Crítica: Thor: Ragnarok

Crítica: Thor: Ragnarok

Empecemos dejando clara una cosa: las películas del universo cinematográfico de Marvel dejaron de ser sorprendentes hace varios años, así que cuando vamos a ver Thor: Ragnarok o cualquier otra del MCU, sabemos de antemano lo que vamos a ver y lo sabemos tan perfectamente que ver otra cosa casi que sería una decepción. Thor no decepciona, Thor: Ragnarok cumple las expectativas e incluso mejora a sus dos predecesoras ambientadas en Asgard. No ofrece nada nuevo, pero lo que ofrece, aunque no sea novedoso ni vaya a cambiarnos la vida, es absolutamente genial.

Repetimos que este es el tipo de película que no cambia nuestra percepción del mundo y quizás el esquema de cameos innecesarios, chistes facilones y escenas de acción donde faltan actores y sobra ordenador os canse. Si es así, esta peli no es para ti. A todos los demás os digo que tenemos en cartelera la mejor peli de Thor, muy por encima de Thor (2011) y Thor: The Dark World (2013), Ragnarok nos ofrece mucho más humor, mucha más acción, personajes súper carismáticos y una villana absolutamente formidable, más un par de tramas interesantes y giros muy divertidos. Además, la narración se sale de lo habitual y nos alejamos del esquema de «presentar un villano, luchar con villano, vencer al villano» insertando una trama accesoria que casi dura más que el arco principal y dando un giro final (ligado a la primera escena) bastante sorprendente.

Taika Waititi dirige la película divirtiéndose un montón y eso se nota, a diferencia de lo habitual en el género de superhéroes, el neozelandés no ha intentado hacer un peliculón con elementos oscuros, profundos e incluso reflexivos (Nolan y su aportación a Batman) ni ha desaparecido fundiéndose en un producto impersonal y vacío (¿todas las que no son de Whedon?), sino que ha dejado su impronta otorgándole a la película un toque de personalidad y encanto que convierten la cinta en algo más que una sucesión de chistes y acción.

La primera escena deja claro el tono de la película: mucha acción, efectos visuales y humor sin complejos. Y funciona, funciona asquerosamente bien. También me gusta esa primera escena con Odín (en realidad Loki), creo que la dinámica entre los hermanos, no por repetitiva deja de ser divertida y creo que tiene un punto adorable que hemos ido entendiendo y construyendo a través de las dos películas de Thor y la primera de The Avengers. Si bien, considero esencial que finalmente hayamos ahondado de forma clara en el camino de redención de Loki, que cansaba usando siempre los mismos trucos y siendo tan previsible para el espectador como lo es para Thor.

A partir de aquí voy a comentar detalles de la película, si no la has visto, deja de leer.

Me gusta mucho como el Ragnarok funciona como telón de fondo para una trama y a la vez es otra trama en si mismo. El fin de los días en Asgard no es un mcguffin, realmente es lo más importante, tan importante como que se produce de facto y Asgard perece. Pero sería un error decir que la película sólo va de eso y obviar el relato de Sakaar, el arco de Hulk ingiriendo a Banner o la relación entre los hermanos. Por cierto, Loki se termina haciendo bueno porque sí, sin que exista ningún elemento que sirva como detonante en su cambio… pero da igual, nos lo creemos porque estábamos deseando que pasara de una vez.

La trama de Sakaar es muy divertida, para empezar nos presenta a Grandmaster y a la valkiria, dos personajes nuevos con los que me lo he pasado genial. Ella está interpretada por Tessa Thompson y aunque su aportación a la trama y su relación con Thor (y con Hulk) es fascinante, he echado en falta ver a Sif … interpretada en MCU por Jaimie Alexander. Korg, el revolucionario de roca, está interpretado por el propio Waititi y es un personaje tan absurdo como fresco y divertido.  Toda esta trama hace sumar puntos a dos personajes tan desaprovechados como Thor y Loki, pero creo que estropea un poco a Banner, que pierde profundidad al convertirse en un neurótico de tintes demasiado cómicos. Bruce Banner visita en otro planeta, dos planetas diferentes en realidad… algo nuevo para el personaje y refrescante para el espectador que siempre disfruta viendo a un personaje sufrir como pez fuera del agua. Pero creo que se está enfrentando a algo sobrecogedor, puede desaparecer para siempre y ser engullido por Hulk, termina asumiendo esa posibilidad al enfrentarse a Fenrir en el Bifrost y lo hace para salvar a unas personas que no conoce de un planeta que no es el suyo y donde nunca antes había estado. Ese viaje desde el científico al hombre que le da el poder al monstruo verde es interesantísimo y es algo por lo que en la película pasamos de forma superficial.

Por otro lado la trama del Ragnarok está exenta de elementos cómicos y los personajes se desenvuelven de maravilla en el apartado más oscuro de la acción. Hela funciona como un villano sensacional, Heimdall es un salvador heroico y Skurge, se gana nuestra simpatía con el papel más dramático de todos: un buen soldado que quiere reconocimiento, que llevado por la cobardía  sirve a una reina en la que no cree y que en un acto de valentía termina sacrificándose por su pueblo.

Aunque Karl Urban aporta a un personaje magnífico, es Cate Blanchet quien más brilla, cumple con creces como villana cautivadora y cada una de sus escenas es impresionante. Me gusta su elegancia y su toque despiadado sin pizca de doble moral o escala de grises. También Jeff Goldblum está magnífico en su papel de tirano excéntrico. La aparición de Doctor Strange no tiene más sentido que … pues que aparezca el Doctor Strange.

Por cierto, la segunda escena post créditos es muy graciosa, vemos al Gran Maestro pedir su cuota de mérito en la insurrección, pues no hay revolución que valga la pena sin un tirano al que derrocar. Pero la primera escena post crédito es terroríficamente precursora de Infinity War, vemos una nave gigantesca y estoy segura de no haber sido la única en pensar que ahí dentro está Thanos y que el pueblo de Asgard no lo va a tener nada fácil mientras vagan por el cosmos en busca de un hogar.