Review Game of Thrones: Winterfell

Review Game of Thrones: Winterfell

Algunas temporadas atrás los personajes se repartían entre innumerables localizaciones y la premiere consistía en recordar al espectador quien era quien y donde estaba cada cual. Muchos han muerto y los demás están reunidos en un par de escenarios, pero aún así hemos tenido ese episodio introductorio que no necesitábamos en una temporada que sólo consta de seis episodios. Una decisión de los guionistas bastante cuestionable, pero al menos espero que signifique que nos libramos de paja y relleno en el resto de la temporada.

Ahora bien, en el fondo, teníamos tantas ganas de verlos que nos ha gustado el reencuentro aunque en el episodio no haya pasado casi nada. La serie ha ganado en emotividad, en intimidad, a lo largo de los años parece como si los personajes se hubieran vuelto más vulnerables y cercano y después de dos años es agradable volver a verlos, me ha gustado especialmente la presentación de Arya entre la gente, como si fuera una persona anónima más del pueblo que asiste al espectáculo que da la comitiva de su hermano. Tanto Jon como los demás pasan altivos en su monturas y ni echan una mirada al populacho… sólo Missandei, quizás por su pasado, muestra la empatía de sentirse más cercana a los demás.

También he notado que el episodio está más centrado de lo habitual, estábamos acostumbrados a que nos cuenten diez historias sin conexión entre si, algo que no ha ocurrido en esta premiere. Me parece un episodio mucho más compacto en cuanto al contenido y la estructura del guión. La unidad de las historia es notable, hay varios personajes con diversas subtramas, pero es perceptible en el guión el afán de contar una sola idea aunque se exploren diversos ángulos, la sensación de ver mil historias inconexas sin transiciones lógicas ha desaparecido .

Casi todo lo que hemos visto han sido reencuentros, todo salvo el hecho de que Bronn queda contratado para asesinar a dos viejos amigos suyos, lo cual simboliza que quizás Cersei está decidida a romper con el pasado, quizás quiere que su hijo crezca como Greyjoy y que el próximo lo sea de verdad. Y hablando de los Greyjoy, hemos tenido reencuentro fraternal y despedida: Yara marcha a conquistar las islas aprovechando la ausencia de Euron y Theon se va al Norte a ayudar a sus antiguos amigos. Allí, en el norte, han ocurrido la mayor parte de los encuentros: el abrazo templado y la mirada medida entre Sansa y Jon; ese precioso abrazo sincero entre Arya y su hermano, después de ese encantador once or twice que le responda la niña al muchacho cuando le pregunta si ha usado alguna vez la espada. Un indicio claro de que Jon no conoce en absoluto a su familia, o al menos, a lo que es su familia actualmente donde Arya encuentra en Sansa a la persona más lista que nunca ha conocido. Sansa, por su parte, creía que la persona más lista del mundo era Tyrion, los antaño esposos mantienen un encuentro cordial, que aunque desprovisto de cariño nos recuerda que ambos se respetan como individuos, sobre todo Tyrion a Sansa. Otro encuentro repleto de respeto es el de Arya y el Perro, el hombre no quiere a la niña, porque posiblemente sea incapaz de amar, pero siente por ella cierto afecto y admiración como demuestra con ese magnífico You’re a cold little bitch, aren’t you?. Algo más que eso siente Gendry, y creo que en su reencuentro con Arya dejan percibir cierta semilla romántica que podría dar juego teniendo en cuenta que él es el único Baratheon que queda vivo… y a todo esto Arya quiere un arma nueva, para usarla obviamente, aunque no sabemos contra quien. Parece que la joven no ha dejado atrás su lista de personas a las que cargarse.

Pero sin duda, el reencuentro más emocionante es el de Sam y Jon. No sólo porque se den un abrazo como si llevaran años sin verse (no llevan tanto tiempo), sino sobre todo porque por fin Jon conoce la verdad sobre su origen. Supongo que lo La revelación a Jon tenía que hacerla Samwell Tarly, no se me ocurre nadie más acertado que él, y la elección de hacerla en la cripta es preciosa. En el lugar donde está la tumba de su madre, a quien él nunca consideró tal y mientras las estatuas de su madre y de su padre adoptivo se muestran vigilantes en la penumbra, Sam le pregunta a Jon si él también hubiera quemado a dos hombres dentro de sus armaduras… como hizo Aerys y como hizo Daenerys.

