Devil May Cry: problemas familiares, demonios y espadas descomunales

Devil May Cry: problemas familiares, demonios y espadas descomunales

Hemos dicho en más de una ocasión eso de que no vivimos sólo a base de series, y siguiendo los pasos de mi compañero Daniel con aquel post sobre toda la saga Kingdom Hearts, aprovechando el lanzamiento de su quinta entrega, haré algo parecido con otra saga cuya cronología no pone mucho de su parte para seguir las historias (aunque no llegue a los niveles de drogas psicotrópicas, cremalleras y caos de la obra de Nomura) como es Devil May Cry. Ya os aviso de antemano, que este es un artículo en el que hablaremos sin tapujos de todo lo que ha pasado hasta llegar al punto de partida de Devil May Cry 5, por lo tanto adelanto que más adelante habrá spoilers.

Origen de la saga

Antes de meternos de lleno en la trama, creo que no está de más repasar lo que ha vivido la franquicia como videojuego per se. Devil May Cry es una saga que nació de la mano de Shinji Mikami (Resident Evil) y Hideki Kamija (Bayonetta) cuando estos al terminar el segundo juego de la saga Resident Evil empezaron a realizar pruebas técnicas para llevar a la célebre saga de zombis a la futura PlayStation 2, al final dicho proyecto mutó en lo que acabó siendo la primera entrega de la franquicia.

El Devil May Cry original cosechó un buen recibimiento de crítica y público, lo que llevó a Capcom a querer aprovechar su nueva IP al máximo apresurando el desarrollo de una secuela a manos de otro equipo creativo que recibió una acogida bastante más desfavorable. Lo que en circunstancias normales habría matado a la saga, sirvió para que en la tercera entrega el desarrollador que terminó encargándose de rebote de esa fatídica secuela, tuviera una libertad creativa total durante el nuevo desarrollo, convirtiendo desde ese momento en adelante a Hideaki Itsuno en el padre de la saga.

Devil May Cry 3 fue todo aquello que debió haber sido la primera secuela y no lo fue, recuperando el recibimiento del juego original y siendo considerado por la mayoría de fans como la mejor entrega de toda la franquicia. La saga recuperó el brillo perdido, pero esto le llevó a Itsuno a querer pegar una pequeña revolución para que no empezara a oler todo a trillado: cambiar el protagonista.

La cuarta entrega, aunque competente y siendo mucho mejor vista con el paso de los años, fue una ligera decepción de cara a unos fans que querían seguir matando seres de averno con su cazademonios favorito y se encontraron a Nero. Supuso el principio del fin de todo Devil May Cry y uno de los factores más claros para determinar el porqué Capcom ha tenido a esta franquicia durante tanto tiempo en barbecho, pues 11 años separan la cuarta parte de esta quinta que sale a la venta mañana.

¿Pero no te has saltado un juego Iván? Sí, ya que aunque separe una década a las dos últimas entregas numeradas, Capcom no quiso dejar morir a la saga así como así y tuvo la feliz idea de realizar un reboot dejándolo en manos del estudio Team Ninja (las sagas Ninja Gaiden y Dead or Alive), que lograron entregar un producto final que aunque no fuera malo, casi en ningún momento se sentía como un juego de la saga y terminó metiendo a toda Devil May Cry en la nevera hasta este pasado E3 donde se confirmó que la saga volvería al mando de Itsuno con la esperada quinta parte.

Historia

El origen de todo

Toda historia de demonios que se precie, debe comenzar con una gran guerra entre humanos y demonios muchos siglos atrás y esta no es un excepción. Un poderoso demonio llamado Mundus intentó conquistar el mundo de los humanos, pero uno de su propia especie se lo impidió, un traidor a los suyos llamado Sparda que se compadeció de los humanos y formó una revolución logrando sellar a Mundus; sin embargo esto no era suficiente y para evitar que pese a la victoria contra el caudillo la guerra continuase, sacrificando a una doncella y sus propios poderes Sparda logró cerrar la puerta que interconectaba ambos mundos.

Tras dos milenios, Sparda sin poderes se casó con una humana llamada Eva, quien dió luz a dos gemelos: Dante y Vergil. Poco más sabe de ellos, únicamente que tras la muerte tanto de Sparda como de Eva, los dos hermanos separaron sus caminos poseyendo cada uno de ellos la mitad de un amuleto con el que romper el sello que separa el mundo del humano del demoníaco.

