Review Sherlock: The Final Problem

Review Sherlock: The Final Problem

No creo que esta series finale esté a la altura de la serie, así que una parte de mí se niega a aceptar que la despedida sea definitiva. Ha sido un episodio exagerado y exento de elegancia, tan vistoso como inverosímil, que quiere homenajear hasta tal punto a los personajes y a la serie, que termina rozando el ridículo. Todo parece indicar que este episodio ha sido el final de Sherlock, pero igual que pasó un siglo, quizás Sherlock no se haya ido para siempre, y si vuelve, espero que se parezca más a la serie de la segunda temporada y menos a esta última.

Puesto que la serie de la BBC se basa en una saga de famosas novelas dejad que os cuente una anécdota (que probablemente conoceréis) al respecto de las mismas; en diciembre de 1893 se publica un libro que incluye un relato titulado exactamente igual que este episodio, The Final Problem. En la historia ocurre algo muy interesante con lo que el autor llevaba tiempo soñando: muere Sherlock  Holmes. El autor no se llevaba bien con el personaje, por mucho que éste le reportase buenos ingresos, quería deshacerse de él. Y lo hizo. Watson y Holmes están paseando por una montaña de Suiza al lado de las cataratas de Reichenbach. Un niño le entrega una nota a John, en la cual se le comunica que hay una persona enferma en un hotel. Inmediatamente el médico se marcha, dejando solo a Sherlock. No hay ningún enfermo ni nada similar, todo es una trampa de Moriarty para poder quedarse solo con Holmes y asesinarlo. Hay un enfrentamiento entre ambos y supuestamente mueren los dos cayendo a las cataratas. Debido al aluvión de críticas que recibió, Sir Arthur Conan Doyle se vio obligado a resucitar al personaje diez años después. En la historia del regreso, La Casa Vacía, Sherlock se aparece ante Watson y le dice que ha estado viviendo escondido durante años y que fingió su muerte para protegerlos a ambos. Como todos sabéis el episodio basado en las cataratas ya lo hemos visto fue The Reichenbach Fall, el brillantísimo final de la segunda temporada, donde, igual que en el libro mueren héroe y villano. Después Sherlock regresa en el especial navideño Many Happy Returns, donde exactamente igual que en las novelas, le explica a su amigo y colega que ha fingido su muerte. Y hoy vemos el último episodio de la serie, que se titula como el relato en el cual no murió Sherlock y que fue escrito por un autor que estaba deseando dejar de escribir sobre ese personaje, pero a quien el público no le permitió hacer realidad su deseo.

Quizás lo que más me fastidia del episodio es que la trama del avión haya sido una metáfora, me gustó la idea de una última maldad de Moriarty, un recuerdo que le manda a Sherlock desde la tumba. Creo era necesario traer a Moriarty de vuelta en la series finale, pero ha sido un regreso parcial, puramente testimonial, de hecho ni siquiera ha sido él, sino un breve flashback y una serie de grabaciones que dejó a Euros.

Empezamos el episodio con una inquietante escena en la que vemos a una niña despertar en un avión sin tripulación, un aparato que sólo se mantiene en el aire por el piloto automático y que está condenado a caer sobre alguna ciudad… pero todo – absolutamente todo – se resuelve con un poquito de comprensión y amor fraternal. Tal cutre como suena, la despedida de Sherlock se reduce a un “el amor es lo más importante”… da asco que le hayan hecho esto a unos personajes tan brillantes como Sherlock, Mycroft o Watson. Admito que el episodio puede haber sido divertido en algunos momentos, pero es ofensivo que haya sido tan poco inteligente, creo que nos merecíamos un final mucho más interesante y no un episodio lleno de lagunas donde Sherlock está más torpe que nunca…

