Series que terminan (y han terminado) en 2020

Series que terminan (y han terminado) en 2020

Este artículo ya es un clásico en el blog. Sobre estas fechas, suelo recopilar todas aquellas series que se despedirán de sus seguidores en los próximos meses, aunque ya suele pasar en algunas ocasiones que, a estas alturas, ya haya habido alguna que otra despedida destacada. Por eso este post evoluciona a raíz de los acontecimientos, ya que os hablaré de algunas de las series a las que yo diré adiós (o ya he despedido) este año, así como de otras que no veo y mencionaré, y también de aquellas que han confirmado su cierre, pero todavía no es seguro al 100% que suceda en 2020. En varios apartados debajo de este párrafo, hago mi particular carta de despedida a muchas de las que se marchan, que no son todas porque no veo todos los productos que se emiten en televisión a día de hoy. Como siempre recuerdo, en 2020 acabarán más de las que aparecen aquí, entre otras razones, por cancelaciones repentinas que a día de hoy no puedo prever. Pero de las que se han confirmado, toca despedirse.

Series terminadas

Arrow

Esta es especial. No solo porque fue la primera serie que tuvo reviews en nuestro blog, sino porque lo era para mí. Ya os hablé del motivo que me llevó a incluirla en el especial de lo mejor del año pasado en televisión, y si queréis saber mi opinión acerca de su final, aquí tenéis la review de su Series Finale. Estas pueden que sean, con total seguridad, las últimas líneas sobre Arrow en este blog. Su camino concluyó tras servir como catalizador de Crisis on Infinite Earths, y lo logró con una gran temporada final, que redondeó una redención iniciada, casualmente, en la quinta entrega, curso en el que comencé a redactar sobre ella aquí, en Casa Spammer. He notado su ausencia en este par de semanas desde que finalizó, y viendo el nivel del resto de series del Arrowverso ahora mismo, creo que se notará más el vacío dejado por la serie de Oliver Queen, porque no hay, a día de hoy, una que esté a su nivel, salvo que mejore la dinámica de alguna de ellas en los próximos meses. Sea como sea, Arrow terminó, y con este párrafo me despido, nuevamente, de ella.

Ray Donovan

Lo de la serie de Showtime fue una sorpresa. No porque no pudiera imaginarme que su final estaba cerca, sino la forma escogida para ello. Todo el mundo hablaba tan bien en su momento de esta ficción, que decidí apostar por ella, y era cierto lo que decían, tuvo grandes momentos y temporadas a gran nivel. Pero llevaba unos años que, para mi gusto, gritaba a los cuatro vientos la necesidad de ponerle fin más pronto que tarde. Renovación innecesaria tras renovación innecesaria llegamos a una séptima temporada que nos deja con un buen final, pero que no debería haber sido su punto final. Creo sinceramente que, para hacer lo que ha decidido hacer Showtime, hubiera sido mejor otorgarle una octava y final para concluir mejor las tramas de la familia Donovan. De esta forma, ha pasado de ser una serie con potencial para recomendarla si se hubiera cerrado mejor, a una ficción quizá demasiado larga para lo que cuenta, teniendo en cuenta además que tiene un final casi totalmente abierto tras siete entregas. Mal final para los Donovan, que merecían algo mejor.

Star Wars Resistance

La prueba de que Filoni es humano. Tras dos éxitos como Clone Wars (que vuelve la próxima semana) y Rebels, además de tener una alta cuota de participación en la gran The Mandalorian, a la tercera serie animada le salió cruz. No es infalible, y Resistance es el reflejo de ello. Una serie simpática, que expande un poco más el universo Star Wars, pero que nunca llegó a despegar lo suficiente como para ser un producto altamente recomendable para los fans de la saga. Si te gusta este universo, puedes darle una oportunidad a esta ficción, pero puedo contar con los dedos de una mano (y me sobran varios) los grandes momentos de la serie en sus dos temporadas de vida. Además, las conexiones con los episodios de la última trilogía cinematográfica son contados también, por lo que si buscas eso tampoco quedarás muy satisfecho. Por si fuera poco, creo que no destacaría a ninguno de sus protagonistas, que protagonizaron tramas alejadas del nivel de las otras series de animación de la saga. Entretenida, sin más, y que no la recomendaría. Se fue como llegó, sin llamar la atención y sin hacer prácticamente ruido.

