Review The 100: Damocles – Part One

Review The 100: Damocles – Part One

El penúltimo episodio de la temporada nos adentra en el campo de batalla y vemos la muerte, violencia, sangre y destrucción propias de una guerra. Podemos asumir que el centenar de red shirts que han muerto son irrelevantes, pero hay dos personajes principales al borde de la muerte y estoy segura de que la semana que viene tocará despedirnos de al menos uno de esos dos… y quizás alguien más.

Octavia asumía que se dirigía a una batalla donde se perderían un gran número de vidas. Lo sabía y lo aceptó. La avisaron decenas de veces y no le importó. Finalmente la batalla llegó y su pueblo fue diezmado. Es cierto que pensaban estar en una senda segura y es cierto que han sido traicionados por Kane, Diyoza y Clarke, pero antes de que Echo le facilitase la información táctica, Octavia ya había asumido las bajas en sus filas. Y sí, wonkru ha sufrido bajas, tal como esperábamos y pese a ello, Octavia continúa echándole la culpa a su hermano o decidiendo salvar a Gaia con la intención de utilizarla más adelante para convencer a Wonkru de dirigirse al desfiladero y ser, presumiblemente, masacrado de nuevo.

Y aunque hay un momento donde casi abraza la redención y elige aceptar que ella ha sido la responsable de la división en su pueblo, la escena no culmina. Octavia se sacrifica para salvar a su gente, se lanza hacía el enemigo dándole a Indra la oportunidad de salvar a su hija y dándole a su hermano la posibilidad de salvarse, como él, antaño, hizo mil veces con ella. Este intercambio de roles es precio, es una maravilla cuando mira a un Bellamy desorientado y le dice: «My brothermy responsibility«. Pero todo esto fracasa en términos narrativos cuando Madi al volante irrumpe junto a Echo, Murphy y Emori para rescatarlos a todos. No tengo nada contra Octavia, me gusta el personaje y su evolución, pero su muerte hubiera dado a este episodio lo que necesitaba para convertirse en magistral.

Pero Octavia no ha muerto, los que sí están en situaciones muy cercanas a la muerte son Kane y Gaia. Con Gaia estoy contenta, el personaje ha cumplido su papel y no tiene mucho más que aportar, ha servido para sumar más complejidad a Indra, que es un grandísimo personaje y ha servido también para profundizar en la mitología de La llama. La relación madre e hija es preciosa, creo que mucho más saludable que la de Clarke con Abby o con Madi, y la faceta de Indra como madre ha sentado muy bien al desarrollo del personaje. Si muere, Indra tendrá más resentimiento contra Octavia y Madi no tendrá guardiana de la llama. Sea como sea, está bien.

Lo único interesante de lo que le ha pasado a Kane es que se convirtió en un rebelde porque no quiso comer carne humana y es devorado vivo por un caníbal. Es una ironía curiosa. El resto de esta escena es ridículo: Vinson, un secundario simpático, quiere, por una razón desconocida, que Abby siga enganchada a las drogas, razón por la que decide asesinar a su amante. Kane, por alguna razón casual está solo en la cama de Abby, que aparece justo en el momento exacto para electrocutar a su antiguo paciente antes de que se coma del todo a Kane. La escena no me gusta y la posible desaparición de Kane tampoco. No me parece buena idea que Abby se convierta en la única adulta que estuvo en el Arca, es como si quisieran hacer desaparecer toda la trama anterior.

Mientras unos luchan por sobrevivir a sus heridas, otros sanan su alma y así Clarke, por fin, deja de ser una madre ultra protectora y recuerda que también tiene responsabilidades con sus amigos… esa gente por quienes se sacrifico hace seis años, esa gente por quienes decidió pasarse seis años sola en la Tierra, a sabiendas de que podría no haber sobrevivido. Curiosamente, es el pasado lo que hace que cambie su opinión. El alma de Lexa permanece viva en la mente de Madi y de algún modo la antigua comandante utiliza la voz de Madi para dirigirse a Clarke, para advertirle que la traición a la mujer que amó fue más dolorosa que la satisfacción de salvar a su pueblo. Clarke aprende que la dinámica de poder con Madi ha cambiado, sigue siendo la misma niña a la que cuidó y ama, pero ahora es también la comandante y merece la oportunidad de luchar por los suyos.