Review The 100:  A Sort of Homecoming

Review The 100: A Sort of Homecoming

Y volvemos al punto de partida, resulta que el planeta de origen de nuestros personajes no está destruido. Resulta que después de atravesar la inmensidad del espacio, el viejo planeta Tierra seguía estando ahí. Y curiosamente su aire es respirable, sus plantas saludables, su aire limpio… después de hacernos creer que el planeta natal había sido por enésima vez destruido, pero en esta ocasión irrecuperable… resulta que no, que el planeta Tierra está bien. No sabemos cuánto tiempo ha pasado, porque esto del tiempo va raro entre los personajes sometidos a criogenización mientras surcan las galaxias y los planetas donde el tiempo transcurre a diferente velocidad.

Por fin hemos recuperado a Gaia, simplemente estaba en la Tierra, allí sola, esperando a los demás. El reencuentro entre madre e hija no me ha parecido muy emotivo, pero al fin y al cabo Gaia sólo lleva unos días allí y su madre se acababa de enterar de que había desaparecido. Sí que he visto más emocionante la fuerza del nexo entre Indra y Octavia, que han luchado como maestra y discípula, como madre e hija contra un enemigo que les ha arrebatado a muchos de sus seres queridos. Quizás las coreografías de lucha podrían haberse trabajado un poco más, porque casi no hemos visto nada de una pelea que debía ser épica. Pero algo de emoción sí que ha tenido la escena.

Es extraño como han gestionado los guionistas la ausencia de Bellamy: primero nos cuentan que están muerto aunque todos sabemos que no lo está; después lo recuperan con un episodio prescindible donde el personaje tiene una epifanía poco explicada; poco después lo mata su mejor amiga y al episodio siguiente Clarke se confiesa ante la hermana y a la amante del asesinado… que la abrazan y se recuperan insultantemente rápido. Echo necesita un ratito para estar sola en lugar de emborracharse y Octavia rememora a Lincoln con una oración. Y ya está. Un personaje como Bellamy, un coprotagonista durante años se merece una muerte en condiciones y un episodio de despedida, algo que demuestre el impacto que produce su fallecimiento a los demás. Necesitábamos ver el dolor causado por su marcha y eso no se resuelve con un abrazo grupal en el cold opening y una par de menciones dispersas a lo largo del episodio.

Pero las cosas son así, nos tenemos que tragar que la relación tormentosa entre los hermanos Blake termina aquí. Dos hermanos que han pasado sus vidas unidos con un vínculo enfermizo, en el que primero él era el protector y después ella terminaba siendo tan rebelde que le decepcionaba. Rompían, se enfadaban, se perdonaban una y otra vez. Se ponían en peligro y se salvaban y todos aceptábamos esa dinámica. Esta relación fraternal convulsa era uno de los elementos más recurrentes de la serie y por eso cuesta creer que Octavia se acerque a Clarke y la abrace y de a su hermano por perdido sin luchar, sin preguntar más. Simplemente no es creíble con la evolución de los Blake, pero tampoco es una de las peores cosas que hemos visto esta temporada.

Finalmente Madi se harta de ser la causante de los problemas de todos los demás, posiblemente la muerte de Gabriel sea la gota que colma el vaso y lleve a la muchacha a ceder ante el enemigo en lugar de seguir obligando a todos los demás a sacrificarse por ella. Gabriel ha sido un personaje poderoso pese a su breve participación ha tenido una gran transcendencia y ha sido importante en la vida de varios de los personajes. Su muerte tiene sentido (sobre todo comparada con la del episodio anterior) y quizás sea buena idea quitarlo ya de la ecuación, porque no parece que pueda aportar mucho más a la trama.

Por lo demás, mencionar que siempre es una delicia ver a Raven y a Emori y Murphy. Tampoco ha sido mala idea profundizar más en Jordan y creo que también era ya hora de que Nylah tuviera aunque sea un poco de protagonismo. Creo que el episodio ha tenido cosas salvables, pero seguimos estando muy lejos de lo esperado para una última temporada de The 100.

PD: Podéis ver en nuestro canal de Youtube el programa que le dedicamos a la serie tras su final.