Pilotos: Hightown

Pilotos: Hightown

Esta semana veréis varios artículos de este tipo, y me atrevería a decir que todos serán míos. Así las cosas, coinciden en este arranque de semana tres estrenos de series, y pretendo comenzarlas todas. Los que me leéis habitualmente, estaréis acostumbrados a verme por esta sección, y he mencionado en más de una ocasión que suelo «fichar» muchas ficciones que se lanzan por aquello de estar en constante estado de expansión y de ampliar horizontes, apostando por producciones muy diversas. Hoy le toca el turno a Hightown, que en España la tendréis disponible semanalmente en la plataforma StarzPlay, que es la marca mundial que ha lanzado la cadena Starz para difundir sus contenidos por múltiples países.

El mes pasado, os presentábamos en el post correspondiente esta serie. Hacía más tiempo que ya la tenía en mi radar, porque conocía a varios de los intérpretes que componen el reparto principal, e incluso tuve la suerte de conocer en persona a una de ellos (Riley Voelkel, que da vida a Renee). Así que, sabiendo además que Starz suele darnos alguna que otra ficción interesante (ha sido hogar de Spartacus, Boss, Counterpart, Black Sails o Magic City, entre otras, y su estandarte principal actualmente es Outlander), la apunté y decidí darle una oportunidad. Anoche pude disfrutar del piloto, y las sensaciones que me dejaron fueron bastante comedidas, por decirlo así.

Es un piloto correcto, sin más. Presentación de trama, personajes, con un vistazo a por dónde pueden ir los tiros (ayudó mucho la promo del resto de temporada que vi tras el final del episodio), pero que no se mueve mucho más allá. Jackie Quiñones (Monica Raymund) es una agente del servicio de pesca de Cape Cod, en Massachusetts, que tras una noche de juerga (algo que nos dejan claro que es bastante habitual en ella) descubre a la mañana siguiente un cadáver a pocos metros del motel donde se hospedaba, junto al mar. Lo de encontrar a alguien muerto en la orilla de una superficie acuática no es que sea la manera más innovadora de arrancar la trama de una serie, la verdad. Aunque claro, siempre puede ser la primera vez para alguien que no haya visto alguno de los ejemplos que se me vienen a la mente mientras escribo estas líneas.

El caso es que esto ya mueve al resto de piezas que componen el puzle que pretende ser Hightown, aquellas que puede que os imaginéis antes de que yo las enumere: el policía protagonista que investiga el caso, Ray Abruzzo (James Badge Dale); la nueva confidente del agente a la que pretende ir sacando información sobre la muerte de la joven (la mencionada anteriormente por mí, Renee); el presidiario que podría estar detrás del asesinato, o saber más de lo que dice, Frankie Cuevas (Amaury Nolasco, que al pobre lo han encasillado en papeles de encarcelado); o los típicos lugareños que aparentan ser uno más, pero que también tienen más conocimiento del crimen del que dejan entrever en un primer momento.

Todo ello, aderezado con un tono más luminoso del que esperaba para este thriller policíaco que nos promocionaban en los tráilers lanzados los pasados meses. Ya de entrada, los títulos de crédito parecen sacados de una comedia, y me recuerda al tono que tenían algunos de The Leftovers, que estaban en las antípodas del dramón que nos ofrecieron en sus tres años de emisión. Esperaba un aspecto más lúgubre o mortecino, como decía, viendo el material ofrecido hasta el momento. Con esto no quiero decir que no me guste lo visto, sino que me ha sorprendido; veremos hasta qué punto me acaba convenciendo a medida que avance la historia.

Dicho esto, Hightown no me da demasiados motivos con su primer episodio para recomendarla de entrada al gran público. Es un capítulo más, un piloto que no es mejor ni peor que otros similares que he podido ver durante muchos años de disfrute de series, pero eso no quita para que luego evolucione en un drama interesante y que enganche, como ha pasado a lo largo de la historia con muchas otras ficciones… o que involucione hacia un cúmulo de topicazos manidos cuya trama no ofrezca un mínimo entretenimiento y termine en el cajón de proyectos que «parecían que sí». A día de hoy, ¿os la recomiendo? No. Quizá solo a aquellos seriéfilos ávidos de contenido ante la dificultad de encontrar series en estos momentos tan complicados a causa del coronavirus (y en lo que queda de año tampoco vamos a tener abundancia que digamos), y que quieran probar suerte a ver qué les termina ofreciendo esta serie que, en estos momentos, es un melón; no se sabe cómo va a salir.