La torre de Temen-Ni-Gru

Pues con este lore a sus espaldas, nos plantamos en el primer juego cronológicamente hablando de la saga, Devil May Cry 3. En él conocemos a un joven Dante que utiliza parte de los poderes que heredó de su padre como cazademonios, recibiendo un día la visita en su local  de un humano llamado Arkham quien le envía una invitación de su hermano Vergil a reunirse con él en lo alto de la torre de Temen-Ni-Gru, la cual emerge desde el suelo provocando caos y destrucción el proceso y está infestada de demonios ¿Por qué es tan importante esta torre? Sencillo, es el nexo de unión de los mundos de humanos y demonios, el mismo nexo que selló Sparda y del cual cada uno de sus hijos tiene la mitad de la llave capaz de volver a abrirlo.

Es hora de que os hable un poco de Vergil, pues él, a diferencia de su hermano, abrazó completamente su herencia demoníaca y lo único que lo mueve es el deseo de reclamar para sí los poderes de su padre, para lo cual debe abrir el cruce entre mundos con la ayuda de Arkham, el hombre que visitó a Dante y que es un humano convertido por voluntad propia en demonio tras un ritual en el que sacrificó a su propia esposa.

Pues conociendo todo esto, Dante se aventura a subir la torre, cruzándose por el camino con una cazademonios nada amistosa llamada Lady (aunque su verdadero nombre es Mary), quien resulta ser la hija de Arkham y busca ante todo vengar la muerte de su madre asesinando a su propio padre. Tras llegar Dante a la cima y mantener una “pacífica discusión” ambos hermanos, Vergil termina empalando a su gemelo, haciéndose con ambas partes del amuleto que les dio su madre y bajando a los más profundo de la torre para poder abrir el portal.

Pese a la derrota, gracias a sus poderes Dante sobrevive y le sigue terminando en un triple enfrentamiento entre Dante, Vergil y Lady en el que se revela todo el pastel: los tres están siendo manipulados por Arkham, que quiere para él los poderes de Sparda y necesitaba las dos mitades del amuleto y sangre de una descendiente de la doncella del ritual original … la cual sale de Lady, pues su madre estaba emparentada en la rama familiar de dicha doncella.

Con el portal abierto, los hijos de Sparda forman una breve alianza para detener a Arkham en el mundo de los demonios. Después de unir fuerzas y derrotar a un Arkham incapaz de controlar el poder del legendario caballero oscuro, Dante y Vergil mantienen un último duelo en el que Dante resulta ser el ganador evitando que su hermano se haga con poder de Sparda, pero no que se quede encerrado dentro del mundo demoníaco, donde lo último que sabemos de él es que se va a hacer frente al célebre enemigo de su padre: Mundus.

En el exterior, Lady logra su venganza matando a un debilitado Arkham y Dante, dolido por el destino de Vergil, nombra su negocio como “Devil May Cry”.

El regreso de Mundus

Wow, os prometo que los siguientes repasos van a ser más cortos, pero creo que toda la parrafada anterior os da a  entender por qué el tercero es favorito de muchos. Así que conociendo los orígenes de Dante es el momento de ir al juego que lo empezó todo, la primera entrega.

Como no puede ser de otra manera, Devil May Cry empieza con Dante siendo atacado en su local, en esta ocasión por mujer llamada Trish quién está interesada en contratarle para ir a la isla de Mallet, dónde parece ser que Mundus está planeando su regreso tras haber estado sellado durante dos milenios gracias a Sparda. Por si no fuera poco con la presencia de Mundus para que Dante se lo tome como algo personal, hay un detalle de Trish muuuy importante … que es su parecido con Eva, su madre.

Una vez en la Isla y tras despachar a un buen puñado de enemigos, se encuentra con un demonio sirviente de Mundus con el que le tocará liarse a espadazos en más de ocasión llamado Nelo Angelo, quien resulta ser el estado en el que quedó Vergil tras caer en su combate contra Mundus al final de Devil May Cry 3. Después de derrotar definitivamente a la versión corrompida de su hermano, Dante se hace con la dos mitades del amuleto y con la espada de su padre.

Por si no fuera poco la muerte de Vergil, el juego le trae otra sorpresita a Dante y es que Trish en realidad es un demonio creado por Mundus a imagen y semejanza de su madre y ésta le traiciona intentado matarle sin éxito … es más, incluso Dante le salva la vida por el parecido que tiene ella con Eva (yep, creo que todos estamos pensando en la misma escena de cierta película pero recordad que esto de 2001 y el último Batman que habíamos conocido era el de George Clooney), Trish conmovida intenta hacer lo mismo por Dante salvándole de un ataque de Mundus pero muriendo en el proceso.

