Review The Walking Dead:  Acts of God

Review The Walking Dead: Acts of God

No sé muy bien cuál es mi opinión sobre el episodio. Acts of God nos deja en parón hasta agosto, cuando terminará la serie y puede que mi disposición de ánimo no fuera suficientemente positiva y que por eso la haya visto tantas fallas, pero lo cierto es que no ha terminado de conquistarme y que he visto cierto aire ingenuo o más bien como si tomaron por tontos a los espectadores.

Empezando por lo positivo: me gustó mucho todo el asunto de las cigarras o langostas (o lo que sea esa inmensa cantidad de bichos que han estado sobrevolando la trama), creo que añade un punto de terror a la historia, le da un toque de inquietud sobrenatural emulando al clásico Los Pájaros del maestro Alfred Hitchcock.

Hay otras muchas cosas que no han terminado de convencerme: empezando por la muerte del simpático Marco, que todos sabíamos que iba a morir porque era el menos conocido de los cuatro aventureros valientes que iban a enfrentarse con las tropas de la commonwealth. Y porque el episodio empieza con su cadáver observado por el bueno de Lance… Pero esto de que los personajes importantes, o al menos aquellos que tienen nombres y hemos visto dos o tres veces, sean completamente invulnerables mientras que los red shirt tengan un enorme efecto imán para las balas y atraigan a los zombies es algo irritante. El ejemplo más divertido de esta teoría es comprobar como los soldados, uniformados con armaduras impenetrables, mueren si reciben un tiro en cualquier parte del cuerpo. Cosa que comprobamos en la batalla del concesionario abandonado en la que los soldados de la commonwealth tienen a los tres personajes principales completamente rodeados y aún así son masacrados brutalmente sin provocar ni una baja en el grupo enemigo, pese a que el grupo de soldado de la commonwealth era muy numeroso en comparación con un tuerto, un manco y Daryl … Y es cierto que nuestros chicos están muy versados en mil batallas y que saben pelear y que han aprendido a palos a manejarse en este mundo terrible, pero aún así lo cierto es que también hemos visto como Mercer les da un entrenamiento muy estricto a sus soldados y los coloca en situaciones difíciles para que aprendan a pelear. Me cuesta creer que sean unos completos inútiles. Pero el caso es que todos los soldados son masacrados mientras que Lance, que no lleva ni uniforme ni armadura, sale casi ileso de un oportuno disparo a la cabeza que sólo logra hacerle una atractiva cicatriz en la mejilla.

Otra cosa tremendamente divertida es esa manía que tienen los villanos de no cargarse a los héroes cuando tienen oportunidad, parece que nunca han visto una película y que no han comprobado que eso de dejar al héroe vivo nunca, nunca, nunca sale bien. Pero Leah, actuando como la villana sin cerebro que parece que es, una vez que tiene a Maggie completamente a su disposición para asesinarla y así vengar a su familia y congraciarse con el tipo al que le robó las armas, elige dejarla viva. Opta por atarla a una silla y esperar a que despierte para así poder ser vencida por ella, aunque finalmente no sea Maggie quién la maté sino Daryl … a quién le ha dado tiempo a llegar gracias a que Leah se tomó la venganza con mucha calma. Puesto que era inmensamente obvio como iba a desenvolverse la historia, no había el más mínimo atisbo de inquietud en la escena. Todo el asunto es tan ridículo que lo único que puedo decir es que doy gracias a Dios de que no estuviera el precioso Dog por allí, porque hubiera sido muy traumatizante para èl ver como su papá actual mata a su mamá del pasado.

Dentro de las cosas infantiloides y poco creíbles tenemos también la relación de Max y Eugene, que han dejado atrás que él la confundiera y se enamorarse de otra creyendo que era ella. Los inicios de esta relación fueron muy turbios pero parece que lo han superado con una madurez excepcional.

También me inquieta que Aaron, Gabriel y Daryl estén actuando abiertamente en contra de Pamela y Lance, poniendo así en peligro a sus hijos… aunque en el caso de Daryl sean más bien sus sobrinos… o lo que sea, pero tiene a su cargo dos niños pequeños y un perro a cuya madre acaba de asesinar. Es un poco arriesgado dejarlos ahí dentro, rodeado de enemigos mientras ellos desde fuera actúan contra ellos, lo lógico es temer represalias. La parte buena de esto es que podríamos pensar que Gabriel confía en Rosita y los demás simplemente confían en el resto del grupo, supongo que han llegado a un nivel de hermandad en el cual se sienten como una familia en la que todos asumen que se cuidarán unos a otros.

Ahora el grupo de los buenos que aún sigue en la ciudad decide que van a realizar una batalla política y periodística para acabar con la familia Milton, o al menos para descubrir la verdad sobre las personas desaparecidas que el psicópata de Sebastián usaba como juguetes para fines egoístas. Así que tenemos a un grupo de los nuestros peleando desde fuera y a otros peleando desde dentro. No hemos terminado con un gran cliffhanger, pero aún así, hay cierta intriga por ver como evoluciona esta historia y la forma en la que se desenvuelve la guerra contra los Milton y Hornsby.

La serie volverá a mediados de agosto, con la última tanda de episodios que finalizará la serie, espero que a gusto de todos.