El Embarcadero

Dos entregas de ocho episodios, lanzadas al completo en enero del año pasado y en el enero de este año. Eso es lo que ha durado esta joya de la televisión española en Movistar Plus, plataforma donde la tenéis en su totalidad. Y digo joya porque este producto puede ser, in my opinion, la mejor ficción de la plataforma española desde que comenzó a producir series. Un elenco de gran altura con interpretaciones maravillosas, una trama que no deja indiferente a nadie y que te atrapa desde el momento en el que te cuentan que Óscar (Álvaro Morte) ha fallecido en la Albufera de Valencia, y su mujer, Alejandra (Verónica Sánchez), pensándose que está en el extranjero en uno de sus viajes de negocios, descubre cuando va a identificar su cadáver que, en realidad, lleva casi diez años viviendo una doble vida en un entorno fascinante, que la serie además brinda un bonito homenaje. A partir de ahí, comienza a conocer a la amante de su marido, Verónica (Irene Arcos) y trata de encontrarle sentido a por qué su marido le estuvo engañando durante tantos años, al tiempo que la ficción nos siembra la duda de si realmente se suicidó, o hay algo más detrás de la muerte de Óscar. Álex Pina, el creador de la archiconocida Casa de Papel, es un nombre que hay que tener en cuenta de cara al futuro, porque parece que todo lo que toca lo convierte en oro. Y puede que El Embarcadero no haya tenido tanta repercusión como la serie de Netflix, pero es una serie fantástica, que nos cuenta una historia de amor magnética y frenética, con toques de thriller, y con interpretaciones a la altura de las mejores producciones. No lo dudéis: dadle una oportunidad a esta serie; no os arrepentiréis.

The Good Place

Las buenas comedias, y más concretamente en el ámbito de la televisión en abierto norteamericana (las llamadas network), son difíciles de encontrar. No solo eso, son una especie en peligro de extinción. Hace unos años, raro era quien no viera unas cuantas, porque la variedad y el nivel era más abundante, pero de un tiempo hacia ahora, la cosa escasea. En estos momentos, creo que si llego a cinco sitcoms “tradicionales” (formato veinte minutos), ya serán muchas. Por eso duele cuando una gran serie como ha sido The Good Place se despide. No ya porque haya sido una ficción de nivel, sino porque nos ha dado cuatro temporadas de algo distinto, desmarcándose de la concepción tradicional que teníamos todos de sitcom, con una trama de lo más curiosa, y además alegre, jovial, transmitiendo buen rollo todas las semanas y haciéndonos más felices a sus seguidores tras haber visto el episodio de turno. Es imposible no querer a todos sus protagonistas, y que te caigan bien hasta los “malos” que nos van presentando durante su desarrollo. The Good Place se convirtió en el happy place de muchos, y su despedida, aunque quizá alargada de manera un poco artificial para mi gusto,  me terminó dejando un buen sabor de boca. El mundo es un lugar un poco más oscuro desde que finalizó, y va a ser muy complicado encontrar comedias que se aproximen a lo que disfruté con The Good Place los últimos cuatro años.

BoJack Horseman

La mejor serie que ha producido Netflix desde que empezó su andadura en el mundo de la televisión llegó a su final hace un par de semanas. Creo que puede decirse ya, ¿no? BoJack Horseman es historia de la televisión, porque con episodios que no alcanzan la media hora (aprox.), protagonizados por un caballo humanoide en un mundo donde los animales y humanos conviven como una misma raza, aderezado con la base de que es una serie de animación, consigue transmitir más que muchas ficciones de acción real con intérpretes de carne y hueso. Y lo hace sin tapujos, tocando palos espinosos y de rabiosa actualidad con un enfoque distinto a todo lo que podéis encontraros a día de hoy en la pequeña pantalla. Quizá por el hecho de ser una serie de animación tiene la posibilidad de moldear la realidad a lo que quiere contar, sin tanta barrera como la acción real. Quién iba a imaginar que una serie protagonizada por un caballo que habla, bebe, fuma y se droga iba a despertar tantos sentimientos en mí, y en mucha otra gente. Es imposible que no te toque la fibra sensible en cada una de sus temporadas con la gran variedad de historias que cuenta y te deje muy tocado en la mayor parte de ocasiones. BoJack Horseman no es una serie para todos los estómagos, pero vale la pena que le deis una oportunidad. No encontraréis otra serie como esta.

