Review Arrow: Starling City

Review Arrow: Starling City

¡Llegó el día! La última Season Premiere de Arrow ya se ha estrenado, e iniciamos la cuenta atrás hacia su irremediable final, que servirá de puente hacia el mayor evento de superhéroes realizado en televisión hasta la fecha: el crossover Crisis on Infinite Earths, que veremos en diciembre y en enero, ya que dividirán su emisión en dos tandas, tres capítulos el último mes de este año, y los dos finales en el primero de 2020. Sin más dilación, vamos con el análisis del 8×01, Starling City.

Me ha encantado el regreso de Arrow, para qué os voy a engañar. Los cuarenta minutos del episodio son puro fan service, eso está claro. El propio Stephen Amell publicó en redes sociales anoche que esta temporada es una carta de amor a todos los fans de la serie y, por lo tanto, vamos a asistir a altas dosis de momentos dedicados a todos aquellos que aman Arrow y la han seguido desde sus inicios. Por lo tanto, vamos a tener unas cuantas licencias, en parte por esa razón, y también porque nos encontramos ante una contrarreloj como consecuencia del crossover, tal y como deja claro el impactante final del episodio, que nos advierte de que, si alguien no se estaba tomando en serio la advertencia de The Monitor, ya puede ir cambiando de opinión.

El multiverso está muriendo. Nos lo advirtió este personaje en el pasado crossover, Elseworlds, y ante la amenaza más que real, recluta a Oliver para llevar a cabo una serie de misiones necesarias para hacer frente al problema mayúsculo que se les viene encima. Supongo que en las próximas semanas, no solo le veremos viajar a otras tierras, sino a otros momentos temporales de Tierra-1. Además, se nos ha anunciado que Oliver morirá en Crisis, así que The Monitor cuenta con él como una especie de agente interdimensional para realizar tareas que nadie más podría antes de su muerte, y eso nos va a llevar a un viaje nostálgico por muchos momentos que hemos vivido años atrás en Arrow, como este 8×01, que es un calco casi total de la trama de la primera temporada, una de sus mejores entregas.

Asumo que nos encontramos en Tierra-2, porque cuando Laurel se encuentra con Oliver por primera vez, ella le reconoce como Green Arrow. Esta versión de Laurel es la que fuera en su día Black Siren que se nos presentó en la recta final de la segunda temporada de The Flash, y que cruzó posteriormente a Arrow, para acabar regresando a su Tierra en la recta final de la temporada anterior. Además, sabemos que en el futuro está en Tierra-1, porque está al frente del grupo de justicieras conocido como Canarios, momento que vimos en el 7×18. Asumiendo que es la segunda versión de la Tierra, tengo que señalar un pequeño fallo de continuidad en el Arrowverse, y es el siguiente. Para los que no seguís The Flash, o la veis pero no lo recordáis, cuando se nos muestra por primera vez Tierra-2, un informativo anuncia que Oliver murió tras el hundimiento del Queen’s Gambit, y su padre Robert pasó a ser Arrow, cuando aquí han cambiado la identidad del justiciero de Starling City. Simplemente es un detalle que creo que se les ha pasado, pero no desluce el episodio para mí.

Esta versión nos sitúa doce años después del naufragio del famoso barco de la familia Queen, con Malcolm Merlyn y Moira Queen casados, Thea muerta por una sobredosis, y Tommy Merlyn como Dark Archer, identidad que su padre asume en Tierra-1. ¡Ah! Y en lugar de estar en Lian Yu la máscara de Deathstroke como vimos en el piloto, ¡está la máscara de Batman! Está claro que ya no vamos a saber nada más del tema y que es un simple guiño, ahora que tienen integrada a Batwoman en el Arrowverse, pero me ha gustado mucho que lo hayan hecho. Por si fuera poco, Dinah y René en esta versión terrestre son malos, y colaboran activamente con Dark Archer. ¿Soy el único al que le ha sobrado enormemente la participación de ambos en este episodio? Si no hubieran salido, no hubiese pasado absolutamente nada, la verdad. Y para acabar de añadir más salsa a la mezcla, Adrian Chase es el The Hood de esta Tierra, qué cosas. Con momentazos como ese “showoff” de Oliver cuando ve a Adrian entrenar la escalera de salmón, o cuando le suelta que está diez pasos por delante de él, es inevitable sonreír y agradecer a estos guionistas por todos estos guiños (no los voy a mencionar todos, porque necesitaría solo un artículo para hacerlo), y por los muchos momentos de humor que hay durante el episodio y que reconozco que han quedado de maravilla.

Un invitado inesperado en este viaje de Oliver por las tierras infinitas es Dig, cuya aparición nos regala de nuevo el momento en el que se conocieron, allá por el piloto, pero viene con sorpresa: no es el John Diggle de Tierra-2, sino nuestro John, el que ha estado con él desde el principio de su cruzada. Gracias al dispositivo de Cisco que cruza diferentes realidades, el fiel escudero de Oliver ha viajado para ayudar a su hermano en su misión final, dispuesto a llegar con él hasta la inevitable conclusión de la misma, convencido de ser capaz de alterar el ominoso resultado tan anunciado y que todos sabemos. Lo que me lleva a dudar de si realmente van a conseguir alterar el futuro, y que Oliver sobreviva a la Crisis. Por mucho que me gustaría que nuestro héroe no muriera, creo que este recurso está puesto a propósito por los guionistas para alimentar la duda durante toda la temporada, y que alberguemos esperanzas, para jugar al despiste y que nos planteemos si realmente el futuro de Oliver está escrito en piedra y es inamovible. Además, considero que si su sacrificio implica la salvación del multiverso, sería un final dignísimo para él, convirtiéndose en el héroe que los salvó a todos.

Tras apelar a la humanidad de Tommy e impedir que volara los Glades, Oliver consigue la estrella enana, el objetivo de la misión encomendada por The Monitor, y se dispone a regresar a su Tierra, pero justo cuando va a hacerlo, Tierra-2 es engullida por una ola de energía cósmica, aniquilando a todo ser viviente y eliminando esa realidad. Laurel viaja con Dig y Oliver, y la amenaza de la que nos advertía The Monitor comienza a ser palpable y tangible con el cierre de este capítulo.

Mencionaré por encima la trama de Star City 2040, que da continuidad a los flashforwards a los que asistimos en la temporada anterior, con el nuevo Team Arrow defendiendo la ciudad ante la amenaza que se nos plantea y que nos fue introducida en la séptima entrega, la banda de Deathstroke, liderada por el hijo biológico de John, John Diggle Junior. Aquí no hay nada reseñable, simplemente que también es una trama que me sobra por completo, y que nos vamos a tener que tragar, porque, si no recuerdo mal, han ascendido a todos los intérpretes de los personajes de Star City 2040 a miembros del elenco principal, por lo que los vamos a ver semana sí, semana también. Espero que, al menos, la trama sea interesante y nos deje buenos momentos, porque si no, acabarán siendo el relleno semanal necesario para alcanzar los cuarenta minutos reglamentarios.

Si esto va a ser así hasta el final de serie, firmo ahora mismo. Prefiero cantidades ingentes de fan service del bueno, a tramas súper intrincadas y complicadas, que no acaben llevando a ninguna parte y no aporten nada a una temporada final que, tiene que honrar la figura de Oliver Queen como Green Arrow, y prepararnos para Crisis on Infinite Earths. El hecho de que esta entrega vaya a estar completamente influenciada por este evento solo hace que aumentar mi interés en la misma, y estoy deseando ver el desarrollo de la temporada en las próximas semanas.