Review Legacies: Salvatore: The Musical !

Review Legacies: Salvatore: The Musical !

Le advertí a mi compañero Iván el otro día, en el programa que le dedicamos al universo vampírico de The CW, que el capítulo de esta semana de Legacies iba a ser musical. Como le dije, podía ser algo muy bueno, o algo muy malo. Ejemplos tenemos los que queráis, incluso en la propia cadena. Si en The Flash les salió rana, a pesar de las magníficas voces de Melissa Benoist y Grant Gustin, en una serie como Crazy Ex-Girlfriend vivían de esos números y tanto las coreografías como las letras eran una gozada verlas en acción; por no hablar de Zoey’s Extraordinary Playlist (NBC), que cada semana nos ofrece un espectáculo musical ameno y fantástico. Y luego tenemos Riverdale, que me fascina como logra cada temporada hacer un capítulo de estas características más horrendo y anticlimático que el anterior. En el caso que nos atañe, lo cierto es que ha salido bastante mejor de lo que esperaba, y me ha gustado mucho el episodio.

Porque, a diferencia de Riverdale, por tirar de un ejemplo de la misma cadena, Legacies no necesitaba sacarse de la manga temas, situaciones, o excusas para crear números musicales como la de Archie y compañía. Solo necesitaba mirar a lo que hicieron en la serie madre, y sacar inspiración de ahí, a pesar de que al pobre Landon por poco le da algo tratando de enlazar la ingente cantidad de tramas y dramas que nos presentó The Vampire Diaries durante sus ocho años de emisión. Y esa es precisamente otra de las cosas de las que se han beneficiado (y han utilizado de maravilla): de los guiños, referencias y alivios cómicos derivados de la ficción original. Por ejemplo: todos querían presentarse para el papel de Damon, porque, en fin, no voy a descubrir a estas alturas al mayor de los Salvatore, y solo Jed, el hombre lobo de referencia en estos momentos en Legacies, quería interpretar a Stefan (y bueno, era evidente que Landon era Team Stefan). Cosas con las que el fandom puede conectar sin problemas, porque se ve reflejado en los personajes, y le ha sabido sacar partido muy bien.

Todo lo del musical viene propiciado por el «monstruo» de la semana. Un duende, sacado del pozo de Malivore, que en lugar de desatar el caos y la destrucción en la escuela, logra que, a través de la obra, Landon y Hope hagan las paces y se vuelvan a dar una oportunidad (número musical mediante, apareciendo en el último minuto, a pesar de la reticencia inicial de la joven). Me ha recordado un poco a lo que vimos en su día en el episodio al que aludía antes de The Flash, en el que el villano de turno provocaba que Barry y compañía se pusieran a cantar, solo que aquel tenía peores intenciones que el de Legacies. También me lo he pasado muy bien con el pobre MG intentando retener que el consejero de la escuela, el amigo y conocido de todos desde siempre (claro, claro), el buen doctor Goodfellow (telita también con el nombre), era el enemigo a batir esta semana.

Otra de las cosas que me está llamando la atención de este arranque de Legacies es que parecen haber centrado el foco hacia más personajes en lugar de que Hope consuma la mayor parte de tiempo de pantalla. En temporadas anteriores ella llevaba el peso, y el resto de adolescentes tenía sus momentos, o sus arcos más o menos importantes, pero en tres capítulos que llevamos de tercera entrega, tengo la sensación de ver más a Landon, Lizzie, MG y compañía que a la protagonista de la historia. Sin ir más lejos, las dos hermanas Saltzman han tenido su epifanía cada una: Josie interpretando a Elena y dándose cuenta que tiene más cosas en común con ella de las que se podría imaginar en un principio; y Lizzie a través de la carta que le manda Caroline, con un timing perfecto antes de que la joven siguiera comiéndose la cabeza de mala manera. Por cierto, esa voz era la de Candice Accola, bonito detalle que al menos la escuchemos de nuevo, a pesar de que muchos querríamos que se pasara por Mystic Falls a hacer una visita, pero me da que tendremos que esperar para verlo.

Parece que este capítulo feliz y con alegrías para casi todos los personajes (incluido Alaric, que ha ligado), se va a quedar en un alto en el camino, porque Alyssa y el Nigromante parecen tener los ingredientes necesarios para traer de vuelta (otra vez) a Malivore y volver a desatar el caos por la escuela, a costa del pobre MG, que recibió la advertencia de la joven de no hacerse el héroe, pero claro, los héroes no pueden evitarlo. A ver por dónde nos salen la semana que viene.