Un episodio que no es de relleno, pero que sí es de transición. No pasan cosas relevantes en sentido estricto, es decir… pasan cosas y algunas muy interesantes, pero no hay verdaderos avances en ninguna de las tramas, si bien se confirman direcciones argumentales que ya vimos en episodios anteriores y se intuyen puntos de inflexión que serán interesantes, probablemente en el episodio próximo. A rasgos generales me ha gustado el capítulo. Parece que alejarnos de los libros está haciendo la serie mucho más dinámica y espectacular, nos hemos olvidado de tanta política matrimonial y secretos de estado y si bien puede que algunos nos engancháramos a esas intrigas políticas, esto es la televisión y Game of Thrones un producto de masas, si alguien quiere ver cositas complejas que se ponga con House of Cards, porque aquí lo que tenemos, al menos en este episodio, son zombies y dragones y mola un montón.

Al empezar el episodio, con la pobre y delgadilla Meera arrastrando al recién estrenado Cuervo de Tres Ojos…  he pensado por qué esta serie es tan oscura, no argumentalmente sino visualmente… que casi no me entero de cómo empieza el episodio porque no lo veía y tengo un buena pantalla y estaba viendo un buen formato de imagen. Una cosa es poner un filtro para ambientar y otra es oscurecerlo todo tanto que casi no se vea, una parte maligna de mí ha pensado incluso que se han aprovechado de la oscuridad para que no esforzarse demasiado en los no muertos y que esa escena de lucha inicial en la que aparece un jinete enmascarado a salvar el día no quedase demasiado cutre. Del jinete éste hablaremos después. La escena no ha estado mal y los flashbacks que vemos a través de Bran son cada vez más interesantes. Esta vez hemos visto al Rey loco, ese al que mató Jaime, ese al que sustituyó Robert, ese que quería quemar a todo el mundo. Espero que en lo sucesivo las visiones de Bran nos vayan mostrando más de este rey.

No todas las tramas de hoy han sido tan interesantes como la de Bran, pero al menos el bebé de Craster ha crecido por fin. El niño de Gilly está enorme y Gilly está preciosa con el vestido de Talla, la hermana de Sam, quien parece tan buena persona como su madre. El padre de Sam es un tipo insoportable, que insulta a su hijo continuamente y aunque sea un poderoso señor de Poniente, al igual que Gilly, todos sabemos que el patriarca Tarly no ha visto ni un tercio de las cosas que ha visto su hijo, quien es un verdadero héroe, porque ser un héroe y un hombre valiente no está en absoluto reñido con ser también un erudito. Quizás Randyll Tarly (el padre de Sam) sea un buen guerrero y un buen señor de sus súbditos, pero nuestro Sam es un buen hombre y es una de las pocas personas que ha matado a un White Walker. 

Una cena con muchísima tensión que termina en enfrentamiento y una trama cuyo único punto interesante, hasta el momento, es que sumamos otra espada de acero valyrio a la serie. Jon tiene Garra, Brienne tiene Oathkeeper (hecha con los restos de Hielo, la espada de Ned Stark) y ahora Samwell también tiene su espada de ese material tan especial (acero valyrio) que mata a los White Walkers.

En la capital el lava-cerebros ha captado a Tommen, eso está claro y es totalmente creíble porque ese chaval siempre fue un poco lento (cosas de la endogamia), pero me cuesta creer que haya podido con la astuta Margaery, así que asumo que la Reina está jugando a algo y simplemente le ha salido mal porque no contaba con la intervención de su familia… o está jugando a algo y prefiere mantener sus cartas en las sombras incluso en lo que se refiere a su familia. Hay cosas que hacen pensar en lo segundo, pues Margaery aleja a Jaime y a Cersei de Tommen, al primero directamente lo manda fuera de la ciudad y a la segunda la mantiene como una enemiga de la fe. No sabemos qué pasará en la capital, pero Margaery puede estar deshaciéndose de todos los lastres y ocupando poco a poco el poder. Lo que me choca es el destino de Loras, la reina ama demasiado a su hermano como para dejarlo en la estacada, así que la postura que tome frente a Loras en los próximos episodios será lo que confirme si Margaery está haciéndose pasar por una verdadera creyente o si es una fiel que roza el fanatismo o que lo traspasa, en el caso de que abandone a su hermano.

Por si acaso, y para lo que haga falta, no creo que le moleste tener al ejército Tyrell en la ciudad. Se supone que es un buen ejército, aunque comandado por idiotas, cosa que se ha visto cuando han querido salvar el honor de los hermanos encarcelados y han terminado comiéndose el honor de todo el ejército. Ahora bien, la escena ha molado mucho. Jaime se ha marcado una chulada importante subiendo a caballo la escalinata y enfrentándose al Gorrión… para luego ver al tonto de Tommen salir del templo…

Escena efectista a tope, tan incongruente como grandilocuente, porque es imposible que el Gorrión tuviera a Tommen aburrido al otro lado del portón, esperando que apareciese el ejército Lannister-Tyrell para chascar los dedos y abrir las puertas al Rey y crear un golpe de efecto brutal hacia el populacho (reunido allí a ver la humillación de la Reina) a la vez que se afianza en el poder y da una bofetada sin mano a los poderes militares. Por otro lado, quizás es un poco absurdo que el consejo deje que se les escape el ingenuo Tommen, choca que gasten sus recursos en traer al ejército y en montar un jaleo brutal pero se les olvidó vigilar al chiquillo… el chiquillo que no es otro que el Rey. Pero aceptamos Gorrión si con eso tenemos la escena de la escalinata.

