Crítica: Rogue One, Una historia de Star Wars

Crítica: Rogue One, Una historia de Star Wars

Había ganas de ver el primer spin-off del universo Star Wars ahora que Disney es propietaria de los derechos de la saga. Pese a estar fuera de la numeración clásica y ser una historia independiente, “Rogue One” con el paso de los tráiler ha ido generando un hype bastante alto, así que toca ahora saber si esas altas expectativas se han cumplido o es la enésima película que se ve ensombrecida por sus tráilers. Tras el salto tenéis la crítica sin spoilers.

Para empezar voy a matizar lo que considero sin spoilers en esta película, que es no revelar elementos importantes o momentos claves del desarrollo de la trama que puedan afectar al visionado de alguien; sin embargo, no considero spoilers aquella información básica como puede ser su planteamiento. Yo doy por supuesto que la gran mayoría de los que leáis estas líneas sabréis de qué va la película, lo cual considero lo mínimo para cualquiera que tenga intención de gastarse 5€ (en el mejor de los casos) en ver, no solo el filme a tratar en esta crítica, sino cualquier película en general.

“Rogue One” nos lleva a los eventos previos al Episodio IV, el robo de los planos de la Estrella de la muerte. El planteamiento es bastante sencillo y queda expuesto desde los primeros minutos del metraje, en los cuales nos ponen en situación y nos presentan poco a poco al grupo de personajes que llevarán a cabo esa acción. El argumento en sí es bastante simple, pero Gareth Edwards consigue usar eso en su favor llevando a la película al género de acción más que al de aventuras clásico de la saga. Como punto flaco se podría decir que resulta un poco predecible, pero juega a ello sin ningún reparo desde el primer minuto.

Como bien he dicho antes si una palabra define a la película es la de ACCIÓN. Sin perder el espíritu de correcalles de las originales, “Rogue One” logra ser la película más oscura y frenética de Star Wars. Una vez entra en materia, nos sumerge en plena guerra sin dejarnos apenas 5 minutos de descanso, enseñando el lado más dramático del universo de la saga lejos de los Jedi y la fuerza. En líneas generales, menos western y más cine bélico.

Aunque el desarrollo de los personajes me parece bastante brusco (sobre todo de los casos de Jyn Erso y Cassian Ardo), cumplen para la historia y consiguen para mi gusto tener más carisma que los maniqueos personajes protagonistas habituales de la saga. Al ser la más gris de Star Wars, se permite mostrar los rincones más ruines de la alianza y tal vez por ello logras empatizar un poco más con cada miembro del equipo. De todos modos, los cambios sufridos por los protagonistas en tan corto espacio de tiempo me parecen demasiado drásticos.

Visualmente es una delicia, obviando sus efectos especiales (se da por supuesto que en una producción de estas características son sobresalientes), refleja muy bien el cambio de tono respecto a sus compañeras de franquicia. “Rogue One” posee una estética mucho más adulta que los episodios de la numeración tradicional.

La película consigue encajar pese a sus diferencias en la saga, manteniendo rasgos de Star Wars pero dándola un tique que la hace única dentro de ella. Gran mérito del equipo, que sin necesidad de copiar a las originales como hiciera J.J. Abrams en el Episodio VII, nos trae algo distinto pero con aroma a las obras que todos conocemos.

Aunque no sea perfecta, “Rogue One” es espectáculo puro y duro, usando sus propias desventajas a su favor y dejándonos a los espectadores de la media hora más épica que recuerdo en Star Wars. Disney podría retirarse con esta película dejando a la saga con el listón muy alto.