Yo misma podría haber vencido a Euros (sin necesidad de darle un besito y una palmadita), no es un villano a la altura de Sherlock. La gynkana a la que somete a Sherlock es ridícula y se hubiera roto en la primera ocasión en la que decidieran hacer algo impredecible, cualquier nota disonante hubiese destruido la canción que la señorita Holmes tenía orquestada en su mente. De hecho, finalmente es eso lo que pasa, Sherlock rompe los planes de Euros al intentar suicidarse y ella abandona los puzzles porque ve que ya no le siguen el juego. Se supone que Sherlock es capaz de vencer a una villana como ésta, ha podido con otros mucho mejores. Sobre todo si tenemos en cuenta que la pobrecita Euros sólo necesitaba un abrazo. Si no fuera porque acusar a Moffat de machista es mainstream, gritaría qué menuda patochada de villano femenino se ha sacado de la manga.

Una niña caprichosa reconvertida en psicópata que consigue que todos los trabajadores de la prisión (que no están súper entrenados, porque… porque no lo están), hagan todo lo que ella dice, porque… pues… porque les convence de que la obedezcan porque sí, ella lo vale. Así que entra y sale a su antojo de una súper prisión que ya quisiera SHIELD (oh, wait, tienen una casi igual). Se pasea por Londres para comer papatas fritas, con un tipo que está siendo seguido por las cámaras de vigilancia de los servicios de inteligencia… pero no la ven. También entra en casa de una terapeuta, la asesina y pasan semanas sin que nadie se percate. Se pasea en autobús sin vigilancia y después toma un helicóptero y regresa a la prisión para que la encierren en su celda otra vez. Bueno, no todo el tiempo está encerrada en su celda, a veces está redecorando la cárcel y poniendo monitores en todas las salas. Y a veces, cuando sale de la cárcel no va a Londres a jugar con Sherlcok y Watson, a veces secuestra a gente como la esposa del director de la prisión o los tres sospechosos del asesinato Garridebs. Los secuestra y los lleva a la cárcel de la isla… en helicóptero o barco, porque es una mujer de infinitos recursos que obtiene de no sabemos donde… y vuelve a su celda y sigue redecorando, convirtiendo la prisión en un laberinto o eliminando la cristalería…

Sin duda nada de esto tiene sentido, pero podemos seguir.

qq

Sherlock, que tenía un hermana reconvertida en Cero y un amigo reconvertido en perro, pese a que su padre es alérgico a los perros (y Sherlock, el maestro de la deducción no cae en la cuenta) tenía un cementerio en el patio de su casa, donde las lápidas combinadas con una canción y en función de la métrica y dos o tres detalles más dan como resultado que su hermanita loca necesita amor, así que Sherlock sube las escalera, se muestra comprensivo, le habla con voz dulce y ella se deja detener de buen grado por la policía y vuelve a la prisión. No sin antes lanzarle a Watson una cuerda ( y supongo que también un cortafrío para la cadena) y salvarlo de morir ahogado. No había ningún acertijo ultra complicado para salvar al pequeño Victor, hubiera bastado con que Sherlock le diera un maldito abrazo a su hermana y el niño no hubiese muerto.

Así que la granada en el dron que voló el piso de Baker Street y podría haber matado a cuatro personas; los tres hermanos muertos dejados caer al mar, el director suicida y su esposa asesinada, la psiquiatra que nadie echó de menos, el daño emocional a Molly… los funcionarios de prisión traumatizados … todo era una llamada de atención para conseguir amor fraterno. Impresionante. Además, me llama la atención que la mujer quisiera el amor de Sherlock pero aceptase que Mycroft fuera asesinado por éste, es más o menos igual de llamativo que el hecho de que se obsesione por un hermano que no sabe que ella existe y no por el que la metió en prisión y la utiliza.

Como conclusión, amad a vuestros hermanos, salvo que seáis los hermanos de Gatiss o Moffat y obviad los malos episodios de la serie, que ha tenido muchos buenos que seguro que ocupan un buen lugar en vuestros recuerdos seriéfilos. Y si os ponéis tristes… recordad a Mary, que imitando la peli P.S., I Love You, grabó un montón de cds dándole instrucciones a Sherlock y Watson sobre como deben vivir sus vidas y quererse mucho. Puke Rainbows.