La conversación de Cersei y Jaime, en la que éste grita – ¡ha robado nuestro hijo! -, como si diera igual que algún fanático de la Fe lo escuchase, tiene algo muy bueno: se pronuncia el nombre de Bronn, algo que todos queríamos oír. Tal como están las cosas ahora, Jaime se larga de Desembarco y se marcha con un ejército y probablemente acompañado de Bronn… lo cual quizás nos devuelva al personaje de Jaime antes de convertirse en el monigote aburrido que está junto a Cersei. Brienne también está cabalgando hacía Aguasdulces, para tratar de conseguir el apoyo del Pez Negro en contra de Ramsay Bolton. Aunque desde que Tormund apareció en la vida de la de Tarth, ya no la emparejo con Jaime, por lo que el Lannister puede quedarse célibe mientras no tenga cerca de su hermana, que nuestra Brienne ha seducido a un matagigantes y eso vale más que un matarreyes. Dejando de lado el aspecto romántico que es totalmente irrelevante a efectos globales, me gustaría ver un reencuentro entre Jaime y Brienne.

Y si ha sido espectacular la escena de Desembarco, la del desierto al otro lado del Mar no se queda atrás. Quizás no hemos avanzado en nada la trama de Daenerys, quizás su discurso está demasiado ligado al discurso de Euron de la semana pasada <<¿Cuántos barcos necesita Daenerys? Mil. ¿Cuántos barcos está construyendo Euron? Mil>>, pero hemos visto al dragón y nos gusta ver dragones. Y se supone que eso debería bastar, el dragón debería suplir la carencia de guión, pero para mí no está funcionando.

No me gusta esta trama. La verdad es que no me la creo y por mucho dragón que nos metan y por muy espectacular que esto resulte, sigue sin resultarme verosímil como actúan los personajes y eso es mucho más importante que cualquier discurso pseudo épico y cualquier dragón. Me cuesta creer que todos esos brutos dothrakis que conocimos en la primera temporada, le profesen fe ciega a una mujer y encima, extranjera. Es raro que esa panda de violadores ultra machistas obedezcan a una mujer hasta el punto de querer cruzar el mar por ella. No es creíble que los locos de los caballos que se divierten matándose entre ellos, sigan a una rubita por mucho dragón que tenga. La idolatran sólo porque no arde  y esto me chirría mucho, pero es lo que tenemos…. Y nos repiten la confirmación de que Daenerys va a recuperar su trono… ojalá dejen de repetirlo y avancen hacía esa trama de una maldita vez.

Arya se siente conmovida por la interpretación de la mujer a la que debe asesinar, que hace precisamente de Cersei… alguien a quien la joven Stark no tiene en alta estima precisamente. Aún así, aunque siente simpatía por la actriz Lady Crane, no se deja llevar por sus sentimientos y echa el veneno en la botella. Pero después habla con ella, descubre que es una mujer que una vez fue una niña y Arya descubre que sigue siendo Arya y que lo será siempre. Salva a la actriz, la advierte frente a sus enemigos y muere la niña que se estaba entrenando para ser una asesina sin rostro. Arya Stark decide tomar su espada, aquella que le regaló Jon y abandonar la vida que ha tenido en las últimas temporadas. Creo que ha sido lo que más me ha gustado del episodio, no tanto por como lo han llevado, si no porque significa que de una vez por todas se acaba la aburridísima trama de Arya aprendiendo lo mismo una y otra vez.

Y para terminar, creo que muchos de vosotros os preguntareis quién es Benjen y porque el episodio lo vende como la mejor revelación de todos los tiempos. Asumo que algunos espectadores no tienen la memoria o el interés o el conocimiento de la saga literaria como para saberlo: Benjen es un hermano de Ned, algunas personas también creemos que es el padre de un personaje importante, pero no ha habido indicios claros al respecto, así que no diré nada. Lo que sí sabemos es que en la primera temporada conocimos a Benjen, que era un Guardia de la Noche y a quien Jon fue a buscar al Norte y no encontró y dimos por muerto… Por cierto, hemos descubierto una cosa que parece muy importante: los niños del bosque no sólo saben crear White Walkers… también saben curar la no muerte que estos infringen.

Hemos vuelto a ver a Benjen y también nos reencontramos con Walder Frey (David Bradley) y Edmure Tully (Tobias Menzies), a quienes recordaréis de la Boda Roja y quienes prometen que la cosa se puede poner interesante también en el plano más puramente estratégico y político, cosa que a algunos nos gusta.

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