Series que no sigo pero terminan

Son solo algunos ejemplos que paso a citar solamente, pero hay muchas otras ficciones que no sigo y que también ponen el punto y final a sus trayectorias en este 2020. SI sabéis alguna, no dudéis en comentarlo abajo. Dark concluirá en Netflix este año, de la misma forma que una de las series más conocidas de Shonda Rhimes en ABC, How to Get Away with Murder. Así como Criminal Minds, una de las más veteranas de la parrilla televisiva y que se despide con su vigésima entrega. La de Netflix no tiene fecha de estreno todavía, la de ABC comenzará su emisión final el próximo día 2 de abril, y la de CBS concluye su camino el próximo miércoles.

¿Acaban en 2020?

Vikings

En principio, podríamos pensar que ya termina la serie más longeva hasta la fecha de History Channel. Pero como la estructura de la ficción en las últimas entregas ha dado lugar a que sus temporadas (excesiva e innecesariamente largas) de veinte episodios se dividan en dos tandas de diez, sean lanzadas en diferentes momentos del año, no podemos asegurar al 100% que vaya a terminar en 2020. Los primeros diez de la sexta y última concluyeron la semana pasada, pero no hay fecha confirmada para los diez finales, por lo que podría regresar a finales de año, y acabar a comienzos de 2021. Sea ahora o al año que viene, lo cierto es que Vikings debía haber cruzado al Valhalla hace tiempo. Tuvo buenos momentos, pero su buena época pasó hace mucho. La última etapa de la serie ha tenido más sombras que luces, y los próximos diez que pondrán fin a la historia se me hacen muy cuesta arriba ya sin muchos de los rostros que me motivaron a continuar la historia durante tantos años. La esperanza porque concluyan la historia de forma más o menos digna desapareció hace bastante tiempo, y ya solo me queda curiosidad por ver qué deciden hacer en sus momentos finales. Como decía, no hay fecha confirmada para su vuelta.

Lucifer

Una de las gratas sorpresas de mi 2019 seriéfilo. Me uní tarde al fandom de Lucifer, pero me alegro de haber tomado esa decisión el pasado verano. Ya os hablé de ella cuando me puse al día, y la clasifico en esta categoría porque Netflix parece haber adoptado una estrategia un poco molesta para mi gusto. Lo ha hecho con BoJack Horseman, y lo hará con esta también: dividir su entrega final en dos tandas. No tenemos fecha de lanzamiento para sus primeros episodios, por lo que lo normal es esperarla para verano como mínimo, lo que daría lugar a que sus capítulos finales se estrenarían, posiblemente, a finales de año o comienzos del siguiente. De todos modos, las aventuras de Lucifer creo que llegan a su conclusión cuando toca, y eso es complicado. Antes de que se malogre, es mejor ponerle punto y final y Netflix, tras salvarla de una cancelación injusta y con su trama completamente abierta, la ha cuidado lo suficiente para darle ese final que merecía en FOX. Lucifer es una buena serie, muy entretenida, con un gran protagonista, y con una trama interesante a pesar de tener una estructura procedimental desde su base. Veremos qué le depara el final al Lucero del Alba.

Las Chicas del Cable

Muchas veces me pregunto por qué sigo viendo esta serie. La verdad, no logro entenderlo. Mañana día 14 llega la primera parte de la temporada final de esta ficción española, que no pasará a la historia de las grandes obras televisivas de nuestro país, sino más bien lo contrario. La política de Netflix de dividir la entrega final en dos tandas nos priva de despedirla del todo este mes, y en su lugar nos deja con todavía más capítulos que serán lanzados en algún momento de este año, previsiblemente. No suelo hacer recomendaciones negativas, pero en este caso no voy a perder la ocasión: no es necesario que la veáis. Ya es demasiado tarde para mí, pero vosotros os podéis librar de perder el tiempo con esta olvidable serie.

