Puede que 2015 esté siendo el año más productivo para Netflix en cuanto a series de creación propia se refiere. Con las terceras temporadas de House of Cards o Orange is the New Black, si le añadimos los estrenos de Bloodline, Daredevil, Unbreakable Kimmy Schmidt, Grace and Frankie o Wet Hot American Summer, y las que están por llegar aún, como Jessica Jones y la última temporada de Hemlock Grove, tenemos una oferta de series bastante buena y de calidad. De las últimas en llegar ha sido Narcos, serie de la que voy a hablar, y que ha conseguido algo que nunca pensé que me pasaría: engancharme al mundo de la cocaína; concretamente, a la historia de Pablo Escobar.

«Plata o plomo». Es una frase recurrente a lo largo de la primera temporada de esta serie, compuesta por diez episodios, reflejo perfecto de la historia que Netflix nos quiere contar sobre Pablo Escobar, infame traficante de drogas en los años 80 en Sudamérica. Y lo cierto es que si pretendía que nos enganchásemos a la misma, lo consigue muy fácilmente. Ya el piloto muestra lo que vamos a ver en la serie. Con un estilo narrativo que no es completamente innovador, puesto que el recurso del voice over, o voz en off, ha sido usado con anterioridad, como en Dexter o la reciente Mr Robot (aunque en esta es más una especie de diálogo con el espectador), si que consigue crear un estilo propio, ya que el agente de la DEA Steve Murphy nos cuenta su experiencia persiguiendo a Escobar, comentando los acontecimientos con una complicidad sorprendente, propia de quien está contando una historia a sus amigos en confianza, o incluso a su familia. Eso, unido a las imágenes de los sucesos reales que van intercalando con las imágenes ficticias, hacen que Narcos tenga un estilo visible y propio como decía.

Otra característica de la serie, y que es perceptible desde el primer momento, es que la mayor parte de diálogos y conversaciones se producen en español, latino, pero en español. Es algo que me ha gustado bastante, ya que la historia no tiene lugar en Inglaterra, o Estados Unidos. La acción sucede en Colombia, y allí se habla en español, por lo que tiene cierta lógica que hayan querido que los personajes hablen la mayor parte del tiempo de esa forma. Otra cosa es lo acostumbrados que estemos a escuchar prácticamente todo el tiempo que dura el episodio hablar en latino. Según mi experiencia personal, al principio se hace raro, pero poco a poco te acostumbras a la forma de hablar y no acaba molestando. Por cierto, también quiero avisaros de una cosa: cuando busquéis subtítulos, bajaos alguno que no tenga los diálogos en latino traducidos, porque es un lío escucharles hablar en latino, ver los subtítulos en inglés que vienen incorporados en los episodios, y encima de éstos, los subtítulos en español que has bajado para ver el capítulo. Es mucho mejor escuchar el latino y ver los subtítulos en inglés, además que en ocasiones, estos últimos aclaran alguna expresión que en latino nos pueda resultar rara o no entendamos.

Pero para hablar de Narcos, hay que hablar de Pablo Escobar. El traficante colombiano fue una figura destacadísima en el mundo criminal en los años 80, y para interpretar tal papel, Netflix ha confiado en Wagner Moura, actor brasileño que para mí, hace un papel muy bueno metiéndose en la piel de este criminal, ya que sus actuaciones son notables, consiguiendo transmitir lo que un actor que interpreta a un tipo como Escobar debería transmitir. La única queja, o lo que menos me ha gustado de su actuación es que su acento hispano no es el óptimo; en algunos diálogos, se le nota demasiado que no es su lengua principal, y se le ve algo forzado en ciertas expresiones o frases. Pero repito, Moura logra suplirlo con sus interpretaciones sin problemas, por lo que le restas importancia a esto. Destacar también, que detrás de todo gran hombre, hay una gran mujer. Tata Escobar es un personaje que no tiene mucho tiempo en pantalla (en comparación con otros personajes), ya que es un personaje secundario, pero los ratos que hace acto de presencia, cumple a la perfección con el papel de mujer de mafioso. Los que ya hayáis visto la temporada, simplemente recordad la conversación que tiene con la madre de Escobar acerca de lo que sucede con cierto avión. No hace falta decir nada más.

Pero en esta historia, también están los buenos, como son los agentes de la DEA Steve Murphy y Javier Peña interpretado éste último por Pedro Pascal, (aka Oberyn Martell en Game of Thrones). Y digo buenos, porque estos dos personajes están en el lado correcto de la ley, pero como en muchas otras series, moldean los límites de la legalidad en muchos de sus actos a lo largo de la primera temporada, con tal de conseguir su gran objetivo: detener a Escobar. Solo hay que ver la evolución de Steve: pasa de cumplir su deber, siguiendo las reglas sin objeciones, a tener claro que para acabar con un mal tan grande como Escobar, debes pasarte al lado oscuro para hacerlo, porque tipos como ese no se rinden tan fácilmente, y como vemos en la primera temporada, hasta las consecuencias legales son una verdadera burla a todo aquel que cree en el sistema de justicia legal. Ese «This is home» de la Season Finale, es escalofriante, por cómo lo dice, con qué tranquilidad. No se va a mover de Colombia hasta acabar con él, y veremos si lo consigue en la próxima temporada.

Además, el elenco de Narcos se completa con una buena nómina de personajes secundarios, como secuaces de Escobar, el Presidente Gustavo Gaviria, o el mismo Javier Peña, cuyo papel es también de lo más destacado de la serie, y los nostálgicos de Oberyn Martell verán satisfechas sus ganas de volver a ver a Pascal en pantalla, sobretodo si uno de los motivos para fichar Narcos ha sido su presencia en la serie. Siempre he considerado que toda buena serie debe tener un buen elenco, tanto principal como secundario, y Narcos lo tiene.

Los diez episodios que componen la temporada se ven muy fácilmente, tanto si quieres ver la temporada en plan maratón, como si la quieres administrar de forma más pausada y verlos en varios días o semanas. La narración no se hace pesada, y la historia consigue enganchar por cómo está contada, con un buen elenco de actores, y algún que otro episodio excelente, como el 1×06. Si a todo esto, le sumamos que va a tener segunda temporada, ya que Netflix anunció hace unas semanas su renovación, es una garantía suficiente en mi opinión para darle una oportunidad a Narcos, para conocer un poco más la historia de Pablo Escobar.