Sam recibe la noticia de la muerte de su padre y hermano de parte de la asesina de ambos, lo del padre le da un poco igual… piensa que si su hermano es el jefe de su casa él dejará de ser un extranjero para los Tarly. Pero su hermano también está muerto y eso no hace que se sienta tan bien, Sam quiere un rey capaz de renunciar a su corona para salvar a su gente, Sam quiere un rey que anteponga los intereses del pueblo y aunque Danny ha liberado a los esclavos en otro continente, a Westeros ha traído muerte y guerra para todos los que no se inclinen ante ella. Es valiente por parte Daenerys dar ese mensaje, pero… quizás no era el momento, quizás debería ganarse al pueblo mediante acciones benévolas y no mostrando la fuerza.

Por cierto, por eso que Jon es un Targaryen es que puede tocar un dragón, no es sólo que Daenerys se lo permita, es que él lo lleva en la sangre. Pero ninguno de ellos parece consciente de estas implicaciones cuando se marcan ese paseo en dragón al rollo de una montaña rusa. La escena pone la fuerza en el aspecto romántico o en los «guay» que es montar un dragón, cuando lo verdaderamente importante es que Danny no es la única Targaryen que surca los cielos sobre el lomo de un dragón. Aegon Targaryen, heredero legítimo al trono de Hierro también lo hace. Ahora que Jon sabe que puede reclamar el trono, sería magnífico que los guionistas decidieran regalarnos un enfrentamiento entre él y Danny, al igual que terminó violentamente su relación con Ygritte debería terminar con Danny con la lucha por el poder en el caso de ella, por el pueblo en el caso de él. Porque está claro que Jon no quiere ser el rey de los Siete Reinos, pero quizás cuando vea la faceta más cruel de Daenerys, esa que le ha contado su buen amigo Sam, cambié de parecer.

Y si os preguntáis esto de Jon cómo va y quién es quién y por qué pasó todo y qué serie estáis viendo… voy con algunas explicaciones que espero que no necesitéis, pero por si acaso voy a daros.

Aerys II Targaryen es el rey loco, el tipo ese que quemó al hermano de Ned Stark y que casi quema a una ciudad entera. Estaba como un cencerro y lo mató Jaime, que era su guardia juramentado, pero sopesó entre traicionar su juramento y salvar una ciudad… y con buen criterio optó por lo segundo. De ahí lo de Matarreyes. Aerys II (el loco) tuvo tres hijos: Rhaegar Targaryen, Viserys Targaryen y Daenerys Targaryen. A la última la conocemos muy bien, es rubia y protagoniza la serie; el mediano es el tipo ese de pelo blanco al que vertieron oro fundido sobre la cabeza en la primera temporada y os voy a explicar quien es Rhaegar.

Rhaegar era el primogénito y por lo tanto el heredero por linea directa al trono de Hierro. Lo casaron con Elia Martell, aunque él no la amaba, pero es la política común entre los reyes. Con ella tuvo dos hijos. Estos hijos fueron asesinados por Ser Gregor Clegane (que como sabéis es La Montaña que mató a la Víbora o el monstruo zombie grandote en armadura que hace de guardia de Cersei), los asesinó bajo la orden de Tywin Lannister (el padre de Cersei, Jaime y Tyron, que éste último mató mientras cagaba) durante la rebelión que echó a los Targaryen del trono. Además de estos dos hijos tuvo uno más, que es lo más relevante porque es base de casi todo lo que nos importa en la serie. Después hablaremos de él. Rhaegar anuló su matrimonio con Elia y contrajo nupcias con Lyanna Stark, lo hizo escondido y casi nadie conoce esa verdad, pero está escrito, es oficial y hay documentos que lo prueban (documento que conoció Sam Tarly). Resultado de esta unión secreta nació un niño, un bebé Targaryen y Stark, un niño que heredaba Los Siete Reinos por linea paterna y que también se sentiría unido al Rey en el Norte por linea materna.