Attack on Titan (Shingeki no Kyojin)

Uno de los animes más destacados de los últimos tiempos se despedirá con una cuarta temporada de la que no tenemos todavía fecha confirmada de lanzamiento. La hemos destacado en numerosas ocasiones en este blog, y yo la he disfrutado muchas veces como llegué a disfrutar de mi anime favorito, y una de mis series favoritas además: Fullmetal Alchemist Brotherhood. Tiene sus épocas mejores y sus épocas peores, pero hay motivos suficientes para pensar que la entrega final de esta serie puede dejarnos grandes momentos y despedirse por todo lo alto. La historia de este escenario post apocalíptico, si os gusta este género, no os la podéis perder. Y no me olvido de recordar, a todos aquellos que seáis reacios todavía a la animación, que esta forma de contar historias tan buenas o interesantes como la acción real, algunas mencionadas en este mismo artículo, y Attack on Titan es una de ellas.

Terminan en 2020

13 Reasons Why

Yo sí que necesito trece razones bien argumentadas para que me expliquen cómo demonios llegaremos a tener ¡cuatro! temporadas de esta serie. Con su primera entrega, todos tuvimos la sensación de que nos encontrábamos ante algo sumamente especial, una obra televisiva que nos mostraba la crueldad detrás de una realidad desgraciadamente extendida a nivel mundial, las violaciones, así como el bullying y las consecuencias que puede llegar a tener. El suicidio de Hannah Baker y cómo nos lo contaron creo que sirvió para remover conciencias y podría hasta tener usos pedagógicos para prevenir sobre lo que puede pasar si no se hace una profunda reflexión de muchos de los hábitos negativos que adoptan los adolescentes hoy en día, pero es que las dos entregas siguientes lo que te remueven son tus entrañas al ver cómo han tirado por tierra lo que lograron con sus primeros trece episodios. La segunda temporada ya fue innecesaria, pero la tercera es un insulto a la inteligencia. Vergonzosa, bochornosa, penosa, ridícula, patética y una retahíla de adjetivos que os dejo escoger porque si no esto se extendería más de lo que desearía. Netflix se ha cargado muchas series con mucha más calidad, y a esta, incomprensiblemente, le ha otorgado, no una, ni dos, sino tres vidas extra. Sin fecha de lanzamiento oficial, viendo que la tercera se emitió en agosto de 2019, me imagino que la cuarta también se estrenará por esa época este año.

Blindspot

El típico caso de serie que no sabes muy bien cómo ha llegado tan lejos, teniendo ejemplos de mayor calidad que se han quedado en el camino por los designios de los altos ejecutivos de las cadenas en abierto norteamericanas, a veces rozando lo arbitrario y muchas siendo situaciones inmerecidas. Blindspot se ha plantado en una quinta temporada final, cuya fecha de estreno no está confirmada todavía (todo apunta a lanzamiento veraniego), y habiendo estirado una trama que pintaba interesante hasta puntos que rozan lo inverosímil. Reconozco que ha sido una serie entretenida, que ha tenido picos de calidad y realmente interesantes, pero el problema de todas estas series procedimentales es que, o evolucionan hacia algo diferente (véase Person of Interest), o corren peligro de embarrancar a durante el camino, y Blindspot, in my opinion, viene pidiendo la hora desde hace un tiempo. Ahora, os digo una cosa: prefiero mil veces que le concedan una temporada final para cerrar lo mejor posible la historia a una cancelación abrupta que deje todo en el aire y a ti con la cara de tonto/a. A Blindspot se le ha otorgado la posibilidad de concluir la trama por sus propios medios, privilegio del que no muchas disfrutan, así que espero que sepan aprovecharlo bien y nos brinden una despedida entretenida y digna.

Future Man

Me estoy dando cuenta que se me van varias comedias, y eso es malo, porque cada vez encuentro menos sustitutas para suplir los vacíos que van dejando todas ellas. Future Man ha sido una apuesta gamberra, friki, desenfadada y fresca de Hulu, que nos ha ofrecido su particular visión de los viajes en el tiempo y lo que supone ir jugando con el cosmos alterando las diferentes líneas temporales y realidades paralelas que se van creando, con múltiples referencias a la cultura pop y un trío de protagonistas que es imposible no adorar, a cada uno por sus excentricidades y particularidades que les hacen únicos y geniales. Aún sin fecha de regreso confirmada, todo indica que este año nos despediremos con una tercera entrega final de Josh y compañía, y aquí puede aplicarse lo de que es mejor poner el punto y final cuando se está a tiempo, que ir renovando una serie sin sentido, hasta el punto de quemarla y que quede un mal recuerdo de ella. Future Man ha sido una entretenida sorpresa, pero su género y las piruetas argumentales que van generándose con el paso de los episodios la convertía en una ficción muy maleable en caso de ser extendida durante mucho tiempo, y creo que es lo acertado cerrarla con una última temporada antes de que se fuera al garete. Si os gusta la ciencia ficción y buscáis algo diferente, os recomiendo Future Man, os pegaréis unas cuantas risas.

