Review Supernatural: Drag Me Away (From You)

Review Supernatural: Drag Me Away (From You)

Saving peoplehunting things, the family business significó durante mucho tiempo pasar horas en el Impala para dormir en camas mugrientas de sucios moteles de carretera, significó enfrentarse a monstruos, investigar sobre las leyendas locales y resolver casos que siempre empezaban con un cold opening en el que moría un inocente. Constantemente aludíamos al pasado de los hermanos Winchester, a la infancia que se perdieron mientras un padre obsesivo los iban abandonando por ahí, obligándolos a crecer muy rápido y fomentando entre lo pequeños Sam y Dean un vínculo estrecho e inquebrantable.

Estamos a un paso de despedirnos de la serie para siempre y creo que ha sido un gran idea homenajear a la Supernatural de sus inicios con un episodio como éste. Las primeras temporadas de Supernatural eran diferentes, como todos sabéis y recordáis, no existía el búnker y los hermanos dormían en moteles horteras y lugares horribles. El motel de este episodio es espantoso, con ese estampado estridente en las paredes y mobiliario y así nos retrotrae a todos esos lugares en los que han compartido habitación a lo largo de estos años. En este episodio vemos todo lo que solíamos ver en las primeras temporadas, el monstruo de la semana, la resolución del caso, los recuerdos del pasado, la impotencia frente a una infancia que nunca podrían recuperar y frente a un padre que no supo criarlos. Este episodio es el Supernatural más clásicoEl caso comienza con la muerte de un tipo que en principio desconocemos y que después descubrimos que era un amigo de la adolescencia de los hermanos. Repasamos algunos recuerdos mediante flashbacks y enlazamos el pasado y el presente en un caso que no se resolvió del todo. El episodio funciona porque es un homenaje a todo eso que recordamos con tantísimo cariño.

Christian Michael Cooper y Paxton Singleton son nuevos en estos papeles, pero de alguna manera no nos resultan extraños, parece que los directores han hecho que los niños se aprendan y repitan gestos o actitudes que nos resultan familiares y así se hacen creíbles pese a ser unos actores que no conocíamos. Supongo que los actores que han interpretado a las jóvenes versiones de los hermanos Winchester están ya muy mayores, al fin y al cabo el actor al que estábamos acostumbrados a identificar con el pequeño Sam, Colin Ford, es un adulto de 24 años, mientras que Brock Vincent Kelly (nuestro usual joven Dean) es un tipo de 35 años. Han usado a otros actores para enseñarnos a los muchachos en diferentes etapas vitales y con este episodio Cooper y Singleton se unen a la lista de interpretes que han sido Sam y Dean, con bastante éxito.

Me ha gustado mucho ver a Dean sincerándose sobre el hecho de que siempre está asustado, porque esto es algo nuevo, sabemos que es un personaje que suele ocultar sus verdaderas intenciones y todos sus sentimientos.  Sabemos que siempre se esconde bajo una capa de tipo duro, pero en aquí le dice a Caitlin que sí, que siempre tiene miedo. Era una persona capaz de soportar el peso del horror, del miedo, capaz de cargar con secretos que podían dañar a los demás, por eso decidió callarse sobre los niños muertos  que descubrió, decidió guardar el secreto ante Caitlin, ante su hermano, ante su padre. Cuando él no era más que un niño que apenas pudo soportar la visión vislumbrar todos esos cadáveres de niños en el nido de Baba Yaga, se hizo fuerte para no asustar a los demás. También Sam se enfrenta al pasado cuando recuerda el niño que quiso ir a la universidad, el niño que se convirtió en el hombre que durante mucho tiempo quiso ser una persona normal. Un hombre que ya sabe que eso es imposible.

El episodio bebe del pasado, pero también nos presenta escenas muy potentes en lo que se refiere al arco de la temporada, a la trama final de la serie: el enfrentamiento de los Winchester, Jack y Castiel contra Chuck. Nos enteramos de que Chuck ya se ha cargado todos los demás mundos y sólo le queda ese que nuestros Winchester han salvado una y otra vez. Nos enteramos de que faltan días, quizás horas para que Chuck comience con el Apocalipsis definitivo. Y Billie se lo recuerda a Dean y éste decide contarle a Sam lo que le dijo Castiel sobre Jack. Los espectadores descubrimos que el destino de Jack estaba ligado al de los dos hermanos místicos en el episodio de la semana pasada, cuando Jack decidió contárselo a Castiel. Dean también se sincera con Sam sobre el destino fatal de Jack, quien debe morir inevitablemente para salvar el mundo y deshacerse de Chuck y Amara. Pero Sam cree que Dean debería habérselo contado antes y esto provoca la que, probablemente, sea la última bronca entre los hermanos a quienes tanto hemos visto discutir a lo largo de estos años.

Estamos a cuatro episodios del final, espero que estos últimos cuatro episodios, centrados presumiblemente en la trama, sean lo que los espectadores fieles de esta ficción nos merecemos.