Review The Walking Dead:  Omega

Review The Walking Dead: Omega

Omega es la última letra del alfabeto griego, mientras que Alpha es la primera. Creo que en este episodio hemos conocido a las dos… y ha sido fascinante.

Es muy interesante como hemos ido accediendo a los recuerdos de Lydia de forma sosegada, viendo poco a poco como la infancia de la chica se fue a pique por culpa de una madre violenta y excesivamente protectora. Aún no sé si fiarme de ella y eso me gusta: los guionistas se han esforzado en mostrarnos a una niña muy ingenua y dulce en los primeros días del Apocalipsis; una pequeña que ve como su madre se va transformando en una persona cada vez más peligrosa guiada por el egoísmo y  una voluntad férrea de sobrevivir a cualquier coste.  El padre de la chica parecía un buen tipo, quizás también eran buenas personas el resto de esa pequeña comunidad que se vio arrastrada a malvivir conviviendo en algún refugio mientras el mundo se venía abajo. No acabaron con ellos los muertos, aunque hubo ataques de zombies, el verdadero enemigo de esa breve comunidad fueron las demás personas, las vivas… como en casi todas las comunidades que hemos visto a lo largo de la serie los vivos terminan siendo más peligrosos que los muertos.

Si el fondo de su historia ha sido enriquecedor, más lo ha sido la forma, cada flashback tenía pequeñas particularidades que lo hacían incoherente con el anterior. A veces parecía que Alpha era una víctima, otras veces parecía el monstruo que hemos descubierto que es. Tampoco sabemos si la canción la cantaba su madre, su padre o ambos… o si los dos tenían idéntico tatuaje. Estas pequeñas variaciones quedan más claras con el cabello de la madre y la barba del padre, que no concuerdan con el margen temporal de las historias que se cuentan. Creo que los guionistas han querido hacer esto para reforzar la inconsistencia de los recuerdos… o de las mentiras. Revelándose así, en el momento en el que Lydia escucha el llanto del bebé, la verdad sobre sus recuerdos, que le abren los ojos hacía el auténtico ser de su madre.

Mientras la chica cuenta su historia, Daryll lee más allá de sus palabras y es capaz de ver la verdad que subyace tras algunas mentiras. Ha sido magnífico ver como Lydia al final delataba la posición del campamento de su grupo, aunque ha importado de poco, ya que su grupo se ha acercado hasta Hilltop, supongo que pare negociar su rescate usando a los rehenes Luke y Alden como peones de negociación.

Esta semana, en Omega, hemos visto un episodio repleto de emoción. Una historia nueva relatada parcialmente con flashbacks y el establecimiento de nuevas dinámicas de relación entre los nuevos protagonistas de la serie. Ya no tenemos a Rick, pero estamos viendo unos cuantos episodios mucho mejores que en las últimas etapas de Rick. En cierto sentido, la dinámica que se establece entre Daryll y Henry es más interesante que entre Rick t Carl, principalmente porque aunque se aprecian no se quieren como un padre y un hijo y no tienen el nivel de confianza e intimidad al que llegaron los Grimes. Además, Rick nunca fue tan estúpido como lo ha sido Henry en este episodio. Es cierto que el joven Grimes estaba lleno de esperanza, luz y el ciego empeño de ver lo mejor de cada individuo, pero aún así… no me lo imagino sacando de paseo a una persona que tienen presa por pertenecer al grupo responsable de la muerte de Jesús y el hostigamiento a Rosita y Eugene.

Por su parte, Tara funciona como líder de Hilltop. No es un personaje tan fuerte o carismático como Michonne, Maggie o incluso Jesús, pero tiene algo que hace que funcione. Además, recordemos que inicialmente estaba en el «equipo» del Gobernador y esto hace que empatice con las personas que son percibidas como amenazas aunque en realidad no lo sea… simplemente están ubicadas en el equipo incorrecto por culpa del destino. Por eso estoy deseosa de verla empatizar con Lydia o discutir con Alpha, porque a diferencia de Rick, que siempre actuaba con la certeza de tomar la decisión adecuada porque él lo sentía así, Tara se permite dudar y solventar las situaciones de forma más calmada. Su breve participación en el episodio de hoy, al respecto del intento de rescate de Luke y Alden, la decisión de retirarse para meditar una búsqueda más segura y efectiva y la forma en la que reacciona frente a la desobediencia de los recién llegados, la dibujan como una líder firme pero capaz de escuchar y comprender diferentes posiciones.

Creo que ésta temporada está haciendo a The Walking Dead remontar el vuelo y que el cambio de aires que ha experimentado tanto el elenco principal como el equipo creador ha venido de maravilla a la serie, que está afrontando esta nueva etapa con mayor energía e ilusión que las tediosas temporadas anteriores. Llevaba años sin ver una buena tanda de episodios o un arco argumental tan interesante como el actual. Esperemos que siga así.