The Witcher: Bienvenidos a un nuevo mundo de fantasía

The Witcher: Bienvenidos a un nuevo mundo de fantasía

Y llegó el día (bueno, el fin de semana) en el que en Netflix permite que podamos disfrutar del que seguramente sea a todas luces el estreno más esperado del año en la plataforma de streaming, y digo año por no decir directamente “desde que se anunció”. Ahora bien, ante semejante hype y con la vitola de “heredera de Game of Thrones” que sin comerlo ni beberlo se le ha encasquetado ¿Habrá mantenido el tipo? Aviso de antemano que no voy a comentar eventos de la trama, pero sí aspectos generales de ella que alguien bien podría considerar spoiler.

Quiero empezar tocando un tema que no me apasiona tratar por el simple hecho de que es la comparación de turno; pero que por las circunstancias que rodean a la producción y al mundo seriéfilo, es casi imperativo: la comparación entre The Witcher y Game of Thrones. Voy a ser tajante: estas series son incomparables y buscar algo similar a la serie de HBO en esta es una misión condenada al fracaso. El único punto en común que tienen las obras de Martin y Sapkowski es que las dos son historias de fantasía medieval adulta y ya, no busquen más porque no lo van a encontrar y ver esta adaptación con el mismo prisma que la otra es simplemente no querer disfrutar de la serie.

Ahora tras dejar clara la comparación de marras hablemos un poquito de la serie y lo que ha hecho Netflix, que es directamente adaptar los dos primeros libros con su estructura incluida, y recalco la estructura, ya que lo considero totalmente relevante para entender bien esta primera temporada. El último deseo y La espada del destino son un conjunto de aventuras sueltas de Geralt cuya principal finalidad es presentar el mundo y los personajes de su universo antes de meterse de lleno en la trama durante la tercera novela, y la mayor gracia está en que estas historias no están contadas en orden cronológico y es el lector quien monta el rompecabezas previo a la gran historia que se cuenta durante la saga. Así son las novelas y eso es lo que ha querido hacer Lauren Schmidt con su serie, llevando estos dos primeros libros de forma bastante fiel a la pantalla (obviamente hay cambios para los más puristas, pero en términos generales siguen el mismo camino).

Entonces, ¿qué es The Witcher? Pues básicamente una presentación de mundo y personaje en 8 episodios que intenta sentar las bases de una forma bastante correcta de lo que debe desarrollarse en un futuro. El problema está en que el correcta lo he dicho por algo, y es que aunque cumple con su propósito, al igual que ocurre con la novela, de cara al espectador esta serie puede parecer algo lenta y tediosa, sacrificando con pequeñas mini-historias un ritmo que en ocasiones la serie desearía ser infinitamente más ágil. No me malinterpretéis porque lo que cuentan es interesante, pero que una producción llamada a ser grande centre episodios en tramas autoconclusivas deja una sensación rara en el cuerpo que por ejemplo The Boys la evitó alterando los hechos originales y pasándose por el arco de triunfo la estructura de tramas de los cómics de Garth Ennis.

La faceta de adaptación sin paliativos que tiene la serie se traslada también al cast, que prácticamente en la mayoría de casos busca conseguir las visiones más fieles posibles alejándose ante todo de las versiones más conocidas de la trilogía de videojuegos. Además del buen trabajo a la hora de confeccionar el reparto, hay que reconocer que absolutamente todos cumplen con creces a la altura de su cometido, aunque bien es cierto que, por el momento, ninguna interpretación que me parece que destaque por encima de la media.

Así que en resumidas cuentas: The Witcher me ha gustado, pero puedo entender que vaya a generar cierto rechazo por algunas personas por dos factores: la imposible comparación con Game of Thrones y el ser una introducción pura y dura de una historia mucho mayor. Es este segundo punto el que veo que define mejor a esta primera temporada, al ser más una promesa de lo que está por venir que la gran serie que todos esperamos que sea, personalmente opino que su segunda temporada será con la que The Witcher deberá a empezar a definir su posición en la historia de la televisión.