Ahora hablemos de la madre del niño: Lyanna Stark era hermana de Eddark Stark, a quien decapitaron en la primera temporada (asumo que nadie necesita esta explicación) y una mujer norteña de armas tomar. A Lyanna le tocaba casarse con Robert Baratheon (el rey grandote que estaba casado con Cersei), pero ella no lo amaba. Así que se fugó y se casó en secreto con un hombre a quien sí quería. Esto a Robert no le sienta nada bien, porque él sí estaba enamorado de Lyanna y decide pensar que la mujer ha sido secuestrada por el hijo del rey, convence a algunas otras casas y así comienza lo que llamamos La Rebelión de Robert, que termina con Robert sentado en el trono y todos los Targaryen muertos… o eso creían los rebeldes. A todo esto, recordemos que Aerys II estaba loco y era un tipejo muy malvado, si hubiera sido un rey justo la cosa no se hubiera desmadrado hasta tal punto. Los rebeldes primero probaron con la diplomacia, pero Aerys II disfrutaba quemando viva a la gente y eso torció las negociaciones.

Pues con las cosas así de complicadas, Lyanna enferma tras dar a luz y en su lecho de muerte le pide a su hermano Ned que cuide a su hijo, que lo mantega lejos de Robert, de los Lannister y de todos los rebeldes que van por ahí asesinando a los Targaryen. Ned lo promete y se lleva al niño a Invernalia diciéndole a todo el mundo que se trataba de su propio hijo, de un bastardo que había engendrado por ahí. Eddark no le dice la verdad a nadie, ni a su esposa, ni a su propio sobrino… a nadie. De manera que Ned crió a Aegon Targaryen, heredero al trono de Hierro, como Jon Snow, simple bastardo.

Ya queda recordado que el padre de Daenerys mató y torturó de forma cruel a Rickard Stark, y según cree el pueblo, su hijo secuestró a Lyanna, de manera que si eso de The North Remembers tiene algo de verdad, cuesta creer que los norteños acepten a la reina que les han impuesto. La hija del tipo que quemó a Rickard Stark, el hermano de la mujer que ordenó la muerte de Ned y un bastardo aclamado como Rey en el Norte que no defendió ese título y prefirió arrodillarse ante otros: esos son los tres salvadores que se presentan en Invernalia para proteger al pueblo del peligro que acecha desde el Muro. Es normal que la gente no esté muy contenta con el plan. Espero que habrá alguna pequeña revuelta por aquí, porque sería coherente con la trama, posiblemente comandada por la testaruda niña Lyanna Mormont. Espero que la revuelta no termine con Jon muerto otra vez, porque es cierto que Jon siempre ha tomado decisiones impopulares, por ejemplo aliarse con los salvajes fue una de ellas y por eso terminó siendo asesinado por sus hermanos juramentados. Ahora regresa a su hogar exigiendo que todo el norte se incline hacia la mujer que él ama y no todo el mundo va a estar contento con la idea.

Por lo demás, los muertos siguen imparables hacia el sur. Un grupo de hombres con Tormund, Beric Dondarrion y Edd el Penas se encuentran en uno de los castillos de la Guardia de la Noche y asisten al despertar como muerto Lord Umber. No ha sido lo más destacado, pero nos ha dado nuestra necesaria ración de violencia y miembros cercenados, ver a Bronn con tres protitutas ha cumplido con la cuota de desnudos… La serie es como es y hace bien en no dejar de serlo y aunque ni los desnudos esta vez no han sido necesarios para la historia, el molino de miembros ardiendo ha tenido cierta belleza macabra.

Y poca cosa más que contar, como todos los años asistimos a un episodio que coloca las piezas en el tablero y nos prepara para la partida que empezará a desarrollarse a partir de la semana próxima. Son sólo seis episodios, que espero sean muy intensos y aquí estaremos para comentar todos y cada uno.