Pilotos: Run

Pilotos: Run

Hay un nombre que si no conocéis a estas alturas, deberíais: Phoebe Waller-Bridge. Las series en las que ha estado involucrada estos últimos años, bien produciendo, bien protagonizando, dirigiendo, y también encargándose de la redacción de sus guiones, han sido de lo más destacado de los años que se han emitido. Hablo de Fleabag y Killing Eve, que tenéis disponible aquí en España en Amazon Prime Video y HBO España, respectivamente (además, hoy justo ha regresado esta última con su tercera entrega). Lo que hace esta mujer en Fleabag es admirable. Sus dos temporadas son sensacionales, y de lo mejor que podéis encontrar en el género cómico hoy en día, aunque no sea precisamente la faceta divertida lo mejor que ofrece la serie (y a veces pongo en duda que se pueda considerar una comedia; para mí es un drama de corta duración), y aunque no sea fan acérrimo de Killing Eve, es innegable lo especial y diferente que es, además de entretenida y que consigue enganchar al espectador con su trama.

Por eso, cuando leí que HBO iba a estrenar este mes la nueva serie que producía esta creadora de contenidos, no me ha quedado más remedio que ver su piloto. Porque Phoebe Waller-Bridge está involucrada, y aquellos que hemos visto producciones suyas anteriores conocemos de su potencial y de que podemos estar ante una de las ficciones de la temporada seriéfila, incluso de este 2020 tan atípico que nos ha tocado vivir. De entrada, puede que sea el mejor episodio piloto que he visto en una serie este año, y sin lugar a dudas el mejor en comedia que veo en tiempo.

Porque sí, es la premisa de la que partimos, si tenemos en cuenta el formato en el que se nos presenta Run, una ficción de unos treinta minutos de duración aproximadamente, con un tono distendido de entrada y que apunta a ello, aunque sabiendo quién está detrás, me imagino que los momentos que más brillará será cuando gire hacia el drama; no obstante, la carta de presentación me ha parecido buenísima y frenética, algo que siempre es de agradecer en un primer episodio, que mantenga al espectador pendiente de lo que está pasando y no nos lo dé todo mascado desde un primer momento, mediante una presentación tediosa de los personajes y la trama que se desarrollará posteriormente.

¿Qué sabemos? Tenemos, por una parte, a Ruby; y por la otra a Billy, nuestros protagonistas. Ella recibe un SMS de él, diciéndole que corra (ese RUN que da título a la serie). Acto seguido, sale disparada hacia Nueva York, para coger un tren, donde se encuentra con un chico, aparentemente desconocido, pero que termina siendo Billy, como luego se nos dice. A partir de ahí, tenemos una serie de conversaciones, en las que podemos intuir más o menos por dónde van los tiros, ya que nos imaginamos que tienen un pasado común, que hay alguna razón que les ha llevado a lanzarse de cabeza hacia un viaje arriesgado y que les obliga a dejarlo todo atrás, pero hay una fuerza que les hace moverse hacia delante y que les lleva a reencontrarse tras un tiempo sin verse (se nos dice que unos quince años).

Merritt Wever (Unbelievable, Nurse Jackie) y Domhnall Gleeson (Star Wars), Ruby y Billy, tienen una química brutal, que es lo que hace que todo funcione. Además del guion ágil y diferente, si quieres que esto salga adelante, tienes que tener una pareja protagonista que encaje, que ellos solos casi te lleven la serie sin necesidad de añadidos. Y así es. Es media hora que se te pasa volando, porque les ves a ellos interactuar con una facilidad asombrosa, y que te hace conectar con ellos enseguida. Asumo que, con el paso de los episodios, les conoceremos más, así como también supongo que veremos más personajes además de a ellos, pero si nos ofrecieran toda la temporada con ellos en trenes, actuando como lo han hecho en el piloto, creo que no pondría ninguna pega.

Una presentación fuerte conlleva una responsabilidad mayor: estar a la altura el resto de la temporada. La trampa que hacen muchas series es empezar flojo, para luego ir in crescendo y que la trama mejore con el paso de los episodios, y muchas de las que arrancan potentes pecan de caer en picado durante su desarrollo y dejan peor sensación en el espectador. Run tiene por delante la tarea de mantener un nivel similar durante su entrega debut, y corroborar que nos encontramos ante una de las comedias a las que hay que prestar atención en este 2020. Tiene ingredientes de sobra para hacerlo, tanto delante como detrás de las cámaras, así que yo por mi parte tengo máxima confianza en lo que nos podamos encontrar en las próximas semanas, y espero que se confirme como lo que tiene pinta de ser: un nuevo pelotazo de Phoebe Waller-Bridge.