La muerte de Trish hace que Dante abrace definitivamente su sangre demoniaca y tomando la forma de su padre Sparda, tiene una serie de enfrentamientos con Mundus, logrando derrotarlo al Trish (quien sobrevivió al ataque) prestarle su poder. Después de vencerle y que Mundus se marque el clásico «volveré» de villano de turno tiene lugar una de las escenas más conocidas de toda la saga, el “Devils never cry” que le suelta Dante a Trish cuando esta intenta disculparse por todo lo que hizo al servicio de Mundus, frase que convertirá en el nuevo nombre de su negocio.

Nero y la orden de la espada

Y tras el juego original pasamos a la cuarta entrega, la del polémico cambio de protagonista (a que mola esta cronología loca). En ella nos presentan a un joven huérfano físicamente similar a Dante llamado Nero que posee un brazo demoníaco y que vive con una orden religiosa llamada la orden de la espada que le rinde culto a Sparda y básicamente, se dedican a matar demonios.

Nero está tan tranquilo, con su novia llamada Kyrie en una “misa” de la orden cuando irrumpe Dante asesinando a varios miembros de la orden, incluido su líder Sanctus. Nero tendrá entonces dos misiones, atrapar a Dante y descubrir la verdad sobre la orden de la espada y porque el hijo de Sparda ha aparecido matando a diestro y siniestro.

La verdad, es que Dante está en Fortuna (así se llama la ciudad) porque vía Lady le llega un chivatazo de que algo turbio ocurre con dicha orden, y es que en secreto utilizan un ritual llamado ascensión para renacer convertidos en demonios. El plan de Sanctus es utilizar la sangre de un descendiente de Sparda para traer a la vida “El salvador”, una estatua con la forma de Sparda que necesita sangre de algún descendiente suyo … la de Nero, quien de forma velada dejan caer durante todo el juego que es hijo de Vergil (la forma de Nelo Angelo detrás de él cuando desata su poder, que Yamato reaccione ante él … que por si no lo he explicado es la espada de Vergil, que Nero vista tonos azules)

Tío y sobrino logran detener el plan de Sanctus y destruir al salvador. Quedándose Nero con Kyrie siguiendo su propio camino como matademonios.

El final del camino … de momento

Es el turno de ir al que hasta la fecha ha sido cronológicamente el último juego de la saga, el criticado Devil May Cry 2, que posiblemente se lleve la menor cantidad de líneas de este repaso merecidamente, pues poco da para hablar su historia más allá de su final.

Sin saber con cuantos años de diferencia entre juegos, un Dante más soso que Stefan Salvatore conoce en sus cacerías a un mujer llamada Lucía que le propone hacer frente común para derrotar a un hombre de negocios llamado Aries que planea traer un poderoso demonio a nuestro plano. ¿Por qué accede Dante? Básicamente porque Lucía presentándole a Matier, una vieja aliada de Sparda que combatió a su lado.

La historia no tiene mucho más: tenemos a Dante y Lucía repartiendo espadazos de un lado a otro, revelándose por el camino que Lucía es un clon creado por Aries y teniendo que enfrentarse ambos personajes a una dura decisión final: quién se queda en mundo de los humanos enfrentándose a Aries y quién se va al inframundo con el riesgo de no volver para matar al demonio que el empresario quiere invocar. Como es obvio Dante es quien realiza el viaje sin retorno, venciendo al demonio de turno y buscando en su moto la salida la forma de regresar al mundo de los humanos mientras Lucía espera en “Devil Never Cry” el regreso de Dante tras hacer lo respectivo con Aries.

Poco más se puede sacar de esta secuela cuyo único logro fue tener el que para muchos es el mejor diseño (estéticamente hablando) que ha tenido Dante.

Y esto es todo lo que nos ha dado hasta la fecha la saga en el mundo de los videojuegos. Sé que hay mangas previos a la historia de la tercera entrega y que el anime en teoría iría entre los juegos 4 y 2; sin embargo, no me he leído los mangas y el anime tiene más bien poco que aportar dentro de la historia general y se resume en Dante haciendo de canguro de una niña llamada Patty durante 12 episodios. Saco a colación esta pequeña sinopsis porque se confirmó que habría algún que otro guiño al anime en Devil May Cry 5, aunque hay que ver cómo de grande será … de todos modos se rumorea que una posible muerte de Patty fuera lo que provocó la personalidad del Dante de Devil May Cry 2. Tampoco he tenido en cuenta el reboot por motivos obvios, es un reboot y poco o nada tiene que ver con la trama que nos ha llevado hasta esta nueva entrega, la cual dicha por el propio Itsuno es posterior a la segunda parte de la franquicia, poniendo un nuevo punto y final dentro de esta poco ordenada historia.