Goliath

Las consecuencias de apostar por un mastodonte de la fantasía como es El Señor de los Anillos se dan en casos como el de Goliath. Amazon ha preparado un presupuesto altísimo para desarrollar lo que ellos creen que será el nuevo pelotazo del género tras Game of Thrones (además de la adaptación de la saga La Rueda del Tiempo), y el precio a pagar es ir aplicando la tijera a aquellas series que ellos consideran que les ha llegado la hora. Alguna cancelación abrupta (ejem Mozart in the Jungle, ejem) que otra, y alguna a la que se la ha concedido la posibilidad de despedirse en sus propios términos, como el caso que nos atañe. Goliath cuenta la historia del abogado Billy McBride, sui generis y con su propia personalidad, se enfrenta en cada temporada a combatir a grandes corporaciones por intereses de gente en estratos mucho más bajos que los objetivos de este abogado año tras año. Realmente, podríamos haber tenido a Billy Bob Thornton con entregas hasta el infinito, porque son muchas las causas sociales que podría haber defendido temporada tras temporada, pero tampoco veo mal que se quiera concluir en su cuarta entrega. Más vale ahora que cuando ya la cosa cante o se vaya de madre. Evidentemente, la razón de fondo es la que os decía al comienzo del párrafo, pero no tiene por qué ser algo negativo. En este caso, creo que Amazon acierta en cerrar la historia con su cuarta temporada, cuya fecha de lanzamiento no está confirmada todavía.

Homeland

El año pasado, como inicialmente estaba previsto, no se emitió la temporada final de Homeland, y aprovechando que comenté su adiós en el post respectivo, recojo lo que dije hace 365 días (su temporada final acaba de comenzar el domingo pasado):

Soy de los que piensa que Homeland debería haber acabado hace tiempo, mucho tiempo. Creo sinceramente que la historia concluyó con Brody, allá por su tercera entrega, y que todo lo que ha venido a continuación es más un spin off que otra cosa. Carrie es la protagonista, pero la idea de esta serie era contarnos la historia de ese soldado que regresaba a casa y que había cambiado, hasta el punto de querer atentar contra su país, y los intentos de una agente de detenerlo, convirtiéndose todo esto en una historia de amor en el proceso. A partir de su cuarta entrega, se podría haber titulado “Las aventuras y desventuras de Carrie Mathison” sin problema, y aunque ha tenido años mejores y años peores, sigo defendiendo que el tiempo de Homeland debería haber finalizado hace mucho. Pero así es la vida y la industria televisiva estadounidense. Ficciones que merecían continuar y desarrollarse mucho más se fueron por el sumidero de las cancelaciones (sin ir más lejos, Counterpart), y otras que parecían agotadas, o que directamente no merecían ser renovadas, han prolongado su existencia durante años y temporadas, la mayoría me atrevería a decir, innecesariamente. Homeland está, in my opinion, en las que han sido extendidas por encima de sus posibilidades, así que raro será que la eche de menos cuando se vaya.

Modern Family

Lo que comentaba antes de The Good Place puede extrapolarse (en parte) a Modern Family: se nos va una de las últimas grandes comedias que nos ha dejado la televisión en abierto norteamericana en lo que llevamos de siglo. La ficción arrasaba en sus comienzos en todos los premios habidos y por haber, hasta que llegó un punto en que creo que los jurados de los galardones se pusieron de acuerdo para cortar las apabullantes victorias anuales de esta serie para dar paso a otros productos, que también lo merecían. No obstante, creo que estaremos de acuerdo en que esta serie nos ha dado grandes momentos, grandes personajes, y aunque ya entró en piloto automático hace mucho tiempo, rara es la semana que no logra sacarnos una sonrisa con alguna de las situaciones que se nos plantea en cada episodio. Poco a poco nos van abandonando las sitcoms “tradicionales”, y en parte creo que es una lástima, porque es un formato muy ameno, que siempre se presta a disfrutar en algún rato suelto que tengas en tu día a día, y suelen ser series alegres y distendidas. Modern Family ha formado parte de nuestras vidas durante una década, y es inevitable que, aun con sus altibajos, la vayamos a echar de menos. Cada jueves lanzan un nuevo episodio, y nos encontramos ya encarando la recta final de la serie.

