Crónica de The Game Awards 2015

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2015 está a punto de terminar será recordado como uno de los mejores años de los últimos tiempos en lo que se refiere a lanzamientos videojueguiles, lejanos en calidad a aquellos finales de los 90 en los que se cimentaron los recuerdos de muchos gamers que rondan la treintena, pero con un grandísimo nivel teniendo en cuenta a lo que estamos acostumbrados últimamente.

Juegos como The Witcher 3, Monster Hunter 4, Fallout 4, Bloodborne, Batman Arkham Knight o Metal Gear Solid V han puesto el listón muy alto estos últimos meses, demostrando que la nueva generación está bien madura y que aún hay esperanzas para esas personas que piensan que no hay nada como los juegos de antes. Por tanto esta segunda edición del evento “The Game Awards 2015”, que ya se autoproclaman como los oscars de los videojuegos, invitaba a alcanzar la madurez coincidiendo con un plantel de nominados de auténtico lujo, con categorías en las que hubieran hecho falta 10 títulos para hacer justicia a este 2015. La gala pudo haber sido más esmerada en presupuesto o puesta en escena, pero el reparto de premios, escogidos por un jurado de 30 profesionales del sector, no fue todo lo desastroso que podría haber sido.

El ganador de la noche, y con cierta previsibilidad, fue The Witcher 3 : Wild Hunt de CDProjekt, obteniendo los galardones de Mejor juego del año, Desarrolladora del año, y Mejor juego de rol. Y digo que fue previsible porque Witcher 3 no es sólo el mejor juego del año, y de lejos, es además para mí el mejor juego que ha salido desde hace mucho tiempo. También fue el más nominado de la gala, y debió llevárselos todos probablemente, o al menos a Mejor narrativa, Mejor Dirección Artística y Mejor Banda Sonora. Sin embargo tal y como pasa en otras artes, a veces parece que hay que repartir un poco los premios para que todos se queden contentos… y esta edición de los VGA no fue una excepción. El trabajo de CDProjekt es descomunal, una aventura que borda niveles de excelencia en lo técnico, con un mundo enorme sin cortes ni tiempos de carga, y en los artístico, con un diseño de escenarios, personajes y monstruos que hacen de cada inocente ilustración un candidato a fondo de pantalla. 

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Además, la historia de Geralt y Ciri consigue atrapar al jugador de principio a fin, con momentos de épica inolvidables, y un final que no deja a nadie descontento. Todo por supuesto sazonado con una banda sonora que invita a ser escuchada cada poco tiempo.

Aún así, el resto de nominados podrían ser ganadores de otros muchos años, pues tienen un nivel muy sobresaliente. Quizás el mayor competidor de Witcher 3 fue Metal Gear Solid V, que a su vez se llevaría los galardones a Mejor juego de acción y Mejor banda sonora. En el primero tenía que competir con otros grandes como Lara Croft en Rise of the Tomb Raider, o con Batman en el excelente Arkham Knight, pero ciertamente el juego de Kojima (o debería decir Konami) ofrece unas situaciones y una jugabilidad muy pulidas, que brillan durante las primeras 60 horas de las más de 100 que tiene el juego. Quizás está innecesariamente alargado, y la historia se queda en un desenlace interesante para un argumento global inferior a lo deseable, con incoherencias y cabos sueltos. Se nota que los problemas entre Kojima y Konami han impedido a este juegazo competir de tú a tú con la obra de CDProjekt.

Desde luego la mejor banda sonora no se la merece, en todo caso podría habérselo merecido una de las grandes sorpresas de este 2015: Ori and the blind forest.

Con 4 nominaciones a Mejor Banda Sonora, Mejor Dirección Artística, Mejor juego independiente y Mejor juego de acción/aventuras, esta humilde obra de un estudio formado por gente de diversas localizaciones se ha plantado como un plataformas maravilloso, uno que junto a Rayman Legends es de lo poco que se ha hecho al nivel de Nintendo en este clásico género. Finalmente sólo pudo llevarse la Mejor dirección artística, un enorme éxito para un maravilla que merecía más, pero del que todos esperaban menos hace sólo 10 meses.

El Mejor juego independiente sin embargo se lo llevó Rocket League. Otro de los grandes triunfadores de la noche, que también ganaría el Mejor juego deportivo/carreras, dejando al Splatoon de Nintendo el Mejor juego multijugador (a esto me refiero con el reparto). La verdad es que Rocket League fue toda una sorpresa, es un juego cuya idea es tan estúpida como divertida. Hacer un extraño juego de fútbol con coches es algo que sólo se le ocurre a un niño de 4 años, pero los chicos de Psyonix se sacan de la manga un auténtico comehoras del que es difícil despegarse. En mi opinión, y tras haberle echado unas cuantas horas, totalmente merecido el duplete.

Her Story no se llevó tampoco el mejor juego independiente, pero su actriz y protagonista sí. Fue Viva Seifert galardonada con el premio a la Mejor interpretación. Una categoría que cada vez cobra más importancia, y con pesos pesados como Mark Hamill en el enorme papel de Joker.

Batman Arkham Knight mereció más. No se llevó ni la interpretación, ni la dirección artística ni el mejor juego de acción/aventura. Y si no estuvo nominado a juego del año es porque no cabían más… pero simplemente no puedo obviar la excelente forma en la que los chicos de Rocksteady representan al Joker. Sí, el personaje muere en la entrega anterior, pero se lo montan para darte más Joker que nunca, acompañando a la narrativa y explotando en unas horas finales que son de pausar el juego y aplaudir. Enorme Batman, enorme Arkham y enorme Mark Hamill, que sigue mejorando currículum a su edad. Junto a Luke Skywalker también estuvo nominada Camilla Luddington por Lara Croft, Doug Cockle por el brujo Geralt de Rivia, o Ashly Burch por Chloe en Life is Strange, otra de las sorpresas del año. La aventura gráfica de Dontnod pudo ganar a Games for impact, una categoría que parece inventada y de la que no encuentro traducción coherente. Además estuvo nominado a Interpretación (enorme Chloe), y narrativa. La historia de Max Caulfield consigue atrapar al jugador en los cinco episodios que desenvuelven la trama, yendo de menos a más y terminando con un capítulo que tuvo a toda la comunidad impactada durante días. El juego no fue muy esperado en su lanzamiento, pero el boca a boca y la calidad que atesora, con ese tono adolescente que tan bien asimila, lo han colocado en el lugar que merece.

Es una pena que Monster Hunter 4 Ultimate no haya podido llevarse el premio a mejor juego portátil, esta “monstruosidad” de cientos de horas de juego y multijugador inmejorable se coloca como uno de los mejores de la saga, puliendo las antiguas mecánicas y añadiendo otras nuevas para crear la experiencia multijugador hardcore definitiva. Personalmente también lo hubiera visto merecido de ser nominado a mejor juego del año, pero los juegos de portátiles lo tienen muy difícil a la hora de competir con triples A de sobremesa. Aún así, darle el premio a mejor juego de portátil a Lara Croft GO huele bastante mal. Supongo que hay que promocionar de alguna forma al tablet y móvil como plataforma seria de videojuegos, aunque año tras año demuestren que están lejos de serlo.

Super Mario Maker fue el quinto juego nominado a mejor juego del año. Algo tan simple como rescatar la jugabilidad que ha hecho grande a Mario durante los últimos 30 años y permitir que la comunidad juegue con ella, ya es un win-win en toda regla. Nintendo no falla nunca cuando se propone hacer algo bien, y este Mario no es una excepción. Sí se llevó finalmente el premio a mejor juego familiar, aunque viendo los niveles que es capaz de crear la gente, de familiar tiene bien poco… auténticos psicópatas.

El premio a juego más esperado fue para No Man’s Sky. Aunque personalmente después de 10 años esperando para The Last Guardian, otro de los nominados, pues tengo que discrepar. Quizás ese mismo sea el problema, que a Last Guardian ya ni se le espera… Este premio me parece bastante subjetivo, pero sí es verdad que hay cierta expectación entorno a No Man’s Sky, sobretodo para poder comprobar de primera mano si todo lo que nos están vendiendo es verdad. Mortal Kombat X a su vez se llevaría el Mejor juego de lucha, que aunque este año no se han visto grandes exponentes en este género, hay que reconocer que han sabido reinventarse tras unos años en los que su antaño prestigioso nombre se había ensuciado un poco con entregas muy mejorables.

Quizás los grandes perdedores de esta noche fueron Fallout 4 y Bloodborne. Los únicos nominados a mejor juego del año que terminaron sin ningún premio. El primero, pese a ser una enorme obra cargada de acción postapocalíptica, quizás demuestra que la fórmula Skyrim está algo agotada. Llevan refinándola desde el Morrowind allá a principios del milenio, pero ahora mismo, y sobretodo por culpa del Brujo, el consumidor le pide más a un rpg de mundo abierto. El caso de la obra de From Software es parecido. Son 3 entregas de la saga Souls en los últimos 6 años, con muy pocos cambios entre ellos, y Bloodborne no consigue desmarcarse de una jugabilidad que pese a ser excelente, ya la hemos visto antes. A mi me encantó, y me parece un hack & slash muy adictivo y trabajado, pero hace falta algo más para destacar… sobretodo en un año como este 2015.