, no me sorprendería en absoluto. Es lo mejor que tiene esta ficción, junto a su forma de narrar los hechos.
Ahora bien, ¿la situaría como el mejor estreno del año? No, la verdad; dentro de HBO puede que incluso tampoco. ¿Es eso malo? No. Siempre que esta cadena estrena algo, vale la pena verlo, porque puede que os encontréis con la siguiente que marque época en televisión, además de tener un amplio catálogo de las llamadas imprescindibles. ¿Ganará el premio a la mejor miniserie? Si lo hace, no será inmerecido, pero otras de HBO también se han ido de vacío otros años (por ejemplo, el ninguneo sistemático hacia todo lo de David Simon, como por ejemplo, el año pasado a We Own This City, de la que hicimos programa), y creo que va a haber competencia muy seria en su categoría.
Y, por cerrar, y porque no quería basar todo mi artículo en este punto, sí quiero decir que me gustó más, hace un año, Gaslit de Starz, que trata el mismo tema, desde otra óptica y poniendo el foco en otros participantes de todo este caos, hasta el punto de casi ser complementarias, bajo mi punto de vista. Pero, al peso, me pareció superior que esta. Sí pediría a Estados Unidos y las cadenas y servicios streaming que dejaran ya estar el tema del Watergate, porque dos grandes miniseries lanzadas con un año de diferencia son más que suficiente, además de otras producciones sobre la cuestión.
Como digo, el martes de la semana que viene llega White House Plumbers a HBO Max, y os la recomiendo, tanto si conocéis todo lo que pasó, como si no. HBO no suele fallar, y en este caso tampoco lo ha hecho. Es uno de los estrenos más destacados de mayo, y que vale la pena fichar si sois seriéfilos.