Clone Wars

Esta serie vive una situación un tanto peculiar. Ya tuvo su vida hace años, pero cuando Disney absorbió Star Wars y se la quedó para jugar con ella, fue cancelando los productos alternativos a la saga principal para reunirlo todo bajo una misma marca, y una de las perjudicadas fue Clone Wars, que andaba emitiendo su sexta temporada, cortada repentinamente por la adquisición de la marca por parte del ratón Mickey. Los fans pidieron durante años la resurrección de la ficción, que nos dejó una trayectoria realmente impresionante, con tramas a la altura (y mejores) que algunas de las películas emitidas, la profundización en muchos personajes castigados por el corsé de la trilogía de precuelas, y la expansión todavía más si cabe de la etapa de las Guerras Clon, ampliando el elenco de personajes destacados y la mitología de la saga. Dave Filoni fue el responsable de la serie en su momento, y lo volverá a ser en esta vida extra que le concede el servicio streaming de Disney a partir de la semana que viene, cuando regresará con esta séptima temporada y final, ahora sí, como merecía en su día. Si os apuntáis a Disney Plus cuando se lance en España (24 de marzo), os la recomiendo encarecidamente si sois fans de la saga y no la habíais podido disfrutar hasta ahora. A muchos desencantados con la última trilogía, os puede servir para reengancharos a la saga, y ver desde otro punto de vista la etapa de las precuelas, que también tuvo grandes momentos a los que nunca pudimos asistir en los episodios cinematográficos.

Supernatural

Se me va a hacer rara la vida sin los Winchester cada semana contándome sus vivencias. Pensadlo. Llevan quince años en televisión, algunos la visteis desde sus inicios; es mucho tiempo juntos. Yo me enganché cuando emitían la quinta temporada, allá por 2009. Estamos hablando de algo más de diez años conmigo todas las semanas que duraba la emisión de sus temporadas. Es un vacío enorme el que van a dejar estos hermanos que se han enfrentado a casi todos los tipos de criaturas sobrenaturales que han existido en la historia de la mitología mundial y en las diferentes religiones, contando por supuesto sus deidades. The X-Files fue la precursora de muchas series durante su trayectoria en los 90 y comienzos de los 2000, y Supernatural creo que es su sucesora más aventajada. Para la gente de mi generación, lo que hicieran en su momento Mulder y Scully, lo han hecho Sam y Dean. Creo que todos (o casi todos) sus seguidores estaremos de acuerdo en que si la serie hubiera concluido al final de su quinta entrega, tal y como tenía pensado su creador en un primer momento, hubiera sido una de esas series altamente recomendables de principios del siglo actual, porque el nivel mostrado durante sus cinco primeras temporadas fue sobresaliente, y la trama que creó Eric Kripke iba encaminada a lo que nos encontramos en su conclusión. No obstante, fue renovada, y durante años vagó por senderos realmente tortuosos, con tramas o situaciones que pedían a gritos una muerte misericordiosa. A pesar de ello, supieron rehacerse y encontraron un punto de equilibrio que, si bien no la devolvió a los grandes momentos de la serie, sí la revitalizó y nos ha dejado unos últimos años bastante buenos, con algunos puntos realmente altos e interesantes. Pero bueno, Supernatural bien podría ser el reflejo de la vida de muchas personas, en el sentido de que no siempre hay buenos momentos, sino que se alternan con los malos, y van pasando etapas. En quince años de emisión, la ficción de The CW ha pasado por todas ellas, hasta llegar a una temporada final (que os está contando mi compañera María semanalmente en sus reviews) que por ahora me está dejando muy buenas sensaciones, y me hace ser optimista de cara a su conclusión final. Ahora se encuentra en parón, pero los nuevos episodios regresan el próximo 17 de marzo.

Agents of SHIELD

No estoy bien. No me hago a la idea de que vaya a despedirme de dos de las mejores series network de esta década este año. Porque sí, escépticos de Marvel que dejasteis de ver esta serie tras sus primeros episodios: Agents of SHIELD es una de las series más destacadas de la televisión en abierto norteamericana, y uno de los mejores productos televisivos de Marvel hasta la fecha. Yo fui uno de los que dudaba, os soy sincero. Pero claro, llegué al 1x17 (Turn, Turn, Turn) y todo cambió para la serie, y para mí. Cuenta la historia de SHIELD y el equipo que dirige Phil Coulson, y pocas veces tocan los acontecimientos de las películas, pero esa vez es fundamental para que se abra el tarro de las esencias y desarrollara todo su potencial. Las entregas siguientes son un compendio de cómo hacer tramas interesantes, hacer evolucionar a prácticamente todos los personajes principales hacia algo mucho mejor, y nunca perder comba ni ritmo, siempre mirando hacia delante y arriesgando. Tienen sus altibajos, claro está (quizá la sexta no está a la altura de sus predecesoras), pero la valoración global compensa cualquier carencia que pudiera haber por el camino. La séptima temporada pondrá el punto y final a SHIELD, y me alegro de que no haya sido cancelada años atrás y pueda concluir la historia como ellos quieren. Con un presupuesto mucho más bajo del que nos pudimos encontrar en las ficciones de Marvel en Netflix (y ya no te cuento si lo comparamos con la división cinematográfica), hemos tenido personajes inolvidables como Coulson, Daisy, Fitz y Simmons, May, o un villano que yo lo ubico entre los mejores de la televisión Marvel, Ward, así como tramas e historias que jamás pensé que funcionaran tan bien como lo han hecho durante todas estas temporadas. Si han decidido que es la hora de terminar, me parece bien. Tengo fe ciega en lo que nos pueden ofrecer en la entrega final, que por el momento no tiene fecha confirmada de estreno, pero sí os podemos confirmar que tendremos reviews (como hasta ahora) de la séptima temporada.

The 100

La otra serie a la que me refería en el párrafo de Agents of SHIELD era ésta. He sido un defensor acérrimo de The 100 durante toda su trayectoria, y en este blog no hemos escatimado a la hora de destacarla (incluida en el recopilatorio de mejores dramas network en 2016, 2018 y 2019; Cuando las series juegan a los contrastes; Lo Mejor del Mes, mayo 2017mayo 2018; así como numerosas menciones en la sección Lo Mejor de la Semana). Si nos seguís habitualmente, creo que no os sorprenderá mi opinión al respecto de esta ficción de la cadena juvenil norteamericana por excelencia, The CW. Y es que, durante estos últimos años, creo que ha sido la cadena que ha tenido una regularidad más destacada dentro del contexto de la televisión en abierto norteamericana, en cuanto a estrenos/calidad se refiere. Lo que comenzó siendo un producto que tenía reminiscencias a grandes ficciones como Lost o Battlestar Galactica, dio paso a algo más, a mucho más. Una ficción valiente, que no teme arriesgar en ciertos momentos y que siempre apuesta por el punto de vista más complicado y al que muchas no se atreverían a dirigirse, The 100 ha sido una de las series que yo más he intentado recomendar en los últimos años, siguiendo además un comentario que dejó el creador de la ficción en Twitter, a un fan que le dijo que acababa de ver su piloto: “Sigue viendo hasta el tercer episodio. Si no te enganchas tras lo que pasa, entonces deja de verla”. Ahí ya rompe con todo lo que podíamos pensarnos desde un primer momento que podía pasar en esta serie. Ese fue el gran golpe inicial, aquello que sirvió para que muchos nos sorprendiéramos para bien y quisiéramos ver si iban a seguir por esa línea de valentía. Y siguieron, vaya si siguieron. Muertes inesperadas, masacres, genocidios, apocalipsis varios… todo eso y más te encuentras en apenas cinco temporadas, cerrando su quinta entrega con el cambio de paradigma y dando otro de esos saltos que no pensábamos jamás que iban a ser capaces de hacer, pero que hicieron. No encontraréis una serie como The 100 ahora mismo en televisión. La recomiendo encarecidamente a todos los seriéfilos, y me duele profundamente que nos tengamos que despedir de ella este año. Pero como ya he dicho en este artículo con otras ficciones, mejor poner el punto y final cuando se está en un buen estado de forma, que alargarla hasta el hastío y que se pierda todo lo ganado los años anteriores. Sin fecha de regreso confirmada aún, os digo lo mismo que con Agents of SHIELD: tendremos reviews (como hasta ahora